Aunque mantengo en la retina buena parte de esta cinta, no necesito volver a verla, puesto que tras "Avatar" tengo la sensación de que quizás es eso lo que nos deja el Sr. Cameron en sus trabajos: que no se olvidan. Nos envuelve en un alarde de técnica y espectacularidad una historia floja, con romance entre los protagonistas plano e intrascendente incluido. El alma que le influye a estas historias no la encuentras en los personajes, ellos van a la deriva, únicamente empujados por la corriente que lleva hasta el letrero de "Fin". Soy un apasionado de la técnica infográfica, y es en ese punto donde tanto este film como "Avatar" o "Terminator 2" me han seducido (aunque esta última tiene el detalle de tener un guión infinitamente más sólido). Sr. Cameron, nunca olvido el papel de regalo con el que envuelve sus productos, pero debe esmerarse más porque no siempre lo que importa es la intención.