Quizás sea ese el problema. Las expectativas.
Es una película que no engancha, te mantiene alejado de la trama, toda ella se desarrolla en un solo acto, sin cambios de ritmo, y sin suscitar ningún interés en el espectador.
Las interpretaciones de Gainsbourg y Carrey no son malas pero hacen lo que pueden con un guión escaso, superficial y mal planteado. Las relaciones entre los personajes no son creíbles, los episodios o actos entre ellos les obligan a narrar la historia que se ha sustraído del texto original.
Si el clima podía aportar algo, no lo hace, lo impregna todo de forma pretenciosa, pero inhábil.
Una pérdida de tiempo


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A la propuesta de ir a ver un drama, sobre la historia de un niño con una madre enferma de cáncer, hubiese dicho NO THANKS.
Pero es que esta es otra historia. La propuesta a mi juicio es muy novedosa no sólo por el ingrediente de fantasía que aporta el monstruo sino porque la óptica desde la que se explica es la de un niño. La estética, iluminación y fotografía es excelente, las interpretaciones son muy buenas y el ritmo de la narración no resulta para nada aburrido o tedioso.
Llega a emocionar y a diferencia de algunos a quiénes parece esto les molesta, creo que era completamente necesario.
Un niño que no entiende, en el que emergen sentimientos desconocidos, la culpa, la impotencia, la soledad, el miedo (llega una edad para esto y antesde esa edad no existe, pero es que además, con dramas personales es cuanto uno más se enfrenta de cara a todos esos sentimientos).
El niño encuentra una forma de explicarse a sí mismo la realidad y lo hace a traves de un monstruo que le asusta a la vez que le insufla valor.
A través del monstruo (a mi juicio una manifestación de su propio subconsciente) el niño experimenta por sí mismo, lucha contra sus propios miedos y crece. Me parece que la historia se ha llevado a la pantalla con mucha sensibilidad, que era lo propio y que además se hace con una propuesta (mezcla de fantasía y realidad) más que interesante.