No es la típica película de “somos los buenos y vamos a matar a los malos”, si esperas ver hígados saltando por los aires y héroes que han bebido más cerveza y meado más sangre, esta no es tu película.

Me ha gustado mucho la sensación de narrar un conflicto bélico de una forma en que el guion está presente sin marcar un camino definido. Las historias se entrelazan de forma original formado un todo donde la inmensidad de las playas y el mar te empequeñecen en la butaca. Empezamos el filme sin preludios, sin escenas cautivadoras etc., pasa lo que pasa, es la guerra y es así. No creo que, como muchos critican, la película esté falta de argumento. Nolan puede ser muchas cosas, pero tonto no lo es.

Zimmer me ha hecho entender que las bandas sonoras no siempre son melodía pura y dura. Pese a que me empezaba a asustar con sus trabajos de Batman, Spiderman, El hombre de acero etc, en que la estructura es muy similar, tanto aquí como en Interstellar muestra verdaderamente su genialidad como músico polifacético. Si es cierto que, para mi gusto personal, en Dunkerque le falta la típica canción de héroes; la música épica que tan bien sabe hacer el maestro Hans… pero caeríamos en el típico sonido de otras tantas bandas sonoras. Me recuerda mucho al trabajo de Steven Price en “Fury”. Evidentemente a nivel de calidad es insuperable. Una banda sonora en la que cuesta identificar compases y todo llega y se desvanece en el más puro misterio y tensión. Un 10.

En definitiva, si te gusta el cine bélico de Spielberg en el Soldado Ryan o Mel Gibson en Hasta el último hombre, no tiene por qué gustarte Dunkerke, son polos totalmente opuestos. Ni más bueno ni mas malo, pero un cine muy distinto. Para mi más que una película bélica, es una película que habla de egoísmo, de supervivencia, de demencia, de poner precio a lo que no tiene y que odia la mitificación de héroes pero que al mismo tiempo alaba la gente que arriesgó o dio su vida sólo cuando lo vio estrictamente necesario.