Desde el primer momento intuyes que es la madre la que rapta a los niños, de hecho desde los primeros minutos estuve pensando "que no sea la madre y me sorprendan, porque es demasiado evidente" pero no hubo manera. Mientras se sucede la película vas afianzando que es la madre por diferentes motivos: Justo sale antes que los niños, llama al marido al rato de irse ya me diréis para qué si lo odia, justo llama "la secuestradora" en el momento en el que el marido sale del piso y ella, que se supone que como madre desesperada estaría pegada al teléfono justo la pillan "en una habitación y no le dio tiempo a ir a por el teléfono". Era todo muy evidente, pero aún así me esperaba un giro de guión, dónde casualmente fuese otra persona del edificio, el conserje por ejemplo, o el comisario finalmente, que sabían que el niño tomaba la pastilla y se la habían dado por si acaso, o yo que sé. Pero al final te quedas como que no hubo realmente intriga ya que desde el primer momento sabes lo que sucede.

El cura es un personaje increible, pasa de ser su confidente a ser un poco "maruja cotilla" en el momento que llega con las cervezas a su casa, realmente te ries con ese personaje.