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5.6
27,921
3
15 de mayo de 2017
15 de mayo de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada me gustaría aclarar que soy un ferviente admirador del director Ridley Scott desde que tengo uso de razón. Por ello me veo obligado a romper una lanza a su favor por el injusto trato que la academia de Hollywood ha tenido siempre hacia este gran artista del celuloide. Es cuanto menos curioso que siendo el realizador de dos obras cinematográficas de culto como Alien y Blade Runner, así como el responsable de muchas ogras grandes filmaciones como Thelma y Louise, Gladiator, Black Hawk Dawn, El Reino de los Cielos, Black Rain o la más reciente Marte, nunca haya obtenido ningún Oscar a lo largo de su trayectoria como mejor director.
Por todo ello, me entristece tener que expresar mi gran decepción con el camino que ha decidido seguir (o más bien iniciar) con la mítica saga Alien, dando una patada en los testículos al resto de películas de la franquicia. Por mucho que sea el responsable de la gran película que dio inicio a la serie, esto no le debería dar el poder de poner en entredicho al resto de la saga con sus nuevas teorías, ya que si bien es cierto que las dos últimas entregas estuvieron un peldaño por debajo de las dos primeras, éstas nunca llegaron a traicionar el espíritu de la franquicia.
Es indudable que gracias al talento de Ridley Scott, lo que podía haber sido una simple Slasher Movie Espacial, se convirtió en todo un clásico de Terror y Ciencia Ficción, pero no debemos olvidar que James Cameron, con su extraordinaria continuación, nos dio un gran ejemplo de cómo hacer una secuela al mismo nivel de la original pero con un enfoque completamente distinto y expandiendo de manera impactante el universo Alien. Por otro lado David Fincher, a pesar de sus grandes diferencias con la productora, consiguió llevar a flote un film que, aunque podía haber sido mucho mejor, seguía respetando la “ficticia lógica “ del universo Alien, y contaba con una solidez argumental y de guion, bastante digna. Por último Jean-Pierre Jeunet dio un interesante giro a la saga con un film más inclinado al comic pero realmente divertido y original. Para muchos fue la peor de las cuatro películas principales de la saga, pero yo guardo muy buenos recuerdos de ella, por su ambientación, sus grandes dosis de acción y por cómo se atrevió a hacer una interesante reflexión crítica hacia la clonación, sin traicionar el espíritu de la saga. Además, la película seguía contando con una gran Sigourney Weaver que, en ningún momento dejó de estar a la altura.
Ridley Scott, después de 33 años desde que realizase Alien, decidió en 2012 volver a tomar las riendas del proyecto “Prometheus” con el fin de recuperar lo que en un momento fue suyo. En el film se daban una serie de explicaciones algo difusas a los orígenes de los famosos xenomorfos, que parecían saltarse a la torera lo que James Cameron propuso con la excelente idea de una Reina Alien. Con Prometheus, Scott dio un extraño giro a la saga poniendo como base argumental la búsqueda del origen de la raza humana y otros rollos metafísicos, que dejaban el origen del xenomorfo en un segundo plano. A pesar de ello, no era una mala idea ver la serie desde una perspectiva diferente, siempre que, de un modo u otro, se hubiese respetado lo que ya se había propuesto en películas posteriores.
La película, no dejo de ser medianamente interesante, tratando de explicar el origen de los Ingenieros (el Space Jockey de Alien), de la nave alienígena e incluso de los propios xenomorfos. Digo medianamente interesante porque el guion hacía aguas por todas partes, con personajes planos al extremo, en su mayor parte científicos que no dejaban de tomar decisiones incongruentes y ridículas en todo momento. Y se supone que se trata de un grupo seleccionado entre los profesionales más cualificados de la tierra en su campo, para llevar a cabo el proyecto más importante en la historia de la humanidad.
De entre todos los personajes del film, el único que yo salvaría es el personaje interpretado por una gran Naoomi Rapace que, sin tratar de copiar en ningún momento a mi querida Sigourney Weaver, daba vida a un personaje fuerte y bastante creíble, hasta que, tristemente, quedaba traicionado por un ridículo guión que la convertía en una Super Heroína fuera de toda lógica.
Cuando terminé de ver Prometheus, a pesar de sus grandes lagunas e incongruencias, traté de dar al gran Ridley Scott el beneficio de la duda para que explicase en sus siguientes entregas los motivos para dejar tantos flecos sueltos y para ver si en esos 5 años lograba mejorar el coeficiente intelectual de la raza humana y podía seleccionar un equipo algo más competente para la Covenant.
Ahora nos llega Alien: Covenant, una secuela de Prometheus que según algunos críticos, “tiene mucho más de Alien que de Prometheus y se redime ante los aficionados con grandes dosis de acción de calidad y con evidentes guiños a Alien y a Aliens el Regreso”.
Prosiblemente yo haya visto otra película muy diferente a la que citan estos críticos porque, si bien el bueno de Scott trata de recordarnos que estamos en una película de Alien con detalles como las letras de inicio, con algunas notas musicales creadas por Jerry Goldsmith e incluso con el propio diseño del xenomorfo, el resto es más bien un refrito de serie b “de lujo”, que trata de copiar lo que hizo grande Alien pero sin alma y sin ningún tipo de lógica de guión;
En resumen, y como decía al principio, me entristece profundamente tener que decir que Alien Covenant ha resultado ser, en mi más humilde opinión, una total decepción que hace que películas como Alien 3 y Alien Resurrección resulten ser mucho mejores a día de hoy.
Por todo ello, me entristece tener que expresar mi gran decepción con el camino que ha decidido seguir (o más bien iniciar) con la mítica saga Alien, dando una patada en los testículos al resto de películas de la franquicia. Por mucho que sea el responsable de la gran película que dio inicio a la serie, esto no le debería dar el poder de poner en entredicho al resto de la saga con sus nuevas teorías, ya que si bien es cierto que las dos últimas entregas estuvieron un peldaño por debajo de las dos primeras, éstas nunca llegaron a traicionar el espíritu de la franquicia.
Es indudable que gracias al talento de Ridley Scott, lo que podía haber sido una simple Slasher Movie Espacial, se convirtió en todo un clásico de Terror y Ciencia Ficción, pero no debemos olvidar que James Cameron, con su extraordinaria continuación, nos dio un gran ejemplo de cómo hacer una secuela al mismo nivel de la original pero con un enfoque completamente distinto y expandiendo de manera impactante el universo Alien. Por otro lado David Fincher, a pesar de sus grandes diferencias con la productora, consiguió llevar a flote un film que, aunque podía haber sido mucho mejor, seguía respetando la “ficticia lógica “ del universo Alien, y contaba con una solidez argumental y de guion, bastante digna. Por último Jean-Pierre Jeunet dio un interesante giro a la saga con un film más inclinado al comic pero realmente divertido y original. Para muchos fue la peor de las cuatro películas principales de la saga, pero yo guardo muy buenos recuerdos de ella, por su ambientación, sus grandes dosis de acción y por cómo se atrevió a hacer una interesante reflexión crítica hacia la clonación, sin traicionar el espíritu de la saga. Además, la película seguía contando con una gran Sigourney Weaver que, en ningún momento dejó de estar a la altura.
Ridley Scott, después de 33 años desde que realizase Alien, decidió en 2012 volver a tomar las riendas del proyecto “Prometheus” con el fin de recuperar lo que en un momento fue suyo. En el film se daban una serie de explicaciones algo difusas a los orígenes de los famosos xenomorfos, que parecían saltarse a la torera lo que James Cameron propuso con la excelente idea de una Reina Alien. Con Prometheus, Scott dio un extraño giro a la saga poniendo como base argumental la búsqueda del origen de la raza humana y otros rollos metafísicos, que dejaban el origen del xenomorfo en un segundo plano. A pesar de ello, no era una mala idea ver la serie desde una perspectiva diferente, siempre que, de un modo u otro, se hubiese respetado lo que ya se había propuesto en películas posteriores.
La película, no dejo de ser medianamente interesante, tratando de explicar el origen de los Ingenieros (el Space Jockey de Alien), de la nave alienígena e incluso de los propios xenomorfos. Digo medianamente interesante porque el guion hacía aguas por todas partes, con personajes planos al extremo, en su mayor parte científicos que no dejaban de tomar decisiones incongruentes y ridículas en todo momento. Y se supone que se trata de un grupo seleccionado entre los profesionales más cualificados de la tierra en su campo, para llevar a cabo el proyecto más importante en la historia de la humanidad.
De entre todos los personajes del film, el único que yo salvaría es el personaje interpretado por una gran Naoomi Rapace que, sin tratar de copiar en ningún momento a mi querida Sigourney Weaver, daba vida a un personaje fuerte y bastante creíble, hasta que, tristemente, quedaba traicionado por un ridículo guión que la convertía en una Super Heroína fuera de toda lógica.
Cuando terminé de ver Prometheus, a pesar de sus grandes lagunas e incongruencias, traté de dar al gran Ridley Scott el beneficio de la duda para que explicase en sus siguientes entregas los motivos para dejar tantos flecos sueltos y para ver si en esos 5 años lograba mejorar el coeficiente intelectual de la raza humana y podía seleccionar un equipo algo más competente para la Covenant.
Ahora nos llega Alien: Covenant, una secuela de Prometheus que según algunos críticos, “tiene mucho más de Alien que de Prometheus y se redime ante los aficionados con grandes dosis de acción de calidad y con evidentes guiños a Alien y a Aliens el Regreso”.
Prosiblemente yo haya visto otra película muy diferente a la que citan estos críticos porque, si bien el bueno de Scott trata de recordarnos que estamos en una película de Alien con detalles como las letras de inicio, con algunas notas musicales creadas por Jerry Goldsmith e incluso con el propio diseño del xenomorfo, el resto es más bien un refrito de serie b “de lujo”, que trata de copiar lo que hizo grande Alien pero sin alma y sin ningún tipo de lógica de guión;
En resumen, y como decía al principio, me entristece profundamente tener que decir que Alien Covenant ha resultado ser, en mi más humilde opinión, una total decepción que hace que películas como Alien 3 y Alien Resurrección resulten ser mucho mejores a día de hoy.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A pesar de que los personajes están algo mejor definidos que los que vimos en Prometheus, son todavía más ridículos y más necios que éstos últimos.
Si con Prometheus ya de por sí era difícil justificar la película “Aliens: El Regreso”, con Alien Covenant la entierran completamente sin ningún tipo de compasión, traicionando no solo a la película sino también a millones de seguidores de la saga de todo el globo que sienten un tremendo respeto por el film de Cameron.
El director, trata de sorprender con secuencias de gran carga hemoglobínica, pero las justificaciones resultan ridículas y poco creíbles en casi todas ellas.
La película comienza con fuerza con el accidente mortal de un importante miembro de la tripulación que el director utiliza para justificar el cambio de planes del grupo. Se trata de una justificación completamente ridícula y poco creíble., vamos, como si en la construcción de un edificio, un trabajador falleciese como consecuencia de un accidente de trabajo y el resto decidiese abandonar su puesto trabajo a causa de dicho accidente y dejar el edificio a medias. Así que en vez de volver a las cápsulas de hibernación para llegar a su planeta destino que, durante años han investigado profundamente para colonizar, deciden aterrizar en un planeta desconocido y completamente inexplorado como alternativa a sus planes de colonización y, de paso, investigar una extraña señal que no tiene ningún significado claro. Con dos cojones, sí señor.
El máximo responsable del grupo es el que toma finalmente esa decisión, pese a las objeciones de la protagonista, cuando minutos antes deja claro que él no cree en la suerte y que para que no ocurran accidentes todo debe estar controlado y revisado atendiendo al más mínimo detalle. Pues bien, desde ahí en adelante hace todo lo contrario a lo que predica.
Parece ser que Ridley Scott no aprende de sus errores y todavía le echa más huevos que en Prometheus. Por mucho que la atmósfera sea respirable, el aire puede contener bacterias, parásitos nocivos y un largo etc. de modo que aterrizar en un planeta sin ningún tipo de precaución, como si uno se fuese de picnic al campo o de veraneo a las playas de Torrevieja no es lo más lógico que digamos. De hecho a un tío le da hasta por mear en medio del campo, claro que si wapi, lo más normal del mundo en esas circunstancias.
David siempre se mostró como un personaje maquiavélico y peligroso, algo que Noomi Rapace descubre al final de Prometheus. Pues ella no le da importancia a ese detallito y no solo lo recompone sino que confía en él para cuide de ella durante su hibernación.
El máximo responsable de la Covenant parece que después de ver que David les está mintiendo y oculta mucha información, decide confiar en él a la hora de acompañarle al sótano del miedo y no duda en asomarse al huevo alienígena cuando éste le dice que no hay ningún peligro.
El proceso de gestación de los xenomorfos se plasma de forma arrebatada y sin respeto del timming. Scott se toma el tiempo que le sale de sus santísimos testículos según le conviene.
La primera vez que vemos salir al Alien del pecho de su víctima observamos que el director se pasa por el forro al mítico Chestburster. En su lugar aparece un Mini-Alien que imita los movimientos del robot David, dejando en entredicho la visceralidad y la agresividad del xenomorfo para mostrarnos a un bicho que imita a su creador (aunque él no lo sabe) como si fuese un perrito. Simplemente infumable.
La aparición del último Alien en el interior de la nave tiene una justificación completamente absurda, de todas las formas posibles que podían haberse inventado, se sacan de la chistera la explicación de que lo llevaba dentro el tío que lucha contra el facehugger a mitad de la película. ¿Cuándo tuvo lugar la gestación?, ¿No hay nadie en el equipo desarrollador de la película que tenga huevos a decirle al director que la está cagando y que esa aparición del alien está completamente fuera de toda lógica?
Si con Prometheus ya de por sí era difícil justificar la película “Aliens: El Regreso”, con Alien Covenant la entierran completamente sin ningún tipo de compasión, traicionando no solo a la película sino también a millones de seguidores de la saga de todo el globo que sienten un tremendo respeto por el film de Cameron.
El director, trata de sorprender con secuencias de gran carga hemoglobínica, pero las justificaciones resultan ridículas y poco creíbles en casi todas ellas.
La película comienza con fuerza con el accidente mortal de un importante miembro de la tripulación que el director utiliza para justificar el cambio de planes del grupo. Se trata de una justificación completamente ridícula y poco creíble., vamos, como si en la construcción de un edificio, un trabajador falleciese como consecuencia de un accidente de trabajo y el resto decidiese abandonar su puesto trabajo a causa de dicho accidente y dejar el edificio a medias. Así que en vez de volver a las cápsulas de hibernación para llegar a su planeta destino que, durante años han investigado profundamente para colonizar, deciden aterrizar en un planeta desconocido y completamente inexplorado como alternativa a sus planes de colonización y, de paso, investigar una extraña señal que no tiene ningún significado claro. Con dos cojones, sí señor.
El máximo responsable del grupo es el que toma finalmente esa decisión, pese a las objeciones de la protagonista, cuando minutos antes deja claro que él no cree en la suerte y que para que no ocurran accidentes todo debe estar controlado y revisado atendiendo al más mínimo detalle. Pues bien, desde ahí en adelante hace todo lo contrario a lo que predica.
Parece ser que Ridley Scott no aprende de sus errores y todavía le echa más huevos que en Prometheus. Por mucho que la atmósfera sea respirable, el aire puede contener bacterias, parásitos nocivos y un largo etc. de modo que aterrizar en un planeta sin ningún tipo de precaución, como si uno se fuese de picnic al campo o de veraneo a las playas de Torrevieja no es lo más lógico que digamos. De hecho a un tío le da hasta por mear en medio del campo, claro que si wapi, lo más normal del mundo en esas circunstancias.
David siempre se mostró como un personaje maquiavélico y peligroso, algo que Noomi Rapace descubre al final de Prometheus. Pues ella no le da importancia a ese detallito y no solo lo recompone sino que confía en él para cuide de ella durante su hibernación.
El máximo responsable de la Covenant parece que después de ver que David les está mintiendo y oculta mucha información, decide confiar en él a la hora de acompañarle al sótano del miedo y no duda en asomarse al huevo alienígena cuando éste le dice que no hay ningún peligro.
El proceso de gestación de los xenomorfos se plasma de forma arrebatada y sin respeto del timming. Scott se toma el tiempo que le sale de sus santísimos testículos según le conviene.
La primera vez que vemos salir al Alien del pecho de su víctima observamos que el director se pasa por el forro al mítico Chestburster. En su lugar aparece un Mini-Alien que imita los movimientos del robot David, dejando en entredicho la visceralidad y la agresividad del xenomorfo para mostrarnos a un bicho que imita a su creador (aunque él no lo sabe) como si fuese un perrito. Simplemente infumable.
La aparición del último Alien en el interior de la nave tiene una justificación completamente absurda, de todas las formas posibles que podían haberse inventado, se sacan de la chistera la explicación de que lo llevaba dentro el tío que lucha contra el facehugger a mitad de la película. ¿Cuándo tuvo lugar la gestación?, ¿No hay nadie en el equipo desarrollador de la película que tenga huevos a decirle al director que la está cagando y que esa aparición del alien está completamente fuera de toda lógica?
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