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5.2
1,929
6
18 de enero de 2025
18 de enero de 2025
27 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película no cumple expectativas. No es un hombre lobo clásico. No hay una maldición, no hay una cacería de víctimas en cada luna llena, no hay balas de plata. Tampoco es lo que esperas del director Leigh Whannell después de Upgrade o El hombre invisible. Tampoco es sólo una película de terror, tiene mucho de drama familiar, lo que desconcertará a muchos espectadores.
Pero esta película también tiene sus propios méritos. Tiene algunos hallazgos de originalidad, como concentrar gran parte de la acción dentro de una casa y en una sola noche. La atmósfera de claustrofobia durante el asedio está bien conseguida. Hay escenas de tensión de la buena, como la del coche. Consigues conectar emocionalmente con los personajes, los actores cumplen, especialmente el protagonista y la hija. La transformación del protagonista es angustiosa y compartes su desesperación. También te pones en el papel de la madre, obligada a convertirse en protectora. Que el peligro esté tanto dentro como fuera de la casa causa inquietud y también tristeza, ante la impotencia del padre y el dramón familiar que se produce. Los cambios de cámara entre la visión humana y la visión hombre lobo son visualmente muy interesantes.
En resumen, una película de terror que no pasará a la historia, pero cumple con su buena ración de sustos. Recomendable para pasar un rato entretenido.
En SPOILER más detalles.
Pero esta película también tiene sus propios méritos. Tiene algunos hallazgos de originalidad, como concentrar gran parte de la acción dentro de una casa y en una sola noche. La atmósfera de claustrofobia durante el asedio está bien conseguida. Hay escenas de tensión de la buena, como la del coche. Consigues conectar emocionalmente con los personajes, los actores cumplen, especialmente el protagonista y la hija. La transformación del protagonista es angustiosa y compartes su desesperación. También te pones en el papel de la madre, obligada a convertirse en protectora. Que el peligro esté tanto dentro como fuera de la casa causa inquietud y también tristeza, ante la impotencia del padre y el dramón familiar que se produce. Los cambios de cámara entre la visión humana y la visión hombre lobo son visualmente muy interesantes.
En resumen, una película de terror que no pasará a la historia, pero cumple con su buena ración de sustos. Recomendable para pasar un rato entretenido.
En SPOILER más detalles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cosas que SÍ me han gustado:
- Que la vía de contagio tenga una base pseudo científica al tratarse de una infección y no de una maldición. Cuanto más realista, más terrorífico, vale. No obstante, puestos a pretender verosimilitud, ¿se contagia con arañazos? Además, es imposible esa transformación física en apenas unas horas.
Cosas que NO me han gustado: la falta de coherencia del guión, en detalles que me sacaban de la historia, como por ejemplo:
- El plot twist del padre nos lo veíamos venir todos. Sorpresa dramática not found. Momento freudiano total de "matar al padre", sí found.
- ¿Por qué se empeña el padre del protagonista (entendemos que viudo) en quedarse a vivir con su hijo en un valle lleno de peligros? ¿Qué lo ata a ese lugar, si está en medio de la nada? ¿No es más fácil mudarse? ¿Tiene algo que ver con la madre, de la que no nos explican nada?
- El padre pasa muchos años viviendo en esa casa supuestamente búnker, pero las ventanas del piso de arriba no tienen rejas. Hay que tapiar las ventanas del piso de arriba. Esto es de primero de [SPOILER] Señales, de Shyamalan [FIN SPOILER].
- Además, las puertas de la casa son de papel y tienen que atrancarlas. ¿Es que no tuvo que reforzarlas el padre en todos los años que vivió allí? ¿Al hombre lobo no le dio por asediarlo a él nunca?
- Los protagonistas cometen algunas imprudencias absurdas que te desconectan del personaje y te sacan de la película: ¿pero por qué se para el padre delante de la puerta con la trampilla del perro? ¿Pero cómo se le ocurre a la madre permitir que el padre vuelva a entrar en la casa cuando se le ve que está ya más allá que aquí? ¿Por qué le deja a la hija tocarle la frente al padre? ¿Y lo de subirse a la estructura del invernadero a 50 cm de la cabeza del bicho?
- Tampoco tiene sentido que un hombre que vive en soledad, que es cazador, y que tiene un rollo survivalist no tenga un arsenal en el sótano. En la casa no hay ni un rifle. Que es Estados Unidos, por Dios.
- Es demasiada casualidad que el mismo día que están llegando al rancho, tengan el accidente y se desate todo.
- El "guiño" a Saw con la cadena y el cepo, no me parece nada creíble, podría haber abierto el cepo con las manos o haciendo palanca con algo del cobertizo.
- Cuando en el encuentro inicial en el puesto de caza el hombre lobo no consuma el ataque, me pareció oír un silbido y pensé que desaparecía porque alguien lo "llamaba", pero después no dan nada de información sobre esto. No sé si me lo imaginé, es una línea argumental clave que dejan sin resolver, o hay algo en el metraje del director que no hemos visto.
- No he encontrado ninguna referencia a la información que dan al principio, sobre la desaparición del excursionista y la "fiebre de las colinas". Pensaba que estaban basándose en una desaparición local y una leyenda en concreto.
- El hombre lobo o es letal o no, no tiene sentido que despache a rudos hombres de la América profunda armados pero puedas mantenerlo a raya con un atizador. Tampoco tiene sentido que se acerque o se aleje de la casa para permitir los intentos de escapar, si no hay nadie más en los alrededores, ¿o es que se aleja para que salgan? No sé, no termino de entender si conserva inteligencia o no.
- Que la vía de contagio tenga una base pseudo científica al tratarse de una infección y no de una maldición. Cuanto más realista, más terrorífico, vale. No obstante, puestos a pretender verosimilitud, ¿se contagia con arañazos? Además, es imposible esa transformación física en apenas unas horas.
Cosas que NO me han gustado: la falta de coherencia del guión, en detalles que me sacaban de la historia, como por ejemplo:
- El plot twist del padre nos lo veíamos venir todos. Sorpresa dramática not found. Momento freudiano total de "matar al padre", sí found.
- ¿Por qué se empeña el padre del protagonista (entendemos que viudo) en quedarse a vivir con su hijo en un valle lleno de peligros? ¿Qué lo ata a ese lugar, si está en medio de la nada? ¿No es más fácil mudarse? ¿Tiene algo que ver con la madre, de la que no nos explican nada?
- El padre pasa muchos años viviendo en esa casa supuestamente búnker, pero las ventanas del piso de arriba no tienen rejas. Hay que tapiar las ventanas del piso de arriba. Esto es de primero de [SPOILER] Señales, de Shyamalan [FIN SPOILER].
- Además, las puertas de la casa son de papel y tienen que atrancarlas. ¿Es que no tuvo que reforzarlas el padre en todos los años que vivió allí? ¿Al hombre lobo no le dio por asediarlo a él nunca?
- Los protagonistas cometen algunas imprudencias absurdas que te desconectan del personaje y te sacan de la película: ¿pero por qué se para el padre delante de la puerta con la trampilla del perro? ¿Pero cómo se le ocurre a la madre permitir que el padre vuelva a entrar en la casa cuando se le ve que está ya más allá que aquí? ¿Por qué le deja a la hija tocarle la frente al padre? ¿Y lo de subirse a la estructura del invernadero a 50 cm de la cabeza del bicho?
- Tampoco tiene sentido que un hombre que vive en soledad, que es cazador, y que tiene un rollo survivalist no tenga un arsenal en el sótano. En la casa no hay ni un rifle. Que es Estados Unidos, por Dios.
- Es demasiada casualidad que el mismo día que están llegando al rancho, tengan el accidente y se desate todo.
- El "guiño" a Saw con la cadena y el cepo, no me parece nada creíble, podría haber abierto el cepo con las manos o haciendo palanca con algo del cobertizo.
- Cuando en el encuentro inicial en el puesto de caza el hombre lobo no consuma el ataque, me pareció oír un silbido y pensé que desaparecía porque alguien lo "llamaba", pero después no dan nada de información sobre esto. No sé si me lo imaginé, es una línea argumental clave que dejan sin resolver, o hay algo en el metraje del director que no hemos visto.
- No he encontrado ninguna referencia a la información que dan al principio, sobre la desaparición del excursionista y la "fiebre de las colinas". Pensaba que estaban basándose en una desaparición local y una leyenda en concreto.
- El hombre lobo o es letal o no, no tiene sentido que despache a rudos hombres de la América profunda armados pero puedas mantenerlo a raya con un atizador. Tampoco tiene sentido que se acerque o se aleje de la casa para permitir los intentos de escapar, si no hay nadie más en los alrededores, ¿o es que se aleja para que salgan? No sé, no termino de entender si conserva inteligencia o no.
6
15 de febrero de 2025
15 de febrero de 2025
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disclaimer: esta crítica es de y para fans de Bridget Jones. No es una gran película (la primera peli sí lo fue y me pego con quien haga falta para defenderlo), pero déjame tomarme esto en serio.
Bridget Jones vuelve a la gran pantalla a traernos otro capítulo de su vida lleno de sus peripecias y torpezas. No obstante, Bridget Jones (4): Loca por él es la película más diferente de las cuatro. Aunque ofrece la comedia que esperas de su protagonista, te encuentras con la otra cara de la moneda, el drama de la muerte de Mark Darcy (Colin Firth) que nos sitúa a la querida Bridget a los cincuenta, viuda y a cargo de dos hijos, William y Mabel, perdida y sin rumbo en la vida. La película consigue conjugar las carcajadas y las lágrimas (que soltarás en más de una ocasión) y navega con éxito entre la comedia ligera de estas pelis y la incursión en temas más profundos como el duelo y sus cinco (no, siete) fases (¿o eran doce?).
Para mí, Bridget Jones 4 es mejor que la tercera, que tiene sus momentos graciosos pero no aporta nada ni en la vida de Bridget ni en su historia con Mark, y está a la altura de la segunda, que fue una secuela digna.
Cuando se supo el argumento de la cuarta película, sin Darcy (qué remedio, es lo que ocurre en la novela), al principio era bastante reacia a la idea de Bridget sin Mark. Pero después de ver la película, mis temores se han disipado. Es una continuación de la historia de Bridget sin su partenaire, pero respetuosa con el Sr. Darcy, al que podemos ver brevemente, reforzando el gran vacío que deja el protagonista masculino de esta historia. Lamento es que en ninguna de las cuatro películas hemos podido ver la relación de Bridget y Mark, siempre ha sido la historia de cómo acaban juntos, pero nunca les hemos visto estando juntos, más que brevemente en la primera parte de Bridget Jones (2): Sobreviviré.
La cuarta entrega consigue reunir a todos actores y personajes del universo Bridget: a sus padres, la pizpireta Pam (Gemma Jones) y el tierno Colin (Jim Broadbent); sus tres amigos, Shazzer la imperdonable (Sally Phillips), Jude la exitosa pero siempre deprimida (Shirley Henderson) y el one hit wonder Tom (James Callis). También vemos a la ginecóloga de Bridget, la Dra. Rawlings (God save Emma Thompson), así como sus compañeros de trabajo, su jefe Richard (Neil Pearson) y la revolucionaria presentadora Miranda (Sarah Solemani). Ver a todo el elenco de nuevo es enternecedor, pero deja un regusto amargo porque suena a despedida.
Y, por supuesto, el estelar Hugh Grant, retomando el papel de canalla con voz de pijo que le permitió sacudirse el sambenito de encantador y tímido chico inglés y volver a la gran pantalla tras su escándalo de 1995. Daniel Cleaver, la antigua tentación y editor jefe de Bridget (ese pelazo, esos ojos azules), vuelve a la vida de nuestra protagonista y está desatado. A pesar de los años y las arrugas, sigue fiel a sí mismo, y quizás por la seguridad que da la edad, tiene menos pelos en la lengua que nunca. La relación que vemos entre Daniel y Bridget es conmovedora, de verdaderos amigos, de dos personas que se entienden, se conocen mejor que nadie, y se adoran de un modo ya casi platónico. Daniel pincha todo lo que quiere a Bridget, pero acaba demostrándole una gran lealtad que redime al capullo de la primera película. Hay una escena entre ambos que [SPOILER de Love Actually] me trasladó a la declaración de amor de Billy Mack (Bill Nighy) a su manager: "y resulta que, de algún modo, te has convertido en el jodido amor de mi vida" [FIN SPOILER].
La película, además, contiene muchísimo fan service, con continuos guiños a las entregas anteriores, quizás en exceso en ocasiones, pero no molesta del todo, ya que toca la fibra sensible.
La única pega que le encuentro a la película es que la relación entre Bridget y Rockster (Leo Woodall) no está correctamente desarrollada y no me convenció por una falta de química entre los actores y un interés del toyboy hacia nuestra madurita y viceversa que el guión no consigue hacer creíble, aunque cumple su función en el argumento y nos deja escenas hilarantes.
La ya saga Bridget Jones es un lugar de confort, es envolverse en una batamanta frente a la chimenea en un día de lluvia. No sé si será un adiós definitivo a Bridget en la gran pantalla. Todo parece apuntar a que sí. En ese caso, adiós, Bridget. Gracias por todo.
Recomendable para pasar un buen rato (pero con algún pañuelo a mano, por si acaso).
Bridget Jones vuelve a la gran pantalla a traernos otro capítulo de su vida lleno de sus peripecias y torpezas. No obstante, Bridget Jones (4): Loca por él es la película más diferente de las cuatro. Aunque ofrece la comedia que esperas de su protagonista, te encuentras con la otra cara de la moneda, el drama de la muerte de Mark Darcy (Colin Firth) que nos sitúa a la querida Bridget a los cincuenta, viuda y a cargo de dos hijos, William y Mabel, perdida y sin rumbo en la vida. La película consigue conjugar las carcajadas y las lágrimas (que soltarás en más de una ocasión) y navega con éxito entre la comedia ligera de estas pelis y la incursión en temas más profundos como el duelo y sus cinco (no, siete) fases (¿o eran doce?).
Para mí, Bridget Jones 4 es mejor que la tercera, que tiene sus momentos graciosos pero no aporta nada ni en la vida de Bridget ni en su historia con Mark, y está a la altura de la segunda, que fue una secuela digna.
Cuando se supo el argumento de la cuarta película, sin Darcy (qué remedio, es lo que ocurre en la novela), al principio era bastante reacia a la idea de Bridget sin Mark. Pero después de ver la película, mis temores se han disipado. Es una continuación de la historia de Bridget sin su partenaire, pero respetuosa con el Sr. Darcy, al que podemos ver brevemente, reforzando el gran vacío que deja el protagonista masculino de esta historia. Lamento es que en ninguna de las cuatro películas hemos podido ver la relación de Bridget y Mark, siempre ha sido la historia de cómo acaban juntos, pero nunca les hemos visto estando juntos, más que brevemente en la primera parte de Bridget Jones (2): Sobreviviré.
La cuarta entrega consigue reunir a todos actores y personajes del universo Bridget: a sus padres, la pizpireta Pam (Gemma Jones) y el tierno Colin (Jim Broadbent); sus tres amigos, Shazzer la imperdonable (Sally Phillips), Jude la exitosa pero siempre deprimida (Shirley Henderson) y el one hit wonder Tom (James Callis). También vemos a la ginecóloga de Bridget, la Dra. Rawlings (God save Emma Thompson), así como sus compañeros de trabajo, su jefe Richard (Neil Pearson) y la revolucionaria presentadora Miranda (Sarah Solemani). Ver a todo el elenco de nuevo es enternecedor, pero deja un regusto amargo porque suena a despedida.
Y, por supuesto, el estelar Hugh Grant, retomando el papel de canalla con voz de pijo que le permitió sacudirse el sambenito de encantador y tímido chico inglés y volver a la gran pantalla tras su escándalo de 1995. Daniel Cleaver, la antigua tentación y editor jefe de Bridget (ese pelazo, esos ojos azules), vuelve a la vida de nuestra protagonista y está desatado. A pesar de los años y las arrugas, sigue fiel a sí mismo, y quizás por la seguridad que da la edad, tiene menos pelos en la lengua que nunca. La relación que vemos entre Daniel y Bridget es conmovedora, de verdaderos amigos, de dos personas que se entienden, se conocen mejor que nadie, y se adoran de un modo ya casi platónico. Daniel pincha todo lo que quiere a Bridget, pero acaba demostrándole una gran lealtad que redime al capullo de la primera película. Hay una escena entre ambos que [SPOILER de Love Actually] me trasladó a la declaración de amor de Billy Mack (Bill Nighy) a su manager: "y resulta que, de algún modo, te has convertido en el jodido amor de mi vida" [FIN SPOILER].
La película, además, contiene muchísimo fan service, con continuos guiños a las entregas anteriores, quizás en exceso en ocasiones, pero no molesta del todo, ya que toca la fibra sensible.
La única pega que le encuentro a la película es que la relación entre Bridget y Rockster (Leo Woodall) no está correctamente desarrollada y no me convenció por una falta de química entre los actores y un interés del toyboy hacia nuestra madurita y viceversa que el guión no consigue hacer creíble, aunque cumple su función en el argumento y nos deja escenas hilarantes.
La ya saga Bridget Jones es un lugar de confort, es envolverse en una batamanta frente a la chimenea en un día de lluvia. No sé si será un adiós definitivo a Bridget en la gran pantalla. Todo parece apuntar a que sí. En ese caso, adiós, Bridget. Gracias por todo.
Recomendable para pasar un buen rato (pero con algún pañuelo a mano, por si acaso).

6.3
15,528
8
15 de octubre de 2013
15 de octubre de 2013
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Tú has bebido agua de mar!
He perdido la cuenta de las veces que he parafraseado los gags, bromas, pullas y diálogos de esta película, y es que es una de mis favoritas, no de dibujos animados, sino en general, porque reúne aventuras y humor, porque la banda sonora es genial, porque los ojos me hacen chiribitas con los colores como a las urracas con los brillos y porque tiene uno de los mejores "bromances".
Pero sobre todo considero que es una gran película porque tiene la clave para que una "de dibujos" funcione para niños y para adultos, y es la doble lectura. La misma historia ofrece dos versiones, una light y otra picantona, visible sólo para los adultos: aventuras, amistad, superación, y chistes para los niños, y para los adultos, un extra de sensualidad y malicia.
Para ponernos en situación, la historia nos cuenta las aventuras de Tulio y Miguel dos españoles vividores, mujeriegos y amigos del alma, que no piensan trabajar honradamente así los maten. Miguel tiene un apetito insaciable de aventuras, y Tulio nunca tiene suficiente oro, pero los dos comparten un don para meterse en líos (aunque también para salir de ellos). Así es como dos pícaros acaban embarcados rumbo a las Américas en el barco del conquistador Cortés, aunque su destino no es ningún secreto porque ya lo revela el título: "El Dorado", la mítica ciudad de oro que tantos quebraderos de cabeza produjo a los exploradores, rodeada de leyenda y gloria para los amantes de la riqueza.
"El Dorado" es una ciudad, pero también una metáfora sobre los límites de las pasiones, un reflejo del espíritu de cada uno, un catalizador de lo mejor y lo peor que hay en los protagonistas, pero sobre todo, terminará siendo una prueba de supervivencia, y sobre todo, de amistad, porque "no es oro todo lo que reluce".
Sin dar más detalles, la película funciona básicamente porque parte de la premisa de la aventura con unas escenas de acción estupendamente coreografiadas y que (sorpresa) ofrecen algo nuevo, y marcha sobre unos diálogos genialmente construidos, con gran cantidad de escenas cómicas, pero también se preocupa de dibujar (jejejeje, es de dibujos) la psicología y motivaciones de los personajes lo suficiente para que resulten creíbles (dentro de lo increíble) y sobre todo humanos y cercanos, porque es tal la química que existe entre Tulio y Miguel, Miguel y Tulio, que casi parecen actores de carne y hueso. Mérito en gran parte de las voces de doblaje, que les infunden una vida y una chispa impagable.
Por si fuera poco, la película también se preocupa de reflexionar sobre lo humano y lo divino, sobre la religión, el poder, el amor, la vida y la muerte. Grandes temas con un tono ligero para ser apta para menores, pero con la profundidad y sencillez necesaria para resultar mínimamente interesantes y lograr un equilibrio.
A destacar, por supuesto, la banda sonora, en la que destacan los cuatro temas cantados (en la versión española) por Sergio Dalma, cuya voz encaja perfectamente con el tono vital, colorido y amante de la película.
No olvidar tampoco el hecho de que es, que recuerde, la única película de dibujos animados en la que hay una heroína verdaderamente atípica, porque físicamente no es una muñeca perfecta de volúmenes estándar. No. Y además tiene carácter. "Chel" tiene unas piernas tan firmes y rotundas como ella, porque es decidida, independiente y fuerte, y consigue casi tanto protagonismo como Tulio y Miguel, y todo, sin necesidad de que sea "su" historia.
En definitiva, esta película no es más que oro para ti, oro para mí, ¡oro para dos!... Digo, una delicia de película injustamente infravalorada y desconocida. Entretenimiento de calidad.
He perdido la cuenta de las veces que he parafraseado los gags, bromas, pullas y diálogos de esta película, y es que es una de mis favoritas, no de dibujos animados, sino en general, porque reúne aventuras y humor, porque la banda sonora es genial, porque los ojos me hacen chiribitas con los colores como a las urracas con los brillos y porque tiene uno de los mejores "bromances".
Pero sobre todo considero que es una gran película porque tiene la clave para que una "de dibujos" funcione para niños y para adultos, y es la doble lectura. La misma historia ofrece dos versiones, una light y otra picantona, visible sólo para los adultos: aventuras, amistad, superación, y chistes para los niños, y para los adultos, un extra de sensualidad y malicia.
Para ponernos en situación, la historia nos cuenta las aventuras de Tulio y Miguel dos españoles vividores, mujeriegos y amigos del alma, que no piensan trabajar honradamente así los maten. Miguel tiene un apetito insaciable de aventuras, y Tulio nunca tiene suficiente oro, pero los dos comparten un don para meterse en líos (aunque también para salir de ellos). Así es como dos pícaros acaban embarcados rumbo a las Américas en el barco del conquistador Cortés, aunque su destino no es ningún secreto porque ya lo revela el título: "El Dorado", la mítica ciudad de oro que tantos quebraderos de cabeza produjo a los exploradores, rodeada de leyenda y gloria para los amantes de la riqueza.
"El Dorado" es una ciudad, pero también una metáfora sobre los límites de las pasiones, un reflejo del espíritu de cada uno, un catalizador de lo mejor y lo peor que hay en los protagonistas, pero sobre todo, terminará siendo una prueba de supervivencia, y sobre todo, de amistad, porque "no es oro todo lo que reluce".
Sin dar más detalles, la película funciona básicamente porque parte de la premisa de la aventura con unas escenas de acción estupendamente coreografiadas y que (sorpresa) ofrecen algo nuevo, y marcha sobre unos diálogos genialmente construidos, con gran cantidad de escenas cómicas, pero también se preocupa de dibujar (jejejeje, es de dibujos) la psicología y motivaciones de los personajes lo suficiente para que resulten creíbles (dentro de lo increíble) y sobre todo humanos y cercanos, porque es tal la química que existe entre Tulio y Miguel, Miguel y Tulio, que casi parecen actores de carne y hueso. Mérito en gran parte de las voces de doblaje, que les infunden una vida y una chispa impagable.
Por si fuera poco, la película también se preocupa de reflexionar sobre lo humano y lo divino, sobre la religión, el poder, el amor, la vida y la muerte. Grandes temas con un tono ligero para ser apta para menores, pero con la profundidad y sencillez necesaria para resultar mínimamente interesantes y lograr un equilibrio.
A destacar, por supuesto, la banda sonora, en la que destacan los cuatro temas cantados (en la versión española) por Sergio Dalma, cuya voz encaja perfectamente con el tono vital, colorido y amante de la película.
No olvidar tampoco el hecho de que es, que recuerde, la única película de dibujos animados en la que hay una heroína verdaderamente atípica, porque físicamente no es una muñeca perfecta de volúmenes estándar. No. Y además tiene carácter. "Chel" tiene unas piernas tan firmes y rotundas como ella, porque es decidida, independiente y fuerte, y consigue casi tanto protagonismo como Tulio y Miguel, y todo, sin necesidad de que sea "su" historia.
En definitiva, esta película no es más que oro para ti, oro para mí, ¡oro para dos!... Digo, una delicia de película injustamente infravalorada y desconocida. Entretenimiento de calidad.

5.5
5,934
6
7 de mayo de 2014
7 de mayo de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
...De las mejores formas de ganarse un dinero “fácil”. “Aprendiz de gigoló” es una tragicomedia que narra la pequeña aventura de dos neoyorkinos con apuros económicos a los que se les presenta la oportunidad de pagar facturas, respectivamente, como chulo y gigoló.
Ante todo diría que es una película escrita para Woody Allen, para su lucimiento, o mejor dicho, el del único personaje que le hemos visto interpretar, casi sin matices, en cada una de sus apariciones cinematográficas, ese neurótico hombre de mediana edad, judío no practicante, con una relación de amor-odio por la ciudad de los rascacielos, culto, que tartamudea y sufre de verborrea en las confrontaciones.
En mi opinión él es lo mejor de la película, el nexo de unión entre los personajes y el encargado de poner la nota cómica en cada escena, llevándose las mejores frases, picantonas y desinhibidas, de unos diálogos a ratos brillantes, y es que cuando falta en pantalla, se nota.
Esto, que para los fans de Woody Allen es una razón suficiente para verla, hará que quienes sufran escalofríos con cada unos de sus tics aborrezcan cada aparición suya, y por ende la película.
Y no sólo en que la co-protagonice Allen se nota que está hecha para él. Es un homenaje a su cine, y si ésa no era la intención, al menos ha sido el resultado, porque encaja bastante con algunas célebres frases de Allen:
El sexo sólo es sucio si se hace bien.
En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
Turturro hace un ejercicio de mímesis como director y guionista en muchos aspectos, los más sensoriales, la ambientación, con una Nueva York otoñal de fondo, barrios residenciales con altos árboles y casas de gente pudiente, algún toque nostálgico como un pequeño parque de atracciones, una banda sonora llena de temas de jazz y melancólicas melodías europeas, y sobre todo, una temática, choque cultural y de mentalidades en relación al sexo, muy suya.
Como intérprete, hay una palabra portuguesa con la que Murray (el personaje de Allen) le define y que es muy acertada, y es que imprime cierta pesadumbre a las escenas en las que no está su contrapunto tartamudo para compensarle, cambiando el ritmo de la narración, profundizando un poco en el drama. Pero me quedo con la parte cómica. Puestos a no dar en el clavo, mejor no tener pretensiones.
El tono de la película es bastante ligero, pasando de puntillas sobre el dilema moral que supone dedicarse al oficio más viejo del mundo, pero que tiene más vis cómica cuando lo hace un hombre (y no muy agraciado), y dedicándole atención desde la perspectiva de la rígida ortodoxia judía como elemento de tensión y carcajada.
El continente femenino está habitado por mujeres variopintas, algunas decididas y seguras de sí mismas, otras con inseguridades, pero de las que los dos protagonistas aprenden, como son una sólida Sharon Stone, una conmovedora Vanessa Paradis, la siempre apasionada Sofía Vergara o la visceral Tonya Pinkins en su papel de Othella.
En definitiva, una entretenida comedia sobre el amor y la amistad, que gustará especialmente a los fans del estilo de Woody Allen, y que supongo dejará más fríos a quienes no lo sean.
Ante todo diría que es una película escrita para Woody Allen, para su lucimiento, o mejor dicho, el del único personaje que le hemos visto interpretar, casi sin matices, en cada una de sus apariciones cinematográficas, ese neurótico hombre de mediana edad, judío no practicante, con una relación de amor-odio por la ciudad de los rascacielos, culto, que tartamudea y sufre de verborrea en las confrontaciones.
En mi opinión él es lo mejor de la película, el nexo de unión entre los personajes y el encargado de poner la nota cómica en cada escena, llevándose las mejores frases, picantonas y desinhibidas, de unos diálogos a ratos brillantes, y es que cuando falta en pantalla, se nota.
Esto, que para los fans de Woody Allen es una razón suficiente para verla, hará que quienes sufran escalofríos con cada unos de sus tics aborrezcan cada aparición suya, y por ende la película.
Y no sólo en que la co-protagonice Allen se nota que está hecha para él. Es un homenaje a su cine, y si ésa no era la intención, al menos ha sido el resultado, porque encaja bastante con algunas célebres frases de Allen:
El sexo sólo es sucio si se hace bien.
En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.
El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.
Turturro hace un ejercicio de mímesis como director y guionista en muchos aspectos, los más sensoriales, la ambientación, con una Nueva York otoñal de fondo, barrios residenciales con altos árboles y casas de gente pudiente, algún toque nostálgico como un pequeño parque de atracciones, una banda sonora llena de temas de jazz y melancólicas melodías europeas, y sobre todo, una temática, choque cultural y de mentalidades en relación al sexo, muy suya.
Como intérprete, hay una palabra portuguesa con la que Murray (el personaje de Allen) le define y que es muy acertada, y es que imprime cierta pesadumbre a las escenas en las que no está su contrapunto tartamudo para compensarle, cambiando el ritmo de la narración, profundizando un poco en el drama. Pero me quedo con la parte cómica. Puestos a no dar en el clavo, mejor no tener pretensiones.
El tono de la película es bastante ligero, pasando de puntillas sobre el dilema moral que supone dedicarse al oficio más viejo del mundo, pero que tiene más vis cómica cuando lo hace un hombre (y no muy agraciado), y dedicándole atención desde la perspectiva de la rígida ortodoxia judía como elemento de tensión y carcajada.
El continente femenino está habitado por mujeres variopintas, algunas decididas y seguras de sí mismas, otras con inseguridades, pero de las que los dos protagonistas aprenden, como son una sólida Sharon Stone, una conmovedora Vanessa Paradis, la siempre apasionada Sofía Vergara o la visceral Tonya Pinkins en su papel de Othella.
En definitiva, una entretenida comedia sobre el amor y la amistad, que gustará especialmente a los fans del estilo de Woody Allen, y que supongo dejará más fríos a quienes no lo sean.
10
8 de julio de 2013
8 de julio de 2013
5 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Culmina la historia de amor de… ¿Jesse y Celine? Sí, ¡por supuesto!, pero iba a decir de Richard Linklater y los veneradores de esta trilogía, entre los que me cuento. Con una espera de casi diez años entre entregas (que yo afortunadamente no he tenido que sufrir) director y protagonistas, coguionistas todos ellos, cierran el círculo con el broche final: “Antes del anochecer” es la mejor de las tres películas, logro increíble teniendo en cuenta las expectativas acumuladas durante tanto tiempo, y con el listón tan alto marcado por sus predecesoras.
Antes del anochecer permite al espectador asomarse durante 109 minutos (y prometo que cuando aparecieron los títulos de crédito pensé: “¿Ya? ¿Ha pasado en serio una hora y media?” Y resulta que habían pasado la hora y cuarenta minutos, y yo no sentía el trasero, no porque se me hubiese quedado cuadrado, sino porque estaba levitando en el asiento, demasiado etérea todavía para levantarme y salir de la sala).
Pero volviendo a la película, éste es el relato de la madurez del amor, superado el enamoramiento en el que todo es color de rosa llega el verdadero amor, conscientes ambos de los defectos del otro. El tono es menos vitalista, más sereno, y las reflexiones más profundas, los conflictos más amargos. A destacar, sin embargo, que es la entrega con más momentos cómicos de las tres, y también, la que más nudos en la garganta proporciona. Las emociones se polarizan.
Los diálogos son tan fluidos y realistas como siempre, o quizás incluso más, porque discurren por senderos más oscuros, menos agradables de tratar, como la caducidad del amor, el sacrificio del “yo” por el “nosotros” y las frustraciones que produce, etc. Ethan Hawke y Julie Delpy siguen derrochando esa maravillosa química y compenetración que los hace personas de carne y hueso, y todo, en conjunto, crea la sensación para el espectador de haberse convertido en un voyeur, en un mirón de una escena privada, de dos personas reales que se desnudan emocionalmente frente a la cámara.
Por último, a destacar la ambientación, esta vez gracias al encanto del verano en el Peloponeso griego, pero en segundo plano, como fondo privilegiado, como en Antes del atardecer, y no la Viena protagonista de Antes del amanecer.
En resumen, una obra maestra sobre el amor de pareja y el amor de familia, el paso del tiempo, las expectativas, la maduración y la necesidad de ir cerrando etapas.
Recomendable es poco. Necesaria es casi literal.
Antes del anochecer permite al espectador asomarse durante 109 minutos (y prometo que cuando aparecieron los títulos de crédito pensé: “¿Ya? ¿Ha pasado en serio una hora y media?” Y resulta que habían pasado la hora y cuarenta minutos, y yo no sentía el trasero, no porque se me hubiese quedado cuadrado, sino porque estaba levitando en el asiento, demasiado etérea todavía para levantarme y salir de la sala).
Pero volviendo a la película, éste es el relato de la madurez del amor, superado el enamoramiento en el que todo es color de rosa llega el verdadero amor, conscientes ambos de los defectos del otro. El tono es menos vitalista, más sereno, y las reflexiones más profundas, los conflictos más amargos. A destacar, sin embargo, que es la entrega con más momentos cómicos de las tres, y también, la que más nudos en la garganta proporciona. Las emociones se polarizan.
Los diálogos son tan fluidos y realistas como siempre, o quizás incluso más, porque discurren por senderos más oscuros, menos agradables de tratar, como la caducidad del amor, el sacrificio del “yo” por el “nosotros” y las frustraciones que produce, etc. Ethan Hawke y Julie Delpy siguen derrochando esa maravillosa química y compenetración que los hace personas de carne y hueso, y todo, en conjunto, crea la sensación para el espectador de haberse convertido en un voyeur, en un mirón de una escena privada, de dos personas reales que se desnudan emocionalmente frente a la cámara.
Por último, a destacar la ambientación, esta vez gracias al encanto del verano en el Peloponeso griego, pero en segundo plano, como fondo privilegiado, como en Antes del atardecer, y no la Viena protagonista de Antes del amanecer.
En resumen, una obra maestra sobre el amor de pareja y el amor de familia, el paso del tiempo, las expectativas, la maduración y la necesidad de ir cerrando etapas.
Recomendable es poco. Necesaria es casi literal.
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