Si tienes un rato para ver una película entretenida, aun sabiendo que no va a ser la mejor de tu vida, esta puede ser una opción tan respetable como cualquier otra. Muchas coincidencias, estamos de acuerdo, pero la suspensión de la incredulidad funciona, y si esto fuera cualquier metraje como "Al límite de la verdad" sería catalogado como un thriller de primera. Nada distinto a cuando se ve mal que un escritor español hable sobre Estados Unidos o intente defender una propuesta cualquiera en esta piel de toro. Haga lo que haga, mal.

Otro problema es cuando te empiezas a encontrar a pedantes que analizan los planos como si supieran más que los directores, de verdad que no puedo con ellos. También los hay que critican que un gran actor como Tosar salga en muchas películas, o que se subvencione el cine, como si no se hiciera con la industria del automóvil o España fuera el único país donde se hace.Por último, están los psicólogos, los que saben que un policía nunca se derrumba o no dice nunca "a ese tío se lo van a cargar". Se nota que no han coincidido con uno en su vida. Para mí, esto cumple su función, que no es otra que la de rellenar un sábado por la noche frente al televisor después de cenar con una historia llena de giros y cliffhangers. No sé si esperabais otra cosa en su lugar.

Como alguien ha indicado ya, el hecho de que un bodrio en el que no se entiende quién es quién llegue a obtener valoraciones tan positivas solo puede obedecer a snobismo. Soy escritor de thriller y suspense y con el tema de la apuesta esperaba encontrar una trama trepidante, personajes elaborados y que siguieran una evolución, que tuviesen conflictos importantes y que ello no estuviese reñido con la acción. Ya no cuela vender
como thriller cualquier bazofia donde todo el rato se dan mamporros, chistes malos y alaridos de "dame la pasta". No es comparable a películas como Django de Tarantino, no hay contexto histórico, ni trabaja el conflicto, no hay nada. Se salva la músicaz pero aun así es lenta, aburrida y sin sentido.