Como muchos coinciden, si es cierto que el tiempo en algunos planos se le ha ido de las manos. La escena en que la madre se levanta del suelo es exageradamente larga. A pesar de que te encante la pelicula, no puedes evitar mirar a otro punto de la habitación y pensar que se está alargando demasiado. Y en este punto es donde encuentro el segundo defecto que le quita realismo a lo ocurrido en el film: la frialdad absoluta por parte de los padres después del asesinato de su hijo. Te da la sensación de que te afecta más a ti como espectador que a la propia madre, que saca fuerzas suficiente para levantarse del suelo y huir.

La mayor virtud, a mi parecer, es la creación de dos personajes: Paul y Peter. Personifican una crueldad amable y cortes, que te irrita a lo largo de la película. Escandaloso por la frialdad en la que tratan ciertos aspectos, asesinan a un niño y siguen sonriendo a la cámara. Te hacen participe de un juego macabro. Y además no te dan ninguna explicación lógica. Ellos dos y la familia parecen sacados de dos películas completamente diferentes: sudor, sangre y llantos por un lado; risas, amabilidad y pulcritud, por otro.