Preciosa, casi perfecta, extasiadora... Me podría tirar toda esta crítica halagándola pero prefiero concretar más.

Esta película sin duda se caracteriza por la estupenda revelación de Asa Butterfield, con los rasgos más parecidos a los alemanes de la II guerra mundial, Vera Farmiga también está sobresaliente con una interpretación completamente sólida y consiguiendo hacer que el espectador se ponga en su lugar y se compadezca por lo que está viviendo una mujer con dos hijos, casada con un general nazi y viviendo a aproximadamente 500 metros de un campo de concentración, absolutamente abrumador.

La hora y media que dura la película, al final te sabe a poco e incluso yo volvería a verla sin ningún problema.

La fotografía, el vestuario, los decorados, los exteriores son muy correctos para esta historia y la fotografía inolvidable.

Lo que más me llamó la atención y más me gustó fue la inocencia con la que un niño hijo de un general nazi mira lo que pasa a su alrededor desde que cree que el campo de concentración es una granja a hacerse amigo de un niño judío.

Para acabar querría decir que el final es francamente triste pero a la vez muy hermoso para mí lo mejor de la película sin duda alguna. Vayan al cine, seguramente no se arrepentirán de ver esta gran película aunque sea pagando 7 euros.