Cuando los creadores van sobre un tema recurrente hay dos aspectos que no deben descuidarse: el cómo abordarlo y el cómo resolverlo. La originalidad de lo que se trata ya está agotada. Acabo de decirlo: tema recurrente. ¿Por qué volver? Pues porque existen esos que parecen ser nuestro agobio como especie y nunca salen de nuestro cuestionamiento, pero solo volveremos a mirarlos si la manera es innovadora y el desenlace es lo suficientemente poderoso como para estremecernos.

Precisamente en esto último es donde falló Coralie Fargeat en "The Substance". Tenía en sus manos un jarrón de porcelana y de pronto, le saltó de las manos. Trató de atraparlo, pero cada vez que lo intentó, este cambió de una mano a otra en estrafalarios brincos hasta que…

Si hay una nación latinoamericana lacerada por la guerra, esa es Colombia. El prolongado conflicto armado, que ha involucrado a los grupos guerrilleros, el narcotráfico, los paramilitares y el ejército, ha dejado numerosas huellas de dolor. Y todo ha ocurrido en territorio de quienes han vivido allí por milenios: los pueblos originarios. "Los niños perdidos", más allá de mostrar la operación Esperanza que se desencadenó para rescatar a cuatro menores perdidos en la selva amazónica colombiana tras un accidente aéreo, va sobre la transformación que ocurrió entre opuestos -militares e indígenas- al trabajar juntos por un gesto humanitario. Las lecciones que dejó aquel acontecimiento, contado por sus protagonistas, revela que salvar a otros, ayuda al ser humano a salvarse a sí mismo. Y por ahí se empieza a salvar un país.