Reír, llorar, amar y realmente creer en que existe una media naranja son algunos de los sentimientos que se pueden experimentar al ver esta serie, que tiene un desarrollo extraordinario de las relaciones tanto amorosas como de amistad. Como conocí a vuestra madre hace un recorrido maravilloso por todas las cagadas que comete nuestro protagonista a lo largo una importante parte de su vida, rodeada de altibajos e intentos fallidos de encontrar "la chica definitiva" junto a su grupo de amigos.
Y todo esto contado en retrospectiva para mostrar que toda figura de autoridad ha tenido su pasado, un pasado que le ha conducido a donde está ahora, que todo padre fue joven, que hasta el mas recto cirujano tiene una parte que quiere fiesta y que los que serian los mejores abogados del país estaban emborrachándose con cerveza barata en la universidad.
Gran serie, increíbles personajes, genial guión. ¿qué mas se puede pedir no?

Probablemente la película más infravalorada de Disney, un fracaso en taquilla.... Pero quizá ese golpe inicial es parte de su gracia.
Comenzando por una banda sonora que nos transporta en pocos segundos a un universo lejano pero también conocido, de piratas y tesoros. Esta adaptación del clásico "La isla del tesoro" brinda una nueva perspectiva más novedosa y se adentra a experimentar con toda una nueva técnica de animación 3D.

El extraordinario arte y dibujos de esta película, que todavía conserva en gran parte ilustraciones hechas de la manera tradicional, permite perderse simplemente contemplando la cantidad de detalles que existen en los personajes, paisajes y fondos. Desde los bosques verdosos del planeta de Flint hasta la oscura y fría bodega del barco.

Este mundo de criaturas extrañas y singulares permitió a una generación más joven internarse y descubrir la inmensidad de las aventuras de piratas y no hay nadie nacido entre el 95 y el 2000 que no adore este filme.

Un viaje estelar lleno de momentos de emoción, peripecias y frases inmarcesibles.
Una búsqueda de un tesoro y una búsqueda de un futuro.
Un valor seguro para una noche de sábado en familia.

Ese brillo en sus ojos, muestran el verdadero alcance de las sensaciones que quiere imprimir Satoshi Kon en su película. La unión de técnica y belleza hacen de esta una película irrepetible y que llega siempre a emocionar.
Cada fotograma rebosa color, y cada paleta, desde la mas colorida hasta la más nívea, consigue añadirle una fuerza a cada escena y expresa e intensifica los sentimientos de la protagonista. Cada transición cuidada hasta el mas mínimo detalle es digna de estudio no sólo por su ligereza y facilidad, que hace parecer que ese tipo de cortes son sencillos, sino también porque consigue una suave fluidez en el caótico cambio de escenas y épocas. La música tan excéntrica como el inicio de la historia crea una rara mezcla, donde el oido no consigue ponerse de acuerdo con lo que ven los ojos, pero esta disonancia va desapareciendo según uno se sumerge en la bellísima historia que nos cuenta esta actriz.
Y este dominio del arte audiovisual quedaría en vano si no contara una historia que es pura belleza (como la flor de loto)