Una auténtica obra maestra de Clint Eastwood (personalmente me parece su mejor trabajo como director). Sean Penn y Tim Robbins destacan sobre el excelente elenco de actores con dos interpretaciones soberbias, las cuales fueron premiadas merecidamente con los Oscar al mejor actor y al mejor actor secundario respectivamente.

En lo que refiere a la historia, el ambiente oscuro y sombrío de la película y la escenificación de los sentimientos de los personajes de una manera tan desgarradora hace que el espectador perciba la angustia de la historia en todo momento. La desolación por la pérdida de un ser querido fue plasmada de manera espléndida por Sean Penn en cada uno de sus diálogos.

En cuanto al personaje de Kevin Bacon, pese a ser el que menos trasfondo emocional tenía de los tres personajes principales, cumple correctamente con su papel dentro de la historia. Destacar también las interpretaciones de Marcia Gay Harden (cuyo personaje gana en importancia a medida que se va desarrollando la trama) y Laura Linney (que sorprende en un gran diálogo final).

Por supuesto, toda la película va acompañada por una banda sonora excelente que sabe dar ese toque emotivo a los momentos cumbres de la película.

En resumen, Mystic River es una película simplemente imprescindible.

Una grandísima película en todos sus aspectos que hace gala de un gran trabajo de montaje. La película no busca la narración de una serie de historias hasta llegar al final, sino que trata de hacer un seguimiento de la vida de un grupo de personas durante un período de tiempo.

Pese a la gran cantidad de personajes y de historias entrelazadas se alcanza una considerable profundidad en los personajes principales, dando como resultado interpretaciones más que interesantes como pueden ser las de Terrence Howard o la de Don Cheadle. Quizás la interpretación más floja del reparto sea la de Brendan Fraser, pero su personaje no presenta una gran relevancia en la historia.

Mención aparte merece la extraordinaria banda sonora de la película, que acompaña perfectamente en los momentos cumbre de la película.

En resumen, Crash es una película que se disfruta de principio a fin y que todo amante del cine debería haber visto.