Craso error el mío. Atraído tanto por la premisa como por darle valor a mi suscripción, me acerco a esta película y lo que descubro es un refrito de películas mal articulado. Bien rodado, si, pero con un pésimo encaje de piezas.
Con todo, una película ortopédica donde si bien la redención es el tema principal, este se ve eclipsado por un ovni.
Lo mejor: El sonido, algunos momentos interpretativos y la corta duración de la cinta.
Lo peor: Haberme dejado llevar por los comentarios en Tik Tok de gente que no sabe de cine.

No sé que tiene esta obra. Estoy convencido de que lleva algún extraño hechizo en sus planos, como imbricado en sus secuencias, un algo extraño en las miradas y los gestos de la gente que la habita.
Quizá esté hecha con el embrujo de una tarde lluviosa de noviembre, o quizá sea que en su revelado se utilizara el perlado rocío que, cual mortaja, cubrió un rosal herido.
Todos están excelentes, pero Omero Antonutti, actuando como un actor ruso al servicio de Tarkovski, recuerda a un taciturno Pío Baroja en busca de su historia: Médico-asceta-Mártir y padre.
Extraña alquimia la de Erice, zahorí de la imagen.