Antes de ver esta película y como es habitual en mi, visité esta página y leí alguna de las críticas que hacia ella se hacian. A diferencia de las excelentes películas en las que no hay dudas y todos coinciden en la calidad de las mismas, esta ofrecía variopintas y totalmente opuestas opiniones y valoraciones. Entre los puntos negativos, el que más prejuicios me creo a la hora de decidirme a verla o no, fue la tan peculiar y cada vez menos novedosa filmación con cámara en mano (me marean este tipo de pelis, soy de la antigua escuela). Aún así, una tarde de sopor me decidí a verla. Y... sorpresa, no es tan mala como esperaba ni tan excesivamente espectacular como la ponen. Ya estamos acostumbrados a efectos especiales y monstruos similares (los hemos visto en la Guerra de las galaxias, el Rancor de Jabba, o The Host, de cuya mezcla surge este), donde la incógnita del mismo ha creado una innecesaria expectación (pero así es el marketing).
Una vez dicho esto, considero que he pasado un rato entretenido y ahora, después de haberla visto creo que el guión proviene de la típica pesadilla que todos alguna vez en nuestras vidas hemos tenido. Si, esa en las que sin saber cómo ni porqué, nos persigue un monstruo sin motivo, y tratamos de huir por cualquier calle, subterraneo o azotea, y por mucho que lo eludimos, siempre acaba dando con nosotros. Pues, más o menos, como la mala de suerte de nuestros protagonistas que vayan donde vayan ahí está. Parece que llevan un localizador y el monstruo el GPS.
Si la hubiese visto cuando era más joven y menos insensibilizado por la cantidad de películas de monstruo similares que he visto, casi con total seguridad que me habría identificado mucho más con ella y pasado realmente miedo.
Lo único que puedo decir es que esto ya lo hemos visto, aunque sea en nuestros sueños. Alabo el valor del director por lanzarse a realizar un proyecto así, aunque las posibles secuelas si que me están dando miedo. Prefiero acostarme un rato, dormir y ... soñar. Prefiero mis pesadillas.