- ¿Alguien puede creerse la escena de la huida en coche? ¿Alguien? Es decir... soy yo... ¿O la ciudad se les va destruyendo a medida que pasan? ¡Menuda suerte! Para culminar la escena, mete en el susodicho coche por una ventana en un edificio de oficinas, lo atraviesan ENTERO esquivando mobiliario vario... ¡Para acabar saltando por la ventana opuesta desde una altura más que considerable! Una altura de esas que dices: los amortiguadores ahí... han sufrido un poquillo ¿no?

- La avioneta. Más de lo mismo. Ellos van tirando. A su ritmo. El mundo ya irá saltando por los aires detrás. ¿Para conducir la avioneta? El nuevo marido superlerdo que ha hecho dos clases de vuelo servirá. Unas maniobras el tío... unas maniobras... ¡dignas del más prestigioso concurso de piruetas aéreas! ¡Pero si lleva a pasar entre dos edificios que caían sobre ellos con una habilidad pasmosa! ¡Con dos clases! Ja... ja... ja...

- El nuevo marido superlerdo. "Señor, tenemos que hacer que el exmarido y la otra se reconcilien" "¿Cual es el problema" "Hemos puesto un exmarido" "Mátenlo" "¿como, señor?" "Que lo trituren los engranajes de la nave chupiguay de salvación" "Sí, señor". El mundo plagado de terremotos, volcanes, derrumbamientos masivos... y el hombre muere chafado por unos engranajes. Humillante. Pobre.

- Las arcas de Noé: sin palabras.

En fin, que voy a dejarlo porque acabaría llorando y no es cuestión, pero que digo, sin ningún remordimiento, que esta película es uno de los mayores bodrios que se han "filmado" jamás, usando únicamente como excusa sus excelentes (pero inútiles) efectos especiales.

¿Queréis ver destrucción? Cualquier serie B le da mil patadas.

"La película era tan lenta que hasta el planeta se ha pasado de largo"