Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with ru3a5
Críticas 50
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
10
22 de junio de 2021
50 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque ese es el tema. Todos eran humanos, desde el último e insignificante soldado ruso o alemán, hasta el mando más alto.

No estoy de acuerdo en que esto sea "el Álamo". Aquello fue una auténtica fantasmada hecha por John Wayne para mayor gloria de un bando, cuya historia real incluso ha debido de ser quizá algo exageradilla en muchos libros de historia, no digamos ya la fantasmada de la película que se montaron con todos los clichés pertinentes de Jolivú.

A todo esto, aquí no se cuenta en absoluto la pedazo batalla a la que alude la sinopsis, sino un episodio aislado de la misma, con muchísimos menos soldados implicados.

Para mi mayúscula sorpresa, aquí todo es creíble. No hay exageraciones. Cada acontecimiento que aparece en la película, sea verídico o no (la veracidad de los hechos no debiera ser relevante porque no es un documental), es perfectamente factible, que es el punto. No hay fantasmadas. Esto es lo que importa, y en lo que sobresale.

Tampoco hay maniqueísmo, de buenos muy buenos y malos muy malos. Todos tienen sus cosas, sus miserias, sus virtudes y sus defectos. Varios personajes son dibujados a la perfección, con sencillez y naturalidad, y siempre con coherencia aunque esta se haga de rogar y no llegue pronto en algún personaje. Ni demasiados personajes "principales", ni demasiado pocos. Sin protagonistas claramente definidos.

Será porque es una película ya rusa y no una soviética, o por lo que sea, aquí los soviéticos -y los alemanes- son humanos. Son antiguos granjeros, maestros, ladrones, estudiantes, que a la fuerza o voluntariamente -sí, también hay voluntarios-, se ven embarcados en una guerra muy jodida. Es que nos invaden unos fulanos alemanes que tienen una tecnología del copón y que encima, pelean como dios, y hay que arrimar el hombro para que no nos engullan como a más de media Europa.

Aquí los rusos no son ni carne de cañón echada al circo para morir ganando por pura superioridad númerica, empujados a punta de pistola por malvados comisarios políticos, como dicta el dogma de la típica propaganda estadounidense, con dirigentes y generales estalinistas medio lelos o directamente retrasados mentales. Pero tampoco generales infalibles o héroes idealizados, haciendo fantasmadas, como en tantas y tantas cintas estadounidenses de exaltación patriótica, y también en sus homónimas soviéticas o rusas con la misma o peor exaltación patriótica hiperbólica en pro de la épica. Los alemanes, aunque tienen escasos diálogos porque se cuenta la historia de un pelotón, no de los otros pelotones y compañías soviéticos, ni los de los enemigos, son lo que son, aun siendo el enemigo teórico. Aparece como lo que es y hasta se menciona así en la película. Un ejército formidable en capacidad tecnológica y espíritu de lucha. Ni son unos gilipollas o simples marionetas que no saben disparar o por dónde andan, ni son unos malos malísimos en cada cosa que hacen, como en tantas y tantas cintas, .

Aquí se cuenta una batalla sin más. Un bando sigue unas tácticas -creíbles- con los medios que tiene, y el otro hace lo propio -de manera creíble también-, llegándose a un resultado, también creíble (quizá lo más creíble, spoiler). Nada chirría, nada se ve fuera de lugar. Vamos, que se ve como si un reportero de guerra se hubiera visto embarcado en esa batalla en las filas soviéticas, pudiendo haberse visto en las trincheras contrarias.

No se deja de lado alguna referencia a las brutalidades con población civil que tanto se exageran -a mi juicio- en filmes como la muy conocida "Masacre, ven y mira", en la que queman a gente viva y los alemanes lo hacen tan contentos y tan panchos y anchos, como quien toma un café, en plan psicópata. Aquí se ve alguna de esas brutalidades que todo bando comete (aunque sólo los vencedores cuenten las de los otros), pero de manera simple, sin vaselina pero sin calzador, sin exageración o tergiversación, sin querer decir tú fuiste más malo, sino como un devenir más, guerra es guerra, en ese campo concreto de batalla. Fue lo que fue, y punto. Pudo ser verdad o no, pero se plantea como acontecimiento de guerra sin más, sin -aparentemente- otros mensajistos subyacentes, para un lado o para el de más allá.

No hay diálogos estúpidos o sobrantes, no hay actitudes caricaturescas de nadie, y cuando casi las hay, acaban volviendo a su cauce (zona spoiler).

Estupendamenter filmada, con oficio. No hay preciosismo o rollo onírico oriental, ni dejes occidentaloides. Es que no hay clichés, o yo no se los veo, ni falta que le hace. Buenos efectos especiales, todos y cada uno. Sangre sin gore gratuito. Realismo en su justa medida, sin surrealismo ruso ni hiperrealismo a lo Spielberg o Gibson. Nada parece exagerado, raro o fuera de lugar, y esto lo dice todo. Equilibrio perfecto.

Encima, muy buenas interpretaciones (siempre me aseguro bien, porque veo todo, y digo todo, en sus versiones originales).

El único defecto que le veo a esta película es que se acaba. No porque el final sea abrupto o no lo tenga, que lo tiene y no me parece para nada malo, sino porque llevaba tan embobado e inmerso en la película desde su comienzo, que el fundido final fue como un corte de rollo, como un coitus interruptus.

En cine bélico (y he visto mucho, pero que mucho, por no decir todo o casi todo, por ahí andan mis votaciones de las que aquí he votado), nunca he visto una cinta tan correcta, tan redonda, tan honesta, tan equilibrada. Pienso en algún defecto, y no le encuentro ninguno; quizá que hay películas muy contadas, de varios géneros, que me emocionan, y esta, de tan equilibrada, no lo consigue, pero es que tampoco lo pretende ni hace trampas para buscar la lágrima, fácil o difícil.

No me ha emocionado, pero sí sorprendido, y mucho; como también me ha maravillado por todo lo que he dicho y no recuerdo haber visto antes. Así que con la misma sencillez, la recomiendo encarecidamente a todo el que le guste el cine bélico, le casco un diez y me quedo tan ancho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Debe de ser la primera película de la II Guerra Mundial que veo en la que el comisario político es un tipo normal, que tiene sus ideas y trata de llevarlas a la práctica, y punto. Ni es un vampiro con uniforme distinto, ni trata de imponer su autoridad sobre la militar (cuando hay tema táctico, cierra la boquita y punto), ni te está amenazando cada minuto con el gulag. Vamos, que como todo en la película, es creíble.

Me empezó a chirriar lo del subteniente de los cojones que aparece -un tanto con calzador, pero pase-, tan despiadado y obcecado, y aparentemente reuniendo todos los clichés del comisario político soviético que acabo de mencionar. Pero cuando la cosa se pone fea, resulta que es un pobre diablo, un chaval que las pasó canutas, un huérfano criado por el Estado, que quiere corresponder al Estado que lo crió, y que tiene sus motivos muy convincentes para ser como es o parecía ser. Así que acaba revelándose como tan humano como los demás, como todo quisque en esta película.

Otro que me empezaba a chirriar era el mandamás del baile, el teniente coronel que dirige la batalla gorda (la de la sinopsis), que aparentemente se pasa casi toda la peli mandando sin ningún tipo de justificación a ese pelotón perdido a la muerte, "pa ná", como si fuera un peoncillo que le molestase en el tablero de la verdadera batalla, de su gran ofensiva. El villano tipo de muchas pelis, vaya, el inconsciente que por razones estúpidas, o sencillamente sin motivo o por puro ego, manda a la muerte a un puñado de soldados. Porque él lo vale. Pues tampoco, oiga. Al final, cuando el pelotón protagonista -lo que queda de él- acaba la batalla de la manera más que creíble -que no es otra que la de conseguir salir por piernas-, y el mandamás dice que tienen que volver allí otra vez y volver a dar el callo, negándose el comandante y amenazando insubordinación, el aparente villano lo lleva a un aparte, y se molesta en explicarle como a un niño pequeño, que ni está loco ni es el villano típico, aunque lo parezca, sino que lo que le ordena es una pieza más dentro de la estrategia general de la batalla, que puede funcionar siendo de mucha utilidad a la ofensiva, y oh sorpresa, es creíble. Tienen que volver por varios motivos tácticos, para distraer del lugar de la verdadera ofensiva, valiéndose del factor sorpresa -los alemanes ni de coña se lo van esperan-, porque si han podido con lo otro con esto más, y porque -sólo faltaría- van a ir con refuerzos y armamento antitanque y lo que les hiciera falta. Nada de "por la madre Rusia" o "por mis cojones". No. Táctica bien explicadita y razonable. Tanto es así que el comandante, que tampoco la entendía ni se la creía, va y se la cree. Y yo con él.

No falta escenita de masacre de población civil, pero con matices. Encuentran a todos los del pueblo muertos y apilados en el sótano de la iglesia. 200 hombres, mujeres, y especial abundancia de niños, afirma uno de los personajes. Algo que, cuentan históricamente los vencedores, los alemanes hicieron mucho por Rusia, y seguramente, Stalin, Churchill, De Gaulle y Eisenhower, nadita. Que en las ciudades alemanas arrasadas no palmó ni un solo civil, oiga. Lo novedoso es que se relata, lo decía arriba, como un acontecimiento más de la batalla. No veo el ánimo de meter en el ojo, de decir vosotros sí que érais unos malnacidos, y nosotros no. No se hace sangre, ni se busca el propagandismo como en "Masacre ven y mira" -aquí ya no tendría sentido-, ni el efectismo, ni se pone como parte relevante en la historia. Como angelitos dormidos y polvorientos aparecen, sin alharaca. Se menciona de pasada, como un evento más, y ya está.

En fin, que maravillado quedo por este film y bien hallado ha sido. Que junto con otra maravilla asimismo reciente con fecha como título también, aunque de la gran guerra anterior y con un estilo fílmico muy distinto, es de lo mejor que he visto del género para mi humilde gusto. Que quien tenga que aprender aprenda, y que cuenten así más batallas.
7 de marzo de 2021
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
A todos nos pasa. De jovenzuelos, siempre hay cierto tipo de películas que quizá no sean gran cosa, o sí, pero que a cada cual las suyas, les dejan una marca indeleble.

Este, para mí, es quizá el caso más notable. Me enamoré de esta película, yo que no soy fan precisamente de las historias de amor. Debe de ser que cuando me gustan, me gustan de verdad. Me pasó algo parecido mucho después, con Shakespeare in Love. Pero me gusta más esta. Porque Cyrano es mucho Cyrano.

Y en esta película, para mi mayúscula sorpresa, me ha sucedido algo que no me ha pasado, ni, supongo, me volverá a pasar jamás: LA VERSIÓN DOBLADA (EN ESPAÑOL DE ESPAÑA) SUPERA, DE LARGO, LA ORIGINAL. Pero mucho. De joven la vi mil veces, doblada. De bastante más mayor, he adquirido la sana costumbre de ver todo, y cuando digo todo quiero decir todo, en versión original. Sea en inglés, francés, alemán, japonés o chino mandarín. Y cuando, tras más de veinte años probablemente sin verla, la he revisionado en VO, el chasco, para mi sorpresa, ha sido mayúsculo. Pero caramba, si en el francés original -y no es porque no lo entienda lo suficiente- hasta parece que se pierden las rimas, que son una constante en el film. Pero es que hasta los textos mejoran en la versión doblada, como también las rimas. Increíble, por tanto, el trabajo de doblaje. Me quito el sombrero, con pluma y todo. Jamás, insisto, he visto un doblaje que no sólo supera al original -encima, en un guión en el que absolutamente todo está en verso-, sino que además, lo hace con tantísima holgura. Hasta Dépardieu se ve mejorado, que ya es decir.

Para resarcirme, cualquier día de estos la volveré a ver, pero doblada. No puedo destacar nada. Ni siquiera el monólogo final. Me enamoró de cabo a rabo, y por lo que veo, es un amor de por vida.

Edito un rato más tade: ¿lo adivináis, verdad? Sí, la he vuelto a ver, doblada en español de España. Vuelvo a hablar en verso.
3 de noviembre de 2021
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias, Villeneuve, porque si no hubiera sido por ti, no me hubiera animado a ver, por aquello de comparar, el destrozo que hicieron con la película de Lynch en el 84, los amigos De Laurentiis. Seguramente la había visto de niño, sabía que contaba cosas, pero no la recordaba. Tengo una memoria infame, además.

Es una pena que los 80 no fuera una época en la que se pudiera hacer lo que hizo Peter Jackson, una trilogía en la que pudiera plasmar mejor una obra, la de Herbert, tan o más densa y rica que la de Tolkien.

Ocho horas de metraje, se dicen que tenía. Que Lynch habría tratado de reducir a cinco. Que ante las presiones de Dino y Raffaella, trató de reducir a tres. Ni por esas. Dos y poco, y ya cortamos nosotros, para que no te termine de dar el parraque.

Lo que no acabo de entender es por qué Lynch consintió en poner su nombre en el guión y la dirección de los créditos, en la versión recortadísima, con un montaje infame con más tijeretazos que el taparrabos de Tarzán, que perpetraron los De Laurentiis; y en cambio no hizo lo mismo con la Versión Extendida que se sacó después, remontada por Universal con algunos trozos de aquel metraje descartado, y de la serie -al parecer, bastante deficiente- que se sacó después, supongo que aprovechando también parte de aquel material.

Bien es cierto, todo hay que decirlo, que en esta versión extendida se suprimieron algunas escenas escabrosas, tan del gusto de Lynch, que daban esa pátina y distinción a la original, que la separaban tanto de las infantiloides Stars, la Wars y la Treck; pero al menos no resulta tan atropellada, entrecortada y en definitiva, destrozada, que se sacó al principio. Supongo que a esas alturas, el pobre David ya estaba hasta los mismísimos, el destrozo ya lo daba por consumado, y estaba a otras cosas.

Pues decía: al día siguiente de ver el hermoso cuadro de Dune de Villeneuve, sin contenido de niingún tipo -no voy a entrar en el libro-, sin ningún sentido, puro espectáculo visual sin chicha alguna, me vi la versión mutilada hasta el extremo, la primera que se sacó del material de Lynch en el 84. Qué diferencia. A pesar de estar en el estado lamentable que estaba, al menos contaba algo. De hecho, sólo en la alocución de la emperatriz al principio, en dos minutos cuenta más que la de Villeneuve enterita. Aún así, hicieron tal despropósito con ella, que para mí no pasaba del 7, y se lo di pensando en lo que Lynch debía de tener en mente, lo que pudo haber sido y no fue, y lo cabrones que fueron los productores al masacrarle el trabajo de aquella manera.

Aunque Lynch renegara de la Versión Extendida, que he visto un día después (a versión de Dune por día, tendré que releerme un día de estos toda la saga de Herbert, cuando tenga tiempo, porque hace falta y mucho), a esta ya le doy un 10. Bien es cierto que con indulgencias:

a) Reponer mentalmente el par de escenas que le quitaron, tan de Lynch, que le aportaban ese toque todavía más oscuro, impactante... y parece ser que inapropiado para la gente de Universal que trató de arreglar un poco el primer destrozo. Querrían bajar la calificación de edad, supongo, que las de Star habían vendido un huevo..

b) Perdonando esos trajes mezcla de sulfatador y apicultor que le pusieron a los Sadaukar imperiales, y pintados de blanco, a los protas en el asalto final. Incomprensible, cuando otros, como los de los Fremen, les daban mil vueltas, sin tener que irnos a los troopers de Star Wars de diez años antes.

c) Perdonando que junto a efectos espectaculares para la época (los gusanos sobre todo), convivían otros de serie Z (las explosiones, disparos...).

d) Perdonando que al amigo Lynch, las escenas de acción se le atravesaban un pelín.

Pero lo cierto es que esa versión extendida ordenó lo justo para que quedara una historia bien contada, inteligible y coherente, sobre todo en la primera parte, que es la más retocada con diferencia. Por mucho que unos cuantos la sigan criticando por inconexa. Para mi gusto, incluso, sobra un poco de voz en off explicando todo, a veces de manera innecesaria, seguramente con el afán de contar mejor lo que en la versión mutilada inicial quedaba absolutamente inintegilible. Ni un extremo, ni el otro.

Pero se lo perdono. Se lo perdono porque Lynch le echó dos huevos como dos catedrales, con los medios de la época. No tuvo las facilidades del neozelandés Jackson, más bien todo lo contrario. Aun así, a contracorriente, logró que poco a poco los críticos se rindieran a la evidencia de que había pergeñado una obra, no entraremos en si maestra o no, pero sí única y de culto, casi perfecta si añadimos a la extendida el par de buenas escenas eliminadas, y quitando un poquito de voz en off.

Al tercer día resucitó, en forma del que, dicen, es el mejor fan-edit de la historia del cine, un trabajo de orfebrería hecho por un fan, Spicediver, que incluso mejoró, al parecer, la versión extendida de cines, que se conoce como versión "alternativa". Así que al tercer día la veré, gracias a Villeneuve también, y me seguiré maravillando de lo buen cine que se hacía, y de los bonitos cuadros con CGI que se hacen ahora sin contar absolutamente nada. Antes te ibas al cine, ahora al museo del Prado... con suerte.

La pena más grande, es que Lynch -no sé de qué humor estará a sus 75 añazos-, no se mosquee con esta caca tan vistosa de Villeneuve, pudiese recuperar sus cinco, ocho o las horas que pudo grabar en su día, remasterizarlas, y hacer exactamente lo que quiso hacer. Pero con lo que quedó, me basta para satisfacción total, y un 10 tras ver la versión extendida. Con la "alternativa" disfrutaré todavía más, según se cuenta. Pues será un 10 más redondo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Imperdonable no, porque en bagaje total lo perdono, pero sí muy lamentable que en la versión extendida de cines, en la que añaden escenas que la hacen ganar bastante coherencia y mucho más entendimiento de lo que se cuenta, se eliminasen al menos dos escenas icónicas, como la del barón Harkonnen merendándose vivo a un rico mancebo a bocado limpio (bueno, no tan limpio), en frenesí antropófago-homosexual, o la de la madre y hermana de Muad’dib’ con los ojos sangrando, al igual que este, cuando el agua de la vida le hizo convertirse por fin en el que estaba llamado a ser.

En fin, veamos si la versión "alternativa" del buen currante Spicediver, bendito sea, redondea todavía un poco más el desaguisado de lo que tenía que haber sido un hito de la scifi incluso más grande que 2001, y a años luz de las infantiles Star Wars o Star Treck, tan de Disney (ahora ya literalmente), al lado de la oscuridad, crudeza, autenticidad y carácter onírico, sin dejar por eso de ser tanto o más épica, de la obra de Lynch.
31 de julio de 2021
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Dentro de 10 años (por ejemplo), cuando los efectos de "Avatar" sean del montón, ¿tendrá la cinta de Cameron algo que la siga haciendo recomendable?" decía The Fucker por aquel entonces, resumiendo la opinión de muchos.

Resulta que ha pasado el blue ray por aquí (en 2D), y la he vuelto a ver, 12 años después. Cuando la vi en su estreno (también en 2D), le había puesto un 8, porque al margen de la imaginería visual, del mundo recreado con total coherencia (al margen de sus efectos especiales, que coño, eran perfectos también), se contaba un cuento para niños, sí, pero un cuento que he visto 12 años después, y no recuerdo si la primera vez me emocionó, pero como esta sí, aquí estoy, para responder esa pregunta que hacían muchos. Y para subir aquel 8 a un 10 como una catedral, como a cualquier película bien hecha que me hace sentir algo.

Eso es lo que hay tras 12 años. Un peliculón. Una historia emotiva, mil veces vista, pero como otras que también y son -también- obras maestras del cine. ¿Por qué una película mil veces vista puede llegar a ser una obra maestra? ¿Por ser un hito en efectos en su día que no han envejecido un ápice en 12 años de CGI a tutiplén e IA que ya crea actores artificiales indistinguibles de los reales? No. Por crear un mundo redondo, real. Por contar un hermoso cuento, sin necesidad de humor negro, humor fácil, o casquerías, por ejemplo. Con maniqueísmo de cuento, sí. Con bello mensaje ecologista. Pues ole tus huevos, Cameron. Por hacer lo que ya quisiera hacer Disney.

Y la ironía es bestial. Porque este es el mejor cuento chino de la historia, ya que este mismo año 2021, 12 años después, se ha estrenado en China, al parecer. Y al parecer, gracias a ello ha recuperado su posición de película más taquillera de la historia, ganando por la mano a muchos blockbuster de postín. Y yo que me alegro.
20 de diciembre de 2020
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a dejarme de tecnicismos de cine, porque desconozco los misterios de la imagen y el sonido.

Lo que acabo de ver, fotograma a fotograma, sin pestañear, y sin que me sobrase -por primera vez en... ¿cuánto tiempo?- un solo segundo de metraje, es una OBRA MAESTRA. Así, en mayúsculas, y sin paliativos.

No puedo hablar de cine con propiedad, pero me ha dejado embelesado el manejo de cámara, de encuadre a encuadre, todos perfectos. Esas secuencias abarcando el griterío del pueblo desde sus casas, gritando, en definitiva libertad, cual Wallace. Ese blanco y negro que no lo parece, de puro bien fotografiado que está. Esos primeros planos que lo dicen todo sin decir nada. Ese realismo nada forzado, sin necesitar staccatos, cámaras con parkinson, o naranjitas de la China. Ese maestro Morricone que, por una vez, más se intuye que domina. Porque los silencios también son sabios, y también saben contar.

No, señores. Esto no es una película de terrorismo. No se engañen.

Esto es emoción pura, para quien la sepa entender y disfrutar. Sin ánimo de ofender. Es un pueblo luchando por -y consiguiendo- su LIBERTAD. Es Braveheart en Argelia, pero mejor contado incluso.

Es, ni más ni menos, lo que el maestro Eugène Delacroix también plasmó, no en celuloide sino en lienzo, en una de las imágenes más conocidas e icónicas de todos los tiempos: el de la libertad guiando al pueblo. Allí -mire usted- bandera de Francia en ristre, los propios franceses detrás, todos a una también, acabaron, también, por conseguirla.

Algo que en nuestra España sucedió, que yo sepa, tan sólo una vez, cuando el estado -el rey de turno- dejó tirada a la nación (los ciudadanos), con ocasión -y seguimos con la ironía- de la invasión francesa. Estado, sepan, son las instituciones que gobiernan una nación; puede ser democrático -los menos-, dictatorial, colonialista, totalitario, puede tener muchas formas. Pues por una vez, la nación española lo hizo. Con su estado escapado, cogió su soberanía por los cuernos, y echó ella solita, con un par, al entonces mejor ejército del mundo. El de Francia y Napoleón, oiga. La pena es que como somos "asín", recuperamos como los argelinos la soberanía, pero nos debió de parecer un exceso, caramba, eso de elegir nuestro propio destino, tener esa responsabilidad, quita, quita, así que la volvimos a regalar. Nos gusta que mande otro, ser súbditos. Primero caudillos, luego reyes, luego dictadores, y ahora, partidos "políticos" que se representan a sí mismos o a quienes les pagan sin control alguno, y nunca al ciudadano, al que le sueltan migajas para que estorbe poco.

En esta enorme película, el estado tampoco representa a los argelinos. Porque es un estado extranjero, colonialista por más señas, que ha sometido por la fuerza a otra nación. Aquí sí que hay, señores, un ejemplo de autodeterminación, de búsquese la libertad de decidir que le han robado. Como lo fue en la propia Francia, cuando la nación estaba sometida no por un estado colonial extranjero, sino del propio país (el rey y la nobleza). En ambos casos, argelino y francés, cada uno en su época y en su contexto, un pueblo, una nación, unos ciudadanos, lograron su libertad, recuperando la soberanía que habían perdido, y sacudiéndose el yugo de un estado que, por bueno que pudiera ser -que en ninguno de los dos casos lo fue-, no había sido elegido por los ciudadanos: el estado no los representaba, sino que los sometía. Por eso no eran realmente ciudadanos, sino súbditos.

Así que no, señores, no.

Aquí el concepto no es el terrorismo. Es la LIBERTAD. Quien lo confunda, es como el que se cree eso de que en España hay o hubo alguna vez democracia, salvo cuando acabó con lo de Pepe Botella y su hermano. Pontecorvo nos regala, nos hace vivir, cómo un pueblo lucha y logra su independencia, su libertad política colectiva. El derecho, ni más ni menos, a decidir su propio destino. Una independencia, una LIBERTAD, que en este caso lo es con todas las letras, sin ser prostituida como hacen algunos, para convencer a otros que son o fueron nación, y colonizados. Y no miro a nadie.

Pontecorvo lo pintó con Argelia, Gibson con Escocia, y Delacroix con Francia.

En cuanto a los atentados, no dejan de ser una táctica de guerra (la de guerrilla). Y es que la libertad, cuando te colonizan, no se la recupera a besos. Se la recupera con sangre, porque el colonizador conquistó con la fuerza, y sólo con la fuerza se le puede echar. A menos que un día se invente otra receta con más vaselina. Que ojalá.

¿Película de terrorismo?

Hablen con monsieur Delacroix. Escúchenle. Lo pueden hacer sin necesidad de especial sensibilidad artística, con sólo ver su famoso cuadro.

Pero tengan cuidado. Porque quizá la lección se les atragante. Y la vergüenza ajena es muy mala, pero la propia es peor. Más cuando nos cuentan, con tal brillantez como en esta obra maestra, cómo otros tuvieron que remar, y remaron, para echar a un estado que les robó la soberanía. Cosa que hoy (sí, hoy) ocurre en casi toda Europa, donde se gobierna, señores, sin separación de poderes, sin diputados de distrito (sin representación REAL del ciudadano), y sin independencia judicial: o sea, con el poder concentrado -absoluto o totalitario-, como lo era el de los emperadores, o los reyes que cayeron, en un buen día para los franceses, bajo el invento de monsieur Guillotin. O los reyes ingleses, que tuvieron la decencia -o la buena vista- de dar un paso a un lado cuando su pueblo inventó el Parlamento, el de verdad, y recuperó su soberanía.

Ya ven que quería seguir sin mirar a nadie, pero que me cuesta. Y tras haber asistido a tal homenaje a la soberanía nacional, me cuesta mucho más. Me enerva ver, tan cerca, que nuestros antiguos caudillos y reyes, hoy reconvertidos en partidos políticos, que mola más y hasta se vota, tengan secuestrada nuestra soberanía, sin que nos importe un huevo.

¿Película de terrorismo? Y un cuerno. Lección de libertad. Para quien la quiera, o tenga bemoles de aprenderla.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    Los gatos (C)
    2015
    Alejandro Ríos
    6.3
    (34)
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para