(Sánchez jalando el frágil velo de la habitación luego de encontrar con su amante a su ramera que había huido de su lado)
-¿Qué te prometió?... ¿el corazón? –ordenando a su secuaz mientras este sujeta al sorprendió amante- ¡sácale el corazón!- Benicio del Toro saca su cuchillo.

-No te preocupes… pequeña… todos cometemos errores.
(Sánchez golpea con un látigo a su puta que lo abandono)
Escenas sadomasoquistas de la mente de Fleming, un regalo para la pupila.

Realmente de terror la historia de Alex (Glenn Close) su enfermedad la lleva a cometer actos fuera del control de su voluntad. Pero en el fondo el personaje de Alex, inspira cierta compasión, por ser un ser sufriente. Arrastrada por una tremenda devaluación. Posiblemente un trauma durante su niñez.
Una mujer rechazada tiene sentimientos de dolor y despecho. El hombre, por el contrario, tiene un papel más activo en la conquista. Por ello desarrolla más el instinto de dominio y es más dado a las reacciones violentas. Es difícil no darse cuenta de que se está sufriendo con demasiada frecuencia obsesiones de mayor o menor grado o, por el contrario, sentirse dominado por alguien demasiado posesivo y obsesionado.
Cómo reconocer al obsesivo
Los comportamientos obsesivos no surgen esporádicamente. Muchos de ellos se ven venir desde el primer momento en que la relación echa a andar. El ansia de información es el punto de partida. Desde el primer momento exige el teléfono de casa, el móvil y el del trabajo. También pregunta dónde está el lugar de trabajo o estudio y dónde vive la otra persona.
El asedio, a partir de entonces, puede llegar a ser obsesivo con un número exagerado de llamadas diarias. Además, cuando consigue entablar el contacto está molesto por la tardanza en conseguirlo. No es el mismo síntoma que el amor a primera vista pues en este caso no existen los reproches.
Respecto a la vida sentimental pasada, suelen criticar duramente a sus antiguas parejas. Se interesan vivamente por el número de novios y amantes, y por las razones por las que mantuvo esa relación. Pero por su parte no explican casi nada de ellos mismos. El punto más negativo y extremo llega cuando muestran su faceta más agresiva. Tras una discusión banal (ya sea por celos o por manías) pueden llegar a empujar o golpear a su pareja.
Todo un ejemplar… el personaje de Glenn Close. Que ya forma parte de la galería de chicas fatales memorables del cine.

“Sharon eres una hembra que eres capaz de devorar a tu macho en turno. Es tu naturaleza. Ocultas tu verdadera apariencia depredadora bajo la mascara de tu magnético atractivo. Porque eres culta, buena compañía, seductora en extremo, inteligente y sobre todo tremendamente sexual. Eres como una potente droga; una vez que te prueban es difícil alejarse de ti. Tu mortales estocadas de con pica hielo son el fin del valiente en turno. Eres una mantis en brama.
Eres un bello insecto, pero tan letal como una plaga de ellos.
Soy el moderno taxidermista que te puede tener en frasco lleno de alcohol y admirar y tu “belleza” salvaje, mitológica... soy el único ser que te puede tener y no correr peligro.
Bajo tus sábanas ya no corro peligro. Por que soy el cazador de bestias... surgido de un mundo paralelo... soy tu cazador por que yo también soy un depredador... y también estoy enfermo”.

Fuego contra fuego.
“Y el todopoderoso me protegerá de la red del cazador y de la peste funesta que devasta el mediodía”.

Carta de un guerrero ancestral, a un amor imposible.