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7
10 de abril de 2014
10 de abril de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién no recuerda la magnífica facturación e interpretación de Tom Cruise en "El último samurai"? Ese añejo y traumatizado ex-patriota, causante de la aniquilación de un poblado indio, que se une a los samuráis para luchar por el honor, la justicia, el Bushido... siempre captando toda la atención el Sr. Cruise, sin el cuál, los samuráis no hubiesen hecho nada. Gracias a la providencia y las buenas decisiones, Keanu Reeves - el personaje americano despreciado por ser un ser mestizo - nunca abandona su lugar en la historia. Aquí el verdadero protagonista es Ôishi - Hiroyuki Sanada - como líder de los Ronin. A la historia se la deja fluir, sin momentos extraños en los personajes, ni marcas comerciales que te saquen de tus casillas: tienes aventura, acción, drama, romance. Y a todos esos componentes se les suma el ambiente místico de una leyenda, con su brujería y criaturas "dragonizadas" propias de oriente.
Es innegable que no estamos ante "Los 7 samuráis" de Kurosawa - el que esté cerrado solo a este tipo de interpretación de ese mundo, mal va -, y que su ligereza puede que la acerque más a "Los piratas del caribe" que a "Ran". Pero en ambas cosas encuentro muy buenas virtudes. Es una película sin pretensiones. Quiere hablarte del amor, de la familia y de ganarse el respeto. ¿Podría haber profundizado más? Claro. Podría haberla cogido Lars Von Trier y hacer una tesis sobre el honor y el sexo contenido. No siento que sea eso lo que pretenda.
La película no tiene bajadas, es constante con momentos que te emocionan - especialmente los de Hiroyuki -, te divierte y tiene un conjunto que la hace perecedera en la memoria. Basta de criticar el semblante "sad keanu" como lo hizo Joe Neumaier del New York Daily News. Es una película humilde, que no quiere venderte gato por liebre. Te da una experiencia agradable y honesta. Quizás merecedora de llamarla honorable.
Es innegable que no estamos ante "Los 7 samuráis" de Kurosawa - el que esté cerrado solo a este tipo de interpretación de ese mundo, mal va -, y que su ligereza puede que la acerque más a "Los piratas del caribe" que a "Ran". Pero en ambas cosas encuentro muy buenas virtudes. Es una película sin pretensiones. Quiere hablarte del amor, de la familia y de ganarse el respeto. ¿Podría haber profundizado más? Claro. Podría haberla cogido Lars Von Trier y hacer una tesis sobre el honor y el sexo contenido. No siento que sea eso lo que pretenda.
La película no tiene bajadas, es constante con momentos que te emocionan - especialmente los de Hiroyuki -, te divierte y tiene un conjunto que la hace perecedera en la memoria. Basta de criticar el semblante "sad keanu" como lo hizo Joe Neumaier del New York Daily News. Es una película humilde, que no quiere venderte gato por liebre. Te da una experiencia agradable y honesta. Quizás merecedora de llamarla honorable.

5.1
8,359
6
16 de diciembre de 2019
16 de diciembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta fascinante cómo a Michael Bay, a estas alturas, no parece preocuparle nada. Si bien le conocemos muchas personas por grandes títulos de acción medianamente creíbles, con el paso de los años ha ido desligándose de este concepto. Posiblemente sea culpa de su maldita saga ‘Transformes’ o quizás tenga una motivación más personal.
En ‘6 en la sombras‘ tenemos a Ryan Reynolds haciendo de Ryan Reynolds, con sus chistes ocurrentes y sus caras de póquer mientras parece estar aguantando una puñalada en el estómago. Dado el contexto de acción y comedia que envuelve a este derroche de producción en efectos especiales, no es una mala decisión elegirle como protagonista. El resto del elenco de actores básicamente actúan como stunts y excusa para que Reynolds haga la magia que tanto gusta a sus seguidores.
La premisa es un equipo de especialistas en diferentes materias que han sido dados por muertos y se unen para matar a un dictador árabe que se dedica a lanzar bombas contra civiles por motivaciones políticas. ¿Por qué quieren matar a este dictador? Porque es un malo, muy malo. ¿Cómo pueden pasar desapercibidos si van enseñando la cara por todos lados? No es importante. ¿Por qué este dictador y no cualquier otro? Porque sí y punto. De verdad, querer buscar alguna lógica a la motivación que conduce esta historia de un punto a otro es perder el tiempo y obviar que el objetivo principal de esta película es: gozar de unas escenas visualmente impresionantes y quizás soltar tres risotadas a lo largo de sus dos horas de duración.
Casi los primeros 20 minutos de película es una persecución en coche por las calles de Italia con algún rápido flashback de un minuto. ¡Oh, sí! En esta película hay multitud de flashbacks al más puro estilo ‘Escuadrón Suicida’, lo cuál no es decir nada bueno, porque a los guionistas no se les ocurrió otra manera más original de explicarte cómo cada uno de los protagonista llegaron a ser esos ‘6 en la sombra’. Escenas repletas de cortes, zooms, flashes de luz y movimientos frenéticos que recuerdan mucho al fallecido Tony Scott (con menos tonos verdes y más dorados propios de Bay).
En cierta manera, en esta película Michael Bay parece bromear consigo mismo. Hay escenas de acción donde usa la cámara lenta para resaltar auténticas estupideces o violencia gráfica injustificada, explosiones de origen inexplicable o que todo hace que salten chispas… y una banda sonora que más bien parece la playlist de Spotify con los 20 temas más escuchados en la última década. Hay que comprender también que estamos hablando de una película estrenada en servicio de streaming para Netflix, no es un estreno de cartelera (aunque haya costado unos 180 millones de dólares), y eso la hace más aceptable y disfrutable. Por todo lo que ofrece Netflix al precio mensual que decidamos pagar, que ‘6 en la sombra’ aparezca en nuestro menú y decidamos verla resulta mucho menos insultante que si hubiésemos ido al cine.
El espectador que crea que encontrará algo de cordura y sentido común aquí sentirá vergüenza ajena. Posiblemente hasta no termine de verla. Pero si consigues en la introducción entender que vas a ver algo para apagar tu cerebro y gozar de las excentricidades visuales. Que la trama no es importante, sino una justificación para exista continuidad entre las escenas de acción. Entonces, podrás echarte atrás y disfrutar de esta nueva película de ‘Fast and Furious’ meets Deadpo… quiero decir, Ryan Reynolds.
En ‘6 en la sombras‘ tenemos a Ryan Reynolds haciendo de Ryan Reynolds, con sus chistes ocurrentes y sus caras de póquer mientras parece estar aguantando una puñalada en el estómago. Dado el contexto de acción y comedia que envuelve a este derroche de producción en efectos especiales, no es una mala decisión elegirle como protagonista. El resto del elenco de actores básicamente actúan como stunts y excusa para que Reynolds haga la magia que tanto gusta a sus seguidores.
La premisa es un equipo de especialistas en diferentes materias que han sido dados por muertos y se unen para matar a un dictador árabe que se dedica a lanzar bombas contra civiles por motivaciones políticas. ¿Por qué quieren matar a este dictador? Porque es un malo, muy malo. ¿Cómo pueden pasar desapercibidos si van enseñando la cara por todos lados? No es importante. ¿Por qué este dictador y no cualquier otro? Porque sí y punto. De verdad, querer buscar alguna lógica a la motivación que conduce esta historia de un punto a otro es perder el tiempo y obviar que el objetivo principal de esta película es: gozar de unas escenas visualmente impresionantes y quizás soltar tres risotadas a lo largo de sus dos horas de duración.
Casi los primeros 20 minutos de película es una persecución en coche por las calles de Italia con algún rápido flashback de un minuto. ¡Oh, sí! En esta película hay multitud de flashbacks al más puro estilo ‘Escuadrón Suicida’, lo cuál no es decir nada bueno, porque a los guionistas no se les ocurrió otra manera más original de explicarte cómo cada uno de los protagonista llegaron a ser esos ‘6 en la sombra’. Escenas repletas de cortes, zooms, flashes de luz y movimientos frenéticos que recuerdan mucho al fallecido Tony Scott (con menos tonos verdes y más dorados propios de Bay).
En cierta manera, en esta película Michael Bay parece bromear consigo mismo. Hay escenas de acción donde usa la cámara lenta para resaltar auténticas estupideces o violencia gráfica injustificada, explosiones de origen inexplicable o que todo hace que salten chispas… y una banda sonora que más bien parece la playlist de Spotify con los 20 temas más escuchados en la última década. Hay que comprender también que estamos hablando de una película estrenada en servicio de streaming para Netflix, no es un estreno de cartelera (aunque haya costado unos 180 millones de dólares), y eso la hace más aceptable y disfrutable. Por todo lo que ofrece Netflix al precio mensual que decidamos pagar, que ‘6 en la sombra’ aparezca en nuestro menú y decidamos verla resulta mucho menos insultante que si hubiésemos ido al cine.
El espectador que crea que encontrará algo de cordura y sentido común aquí sentirá vergüenza ajena. Posiblemente hasta no termine de verla. Pero si consigues en la introducción entender que vas a ver algo para apagar tu cerebro y gozar de las excentricidades visuales. Que la trama no es importante, sino una justificación para exista continuidad entre las escenas de acción. Entonces, podrás echarte atrás y disfrutar de esta nueva película de ‘Fast and Furious’ meets Deadpo… quiero decir, Ryan Reynolds.
18 de abril de 2014
18 de abril de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya has vivido la experiencia de la primera parte, donde no pudiste pensar como fan "¿Por qué?¿Hace tan poco de la tercera parte de Sam Raimi y ya quieren hacer un rebooth?". Con desconfianza vas al estreno, y te encuentras ante algo agridulce: es una película bien realizada, con buenos efectos especiales y actores bastante decentes. Pero Sam sigue demasiado presente en nuestra memoria, no permitiéndole a Webb calar en tu alma. ¿Quién diablos podría olvidarse de Molina en la piel de Doc. Octopus y la escena de Spidy parando el tren con sus brazos?¿Willem Dafoe como el Duende Verde y su mirada psicótica?... demasiado que asimilar y demasiado miedo retenido en la realización de "The amazin Spiderman".
Entonces llega el día del estreno de la 2ª parte, después de haberte tragado todos los 50 trailer una y otra vez, con la premisa de los seis siniestros, más color y más energía. Esta vez, Webb agarra la cámara por los cuernos. Se niega a venderte algo que a él no le emocione, provocando que no puedas soltarte de la butaca. Te engancha de principio a fin y lo único que haces es absorber todo lo que te da como una autentica esponja. Todo es verosímil, muy humano y con alma propia. Tanto poder alberga en su interior que sientes como la versión de Raimi desaparece de tu memoria mientras ésta te hace un auténtico lavado de cerebro - gustosamente.
La dirección es magistral en sus aspectos más mundanos como sus combates épicos que parecen sacados de los mismos cómics, la química existente entre Garfield y Stone te enterdenece hasta olvidarte de sus personajes, Foox hace una recreación de Electro soberbia - a la altura de Molina y no exagero - y DeHaan repite villano a lo "Chronicle" pero más histriónico. Una combinación actoral impresionante donde presenciamos una continua lucha. ¿Y la música? Bueno, esto ya es otro nivel. Cada personaje tiene su propio tema, a cada cual mejor, desde el dubstep tan retorcido de electro, hasta el tema de Spiderman tan setentero propio del "Superman" de Christopher Reeve.
Una experiencia sin precedentes. Un auténtico "revienta taquilla". ¿Qué queréis que os diga? A la mierda "Iron-man". Ésta es mi nueva favorita de superhéroes moderna con diferencia. Ninguna había conseguido captar la esencia de un cómic de marvel de adolescentes con tanta personalidad y mimo. Una joya del cine que remueve nuestro espíritu infantil en busca de aventuras.
Entonces llega el día del estreno de la 2ª parte, después de haberte tragado todos los 50 trailer una y otra vez, con la premisa de los seis siniestros, más color y más energía. Esta vez, Webb agarra la cámara por los cuernos. Se niega a venderte algo que a él no le emocione, provocando que no puedas soltarte de la butaca. Te engancha de principio a fin y lo único que haces es absorber todo lo que te da como una autentica esponja. Todo es verosímil, muy humano y con alma propia. Tanto poder alberga en su interior que sientes como la versión de Raimi desaparece de tu memoria mientras ésta te hace un auténtico lavado de cerebro - gustosamente.
La dirección es magistral en sus aspectos más mundanos como sus combates épicos que parecen sacados de los mismos cómics, la química existente entre Garfield y Stone te enterdenece hasta olvidarte de sus personajes, Foox hace una recreación de Electro soberbia - a la altura de Molina y no exagero - y DeHaan repite villano a lo "Chronicle" pero más histriónico. Una combinación actoral impresionante donde presenciamos una continua lucha. ¿Y la música? Bueno, esto ya es otro nivel. Cada personaje tiene su propio tema, a cada cual mejor, desde el dubstep tan retorcido de electro, hasta el tema de Spiderman tan setentero propio del "Superman" de Christopher Reeve.
Una experiencia sin precedentes. Un auténtico "revienta taquilla". ¿Qué queréis que os diga? A la mierda "Iron-man". Ésta es mi nueva favorita de superhéroes moderna con diferencia. Ninguna había conseguido captar la esencia de un cómic de marvel de adolescentes con tanta personalidad y mimo. Una joya del cine que remueve nuestro espíritu infantil en busca de aventuras.
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