Propaganda feminista camuflada en una crítica al consumismo que, termina desnudando una de las más grandes contradicciones de este movimiento: aborrecer la opresión del sistema patriarcal sobre las mujeres (legítimo en cierta medida) y, al mismo tiempo, proponer como solución, que ahora sean las mujeres las nuevas opresoras.

La extravagante -y cuidada, estética de sus escenas y la buena actuación de sus protagonistas no dejan que la película sea aburrida. La metáfora del paso del mundo Barbie al real se la puede tragar únicamente un nene de 5 años. Por lo demás, olvidable.

Profundo guión con giros de trama sinceros y realistas. Fresca presentación de una masculinidad madura bajo la historia de una amistad fraterna entre los dos protagonistas.

Espectacular abuso de la cinematografía en las escenas de acción que, a pesar de sus 3 horas de duración, no te agota, que deja excitado. Obnubilado.

Y es que toda esa espectacularidad inflexiona a la historia de la película hasta lo fantasioso, hasta lo ridículo. Solamente por esto la califiqué con un 4/5.

Las escenas de baile son maravillosas. Te ahogan de energía. ¿Estoy alabando una película que incluye musicales? Así de recomendable es.