Cuando nada tiene sentido en una película.
Cuando una película está hecha exclusivamente de tonterías.
Cuando la trama es una estupidez.
Y aún así la ves hasta el final, no paras de reir, y se convierte en un clásico.
Es aterriza como puedas. Una obra de arte del humor absurdo para unos ( entre ellos yo ) y una bazofia infumable para otros.
El comienzo del muchas sagas de películas del género. Precursora.

Es una película buena, con buen reparto (además las actrices son muy guapas), con una trama en un principio atractiva, y que te va enganchando poco a poco, pero...
...que a medida que va avanzando, la entiendes menos, intentas preguntarte a tí mismo si te habrás perdido el singnificado de alguna escena, si estás volviéndote cada vez más corto...
...y al final, tienes que recurrir a la crítica para darte cuenta de que simplemente, no tenías que haberla entendido. Es una película sin explicación, para dejarte con cara de pescado.
Y me quedo con el sabor de boca de pensar que, si me hubieran dado una explicación coherente de todo lo ocurrido, le daría un diez. Pero claro, sin entender el argumento, no le puedes dar esa calificación.
Es eso, buena, pero podría haber sido grandiosa.
Pero supongo que si nó no habría sido Mulholland Drive de David Lynch.

Comencé a verla con la esperanza de que fuera una película distinta, conmovedora...
Y me aburrí soberanamente.
La hora de emisión fue la de la siesta, lo que ayudó a que me echara una cabezadita entre tragedia y tragedia que ocurría.
Es bastante previsible, te ponen en bandeja de plata las situaciones para que sepas lo que va a ocurrir.
A decir en su favor que la fotografía es bonita, tiene escenas de animales y de paisajes que valen la pena. Pero como se suele decir, cuando sales diciendo que una película tiene buena fotografía, es que poco tiene que rascar.

Fidel, demuestra como eres.
Te voy a poner a prueba. Te preguntaré sobre vida, logros, ideales, sobre tí en general. Y me tienes que decir lo que eres en realidad.
El documental no nos va a mostrar nada nuevo. Es la verdad. Simplemente cada uno se hará idea por las ideas que uno tenga.
Las ideas políticas nadie las va a cambiar. Eso sí, el lado humano es bueno conocerlo. El hecho que los medios o los que madan al otro lado del océano nos den una versión... No es algo categórico.

La mayor parte del cine que llega a las pantallas son superproducciones que no aportan nada nuevo: simplemente cumplen con lo que se pide comercialmente, y a recaudar.
Da gusto ver que hay otro cine paralelo que intenta llegar al espectador: es el caso de esta película.
Mezcla momentos de drama, emoción y de comedia, lo tiene todo. No hacen falta acotores de relumbrón para mantener al espectador expectante frente a la pantalla, sólo un guión bien llevado por los actores.
Porque los sueños pueden llegar a realidad, gracias Billy Elliot.