Es mi primera crítica para filmaffinity y seguramente será la última ya que me encanta leer las opiniones de los demás (y sus ingeniosos spoilers) y por desidia y falta de tiempo no he opinado sobre ninguna película o serie. Pero es que esta se lleva la palma. He sacado tiempo para escribir y la desidia se ha convertido en ganas de dejar mi granito de arena. He sacado tiempo para escribir y la desidia se ha convertido en ganas de dejar mi granito de arena. Hacía tiempo que me la habían recomendado así que un día, viéndola en unos grandes almacenes, decidí comprármela convenciéndome que una serie que está en el tercer lugar del top filmaffinity por detrás de dos obras maestras como la saga del Padrino (la tercera se aleja del encanto de las dos primeras) no podía sino que encandilarme capitulo tras capítulo. Y ahora, que hace dos días que ya no me acuesto en Baltimore, siento un vacío que seguramente no llenará ninguna serie que vea en adelante o me falte por ver. Por mucho que me gusten los libros de George R. R. Martin y la serie esté magníficamente bien adaptada, por muy bien que me caiga Dexter y su cuestionada moral y piense que las dos primeras temporadas son excepcionales o que Breaking Bad es una serie que va "in crescendo" y culmina su última temporada con una intensidad apasionante, ninguna de ellas, ni mencionando otras, podrán acercarse a las sensaciones del entramado vertedero de Baltimore que han creado en mí. No hay escenas de relleno, los planos son clásicos y directos, sin los giros de cámara o flasbacks que tanto abusan en otras series del mismo género, los protagonistas son de lo mas corriente, con sus defectos y virtudes y como en la mayoría de los casos, guiándose hacia sus propios intereses. Los guiones, hacen que el espectador los vaya encajando poco a poco en su cabeza, temporada tras temporada. Y por eso creo que esta serie es lo mas real que he podido ver. Una serie donde "los malos" se van de rositas, donde los buenos a veces hacen de malos para salvar su pellejo y donde los políticos... pues eso, hacen de políticos. Echo de menos a McNulty y su promiscuidad, a Lester y su sabiduría, a Kima y su sensatez, a Bunks y sus comentarios cachondos y a Bubbles, porque se le coge cariño. Y a todos "los malos"/drogadictos o chavales de Baltimore. Y al que más, a Omar Little y su fusca.