Se trata de una película sin pretensiones (eso creo). Un producto que solo pretende hacer pasar un buen rato. Con alguno de los gags me reí a carcajadas. Es una película del tipo "aterriza como puedas". Está bien para ver por la tele un domingo por la tarde.

El imaginario pueblo de Innisfree (Se llama Cong en realidad) quedará para siempre en la historia del cine y, como en el caso de algunos personajes públicos cuya imitación por parte de algún cómico eclipsa al original, se ha convertido en la imagen que el mundo tiene de la Irlanda rural de postguerra, con su estricta moral católica.

La actuación de John Wayne es buena; la de Maureen O'Hara, excelente y la de Barry Fitzgerald, excepcional.

La película funciona muy bien de principio a fin y, en versión original, con el acento irlandés de O'Hara y Fitzgerald, todavía mejor.

Para mi, la mejor de John Ford y una de las 100 películas a salvar de la quema...

Maravilloso despliegue técnico. Borrachera visual. Ahora bien: el guión, flojo y previsible. Los personajes, tópicos e inconsistentes.
Si buscas efectos especiales, esta es tu película. Pero si buscas cine-cine... al menos es entretenida.

El guión tiene agujeros por todas partes, las interpretaciones flojas y los efectos especiales de bajo presupuesto. Se deja ver y no aburre pero, por los protagonistas y el argumento, parece pensada para un público infantil no muy crítico.

Aunque le faltan algunos ingredientes para ser una gran película, es bastante buena. Narrada en primera persona con la actitud imperturbable y el lenguaje displicente que se atribuye a la más rancia nobleza británica, de un modo que en si mismo constituye una sátira de la misma, tiene momentos remarcables. Los 8 papeles que representa el genial Alec Guiness, incluido el de Lady Agatha D'Ascoyne son, por si solos, un motivo para ver la película. En cuanto al actuación del protagonista, Dennis Price, también tiene algunos momentos memorables, como la sonrisa que lo explica todo durante la boda de su amiga Sibella, con la que se intuye que ha pasado la noche anterior.
Es una deliciosa sátira cargada de humor británico que se ve con una sonrisa en los labios y con un cierto suspense. Hasta se permite un final sorpresa.