La verdad es que más que una película es un documental histórico. No se ponen en duda la calidad y veracidad del maquillaje, vestuario y ambientación, pero la realidad es que la trama no engancha al espectador. Se hace larga y pesada; casi interminable. Si no fuera porque la vi en el cine ni siquiera la habría terminado.

Es cierto que es una buena serie: el argumento, los actores, el guión, las escenas... Son buenas, y a mí también me fascinó en sus orígenes; pero, según mi criterio, cometieron un fatal error al cargarse a Gideon de una manera tan inesperada. Desde ese momento la serie ha ido en decadencia y no parece levantar cabeza. Los capítulos empiezan a aburrir, a parecerse todos entre sí, a no distinguirse. Podrían compararse con los de "CSI" o los de "Sin rastro", típicos entretenimientos para una tarde sin nada mejor que hacer. Es una pena que se haya desaprovechado su buen lanzamiento y su retenido potencial.
Mi puntuación seria mayor de no ser por estas últimas apreciaciones.