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7.6
5,771
9
31 de marzo de 2021
31 de marzo de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tomm Moore se erige como uno de los referentes en el cine de animación europeo, con un estilo muy característico en el trazo de sus animaciones, recordándonos a fábulas de colores armónicos y repleto de elementos de la naturaleza, como el agua, las flores, las plantas, los árboles.
Como ya hizo con "Song of the sea", en Wollfwalkers hace que te cuestiones la relación de la humanidad con el medio natural y con los demás animales, haciendo uso de seres mitológicos, y presentando esa simbiosis de la que muchas veces intentamos escapar como especie.
Esta vez, además se puede ver la relación de poder entre la ciudad y el medio natural (el bosque); entre el ser humano y los demás animales (los lobos en este caso); entre los adultos y los niños (cuando el padre no escucha a su hija); y finalmente entre el Lord y los vasallos. Pero, sobre todo, resalta el factor miedo. El miedo a lo desconocido, el miedo a plantar cara, el miedo a no seguir con lo establecido.
Por otro lado, la historia mantiene un ritmo entretenido, en el que no permite que te aburras en ningún momento. Y su banda sonora, aunque no tan buena como "Song of the sea", a mi juicio, logra encajar perfectamente en ese mundo que termina siendo una oda al amor.
Como ya hizo con "Song of the sea", en Wollfwalkers hace que te cuestiones la relación de la humanidad con el medio natural y con los demás animales, haciendo uso de seres mitológicos, y presentando esa simbiosis de la que muchas veces intentamos escapar como especie.
Esta vez, además se puede ver la relación de poder entre la ciudad y el medio natural (el bosque); entre el ser humano y los demás animales (los lobos en este caso); entre los adultos y los niños (cuando el padre no escucha a su hija); y finalmente entre el Lord y los vasallos. Pero, sobre todo, resalta el factor miedo. El miedo a lo desconocido, el miedo a plantar cara, el miedo a no seguir con lo establecido.
Por otro lado, la historia mantiene un ritmo entretenido, en el que no permite que te aburras en ningún momento. Y su banda sonora, aunque no tan buena como "Song of the sea", a mi juicio, logra encajar perfectamente en ese mundo que termina siendo una oda al amor.

6.5
18,610
7
18 de febrero de 2022
18 de febrero de 2022
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos días fui al cine a ver la película de estreno, y aunque se me hizo un poco larga (quizás porque dura más de dos horas), reconozco que los tiempos están bien tratados. No se hace pesada, aún cuando la línea cronológica de sucesos no importa, dado que no existe progreso; lo importante son los momentos, las vivencias entre Alana y Gary. Un paréntesis entre conocerse y reconocerse como algo más.
Las interpretaciones de los personajes principales sorprenden para bien, y son lo que principalmente sostienen toda la película.
Vemos brillar en pantalla a Cooper Hoffman, hijo del ya fallecido Philip Seymour Hoffman, quien mantenía una buena relación de amistad con Paul Thomas Anderson. Llena la pantalla de luz y vitalidad, interpretando a un adolescente de 15 años con un gran carisma y seguridad en sí mismo.
Por otro lado, Alana Haim, hija del amor platónico de Anderson, destaca por su naturalidad a la hora de encarnarse en el papel de una joven de 25 años, que intenta hacerse la dura con Gary pero que no se despega de su lado.
Considero que es una película muy correcta tanto a nivel técnico como estético. No obstante, a mí personalmente me ha faltado algo. Esa chispa, ese "je ne sais quoi" que te llega y te toca por dentro. No me ha dejado esa sensación mágica de cuando tienes la sensación de que acabas de visionar una obra maestra, que no sabes cómo procesar todo lo que acabas de ver y sentir. Al contrario, acabé el film y me quedé un poco como había entrado al cine.
Las interpretaciones de los personajes principales sorprenden para bien, y son lo que principalmente sostienen toda la película.
Vemos brillar en pantalla a Cooper Hoffman, hijo del ya fallecido Philip Seymour Hoffman, quien mantenía una buena relación de amistad con Paul Thomas Anderson. Llena la pantalla de luz y vitalidad, interpretando a un adolescente de 15 años con un gran carisma y seguridad en sí mismo.
Por otro lado, Alana Haim, hija del amor platónico de Anderson, destaca por su naturalidad a la hora de encarnarse en el papel de una joven de 25 años, que intenta hacerse la dura con Gary pero que no se despega de su lado.
Considero que es una película muy correcta tanto a nivel técnico como estético. No obstante, a mí personalmente me ha faltado algo. Esa chispa, ese "je ne sais quoi" que te llega y te toca por dentro. No me ha dejado esa sensación mágica de cuando tienes la sensación de que acabas de visionar una obra maestra, que no sabes cómo procesar todo lo que acabas de ver y sentir. Al contrario, acabé el film y me quedé un poco como había entrado al cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película transcurre entre el primer encuentro de Alana y Gary y el beso final. Entre el primer cruce de miradas del principio y el beso del final se hace un paralelismo, ya que en las dos escenas ellos se encuentran desde direcciones opuestas. En medio transcurre la obra. Bien podríamos cambiar el orden de las secuencias, que no alteraríamos el sentido argumental del film. No suceden "avances", rompiendo un poco con el hilo argumental típico del cine tradicional.
Lo que le importa a Anderson son los momentos, las vivencias de la juventud. Y eso nos lo hace saber muy bien mostrando caras jóvenes en la mayoría de personajes que aparecen en pantalla, siendo los adultos relegados a un segundo plano. Incluso, son los jóvenes los que producen, los que trabajan, los que innovan, los emprendedores. Siguiendo esta línea, asocia la idea de la juventud con la inocencia, lo puro, lo que aún no se ha corrompido o viciado.
Al otro lado, Anderson presenta a los adultos de forma peyorativa. Los presenta incluso caricaturizados, llenos de vicios y un poco torpes incluso. Es el caso del dueño del restaurante japonés, que intenta imitar el acento japonés de forma grotesca ignorando por completo el idioma; o el caso de la mujer agente de la industria cinematográfica cuando se burla de la nariz judía de Alana; o el del personaje de Sean Penn haciendo el numerito bochornoso de la moto; o a Bradley Cooper en su papel de estrella del cine creído, baboso y desagradable.
Si vemos, aquí no está relacionando únicamente la cuestión etaria o la inocencia. También está representando la madurez de la edad con la corrupción de la industria cinematográfica.
Por un lado, la pureza de los jóvenes aún no "manchados" por los vicios de la industria. Aquéllos que comienzan en el mundo del cine, que están llenos de ideas y de expectativas. No es casual que Anderson decida escoger a "no-actores" sin experiencia entre las cámaras para representar a los protagonistas de la película; y que la película gire entorno a la vida de unos jóvenes que comienzan su carrera e intentan hacerse un hueco en el mundo de la industria.
Y por otro lado, la degeneración de toda esa industria cinematográfica ya manchada, vinculada a los adultos y representada deliberadamente por los actores más conocidos del elenco.
Salen críticas a la industria como el acoso a las jóvenes actrices (cuando en la escena inicial un señor le toca el culo a Alana cuando está trabajando y va pasando); la hipersexualización de las mujeres en el cine (cuando la agente le dice a Alana que tendrá que estar dispuesta a desnudarse si quiere un papel); el abuso de poder de algunos productores con las actrices más jóvenes (Sean Penn); y la precariedad a la que se enfrentan muchos jóvenes actores (El trabajo de Alana como azafata, o el trabajo de Gary haciendo apariciones puntuales en los comerciales que no le dan para vivir).
Lo que le importa a Anderson son los momentos, las vivencias de la juventud. Y eso nos lo hace saber muy bien mostrando caras jóvenes en la mayoría de personajes que aparecen en pantalla, siendo los adultos relegados a un segundo plano. Incluso, son los jóvenes los que producen, los que trabajan, los que innovan, los emprendedores. Siguiendo esta línea, asocia la idea de la juventud con la inocencia, lo puro, lo que aún no se ha corrompido o viciado.
Al otro lado, Anderson presenta a los adultos de forma peyorativa. Los presenta incluso caricaturizados, llenos de vicios y un poco torpes incluso. Es el caso del dueño del restaurante japonés, que intenta imitar el acento japonés de forma grotesca ignorando por completo el idioma; o el caso de la mujer agente de la industria cinematográfica cuando se burla de la nariz judía de Alana; o el del personaje de Sean Penn haciendo el numerito bochornoso de la moto; o a Bradley Cooper en su papel de estrella del cine creído, baboso y desagradable.
Si vemos, aquí no está relacionando únicamente la cuestión etaria o la inocencia. También está representando la madurez de la edad con la corrupción de la industria cinematográfica.
Por un lado, la pureza de los jóvenes aún no "manchados" por los vicios de la industria. Aquéllos que comienzan en el mundo del cine, que están llenos de ideas y de expectativas. No es casual que Anderson decida escoger a "no-actores" sin experiencia entre las cámaras para representar a los protagonistas de la película; y que la película gire entorno a la vida de unos jóvenes que comienzan su carrera e intentan hacerse un hueco en el mundo de la industria.
Y por otro lado, la degeneración de toda esa industria cinematográfica ya manchada, vinculada a los adultos y representada deliberadamente por los actores más conocidos del elenco.
Salen críticas a la industria como el acoso a las jóvenes actrices (cuando en la escena inicial un señor le toca el culo a Alana cuando está trabajando y va pasando); la hipersexualización de las mujeres en el cine (cuando la agente le dice a Alana que tendrá que estar dispuesta a desnudarse si quiere un papel); el abuso de poder de algunos productores con las actrices más jóvenes (Sean Penn); y la precariedad a la que se enfrentan muchos jóvenes actores (El trabajo de Alana como azafata, o el trabajo de Gary haciendo apariciones puntuales en los comerciales que no le dan para vivir).
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