Te la venderán como una obra maestra, te dirán que no consigues captar la esencia, y una serie de argumentos más para esconder que lo que les gusta es no pasar miedo centrándose en la falta de lógica. Es otra de esas tantas películas que no consiguen lo que buscan. Intentan rodearte de una atmósfera de inquietud y angustia que no existe. Terminas odiando a todos y cada uno de los protagonistas y recalcando su falta de inteligencia. Vamos, lo que viene a ser una película que no vuelves a ver en la vida. Pero oye, si para el de 'El Mundo' es arte, igual soy yo el equivocado.