La última película de Yorgos Lanthimos se nos presenta con estructura de tríptico : tres historias diferentes protagonizadas por los mismos actores que aún encarnando personajes distintos convergen en algún punto de la historia. Hiladas por uno de los personajes con el que abre y cierra el film, que aparece en las tres historias y que hace de hilo conductor de la historia que engloba los tres episodios.

Rodada con ritmo de Thriller, reconocemos inmediatamente la música inquietante que tanto le gusta, nos pone en guardia desde la primera escena y nos “avisa” por si alguien acude al cine con el recuerdo amable de “Pobres Criaturas” , de que otra vez Lanthimos nos va a incomodar hasta llevarnos a ese lado oscuro, cruel, y gore a veces, que nos resulta tan insoportable.

Desde el punto de vista del PLANO SIMBÓLICO, aborda el tema de DIOS y la RELIGIÓN. Con la estructura en tríptico que nos remite a la imaginería cristiana, hasta la búsqueda de un Dios Salvador que nos devuelva a la vida (Cristo). Ese Dios se nos presenta en todo momento caprichoso y cruel jugando con los hombres a su antojo y recreándose en su dolor y sufrimiento, tanto físico como psicológico. A la vez es un Dios que se ríe de sus criaturas llevándolos al límite de lo que su naturaleza humana puede soportar.

El humor negro, presente en toda la cinta, tiene su apoteosis en la escena final, después de los títulos de crédito, en la que aparece el personaje que une las tres historias.

Película muy recomendable para los fans de Lanthimos. Grandes actuaciones de Willen Dafoe, Emma Stone ( candidata a convertirse en su actriz fetiche) y un fabuloso Jesse Plemons.