Película de altísimo presupuesto con un recreación de lo que debió ser el Tsunami bárbara. La escena de la piscina es alucinante e impactante, muy realista. Lo mejor de la película. Sólo por eso merece la pena ir al cine. En casa no debe ser lo mismo, está claro.

Pero a partir de ahí, el gusto por mostrar vísceras, heridas y sangre tan al gusto de Bayona me espanta. Ya con "El Orfanato" hay escenas como cuando Belén Rueda se desolla la uña forcejeando en la ducha con el niño encapuchado, absolutamente prescindibles y que no proceden. Parece que al director le gusta este recurso de provocar grima extrema. Pero francamente, a mi juicio, no eran necesarios los 35 primeros planos de la herida de la pierna de "María", interpretada por una muy solvente Naomi Watts. Ni tampoco las múltiples escenas de la sangre que mana de dicha herida flotando por las aguas turbias generadas por el Tsunami. Y ya lo del buen hombre tailandés, cargándola a su poblado para auxiliarla y arrastrándola por el fango profundizando así la maldita herida entre estertores de dolor por parte de "María" es un exceso que no se cree nadie. Lo siento Bayona. Cualquier persona con ese tajo en la parte trasera del muslo directamente pegaría al tailandés al primer contacto con las ramas afiladas por las cuales supuestamente el pobre hombre la arrastra ufano. Es ridículo de todo punto.
¿Y mientras tanto hijo, "Tomás" ,qué hacía? Tan preocupado por su madre desde que la ola se los traga y permite que el tío arrastre a su madre salvajemente por la maleza... en fin. Tampoco es creíble que se olviden de "Daniel" en el poblado del entrañable tailandés y más después de la murga que da "María" para buscarlo cuando escuchan sus débiles sollozos.
Y los vómitos esos en el hospital de "María" y de una Marta Etrura metida ahí con calzador ¿a santo de qué vienen?. No creo que fuera necesaria esa escena para nada. Es repulsiva y no aporta nada.


Pero bueno, no todo es malo; el niño actor que interpreta a "Lucas", el hijo que acompaña a "María" esta primera parte de la película mientras ambos piensan que el resto de la familia ha muerto realiza la mejor actuación, sin duda.
Esta primera parte además tiene ritmo y te atrapa. Es muy emocionante y alentador ver cómo consiguen salvarse y cómo llegan finalmente a un hospital.


La segunda parte de la película rompe el ritmo completamente. Con Ewan Mc Gregor a la cabeza, es mucho más lenta, demasiado lacrimógena y forzada. La escenita donde se reencuentra "Tomás" con sus hermanos y luego aparece el padre de la nada en medio de una multitutd de víctimas no es de recibo si se pretendía hacer una película realista. De igual manera, es muy de culebrón de serie B la escena donde unos turistas desalmados no dejan el móvil a un Ewan lloroso y desolado. Y ya lo del hombre que ha perdido a su mujer y a su hija porque se encontraban en la playa cuando llegó la ola y al cual habían dejado una notita que luego se saca de la manga Ewan en en momento preciso es demasiado. Pero aún así la escenificación en todo momento está logradísima, los miles de extras parecen reales y aunque sepamos de antemano el final, Bayona consigue atraparnos hasta el final. La película engancha de principio a fin, eso es innegable.

Esta es mi opinión. En resumen; una película muy bien hecha y con una primera parte que sobrecoge, pero que abusa de la casquería y con un reencuentro familiar final demasiado forzado. He de decir también que no derramé ni una lágrima. Tanta publicidad de presuntos espectadores acongojados tras visionar la peli y resulta que a mí no me llega a emocionar. Pues seré yo la rara.