Es interesante ver una película que trata el tema de la igualdad ante lo diferente en el primer tercio del siglo XX. No sé hasta qué punto existen obras (libros, películas, etc.) que aborden el mismo asunto (se me ocurre que podríamos recurrir al querido Kafka). Sin duda, a pesar de la sencillez de la trama, una película que, con su corta duración y su dinamismo, es amena y recomendable para cualquiera.

Lo diferente no es ni mejor ni peor: es eso, diferente. Si fuera cualquiera de las otras dos cosas, no necesitaríamos un término distinto.

Esta película, con todos sus trucos, lo que está haciendo es señalar cada uno de los elementos característicos de las películas de miedo, riéndose (y respetando) de los personajes, lugares y situaciones tópicos del género para hacer al mismo tiempo homenaje y gracia. Desde luego, es una película en la que se sabe lo que se hace, con tintes de Lovecraft y referencias a enemigos característicos de las películas de terror.
Muy buena. Recomendable para quien quiera pasar el rato y disfrute viendo cómo hurgan y diseccionan lo típico de las películas de miedo.