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7
18 de agosto de 2013
18 de agosto de 2013
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La versión más clásica de una de las obras cumbre de la literatura española. Fue dirigida en 1947 por Rafael Gil y condensó en poco más de dos horas la novela de Cervantes. Una hora y diez minutos para el primer libro y una hora para el segundo. Las generaciones más recientes seguramente tendrán en mente las interpretaciones de otros actores como Don Quijote y Sancho, sin embargo los dos protagonistas hacen una más que notable interpretación. Rafael Rivelles como Don Quijote y Juan Calvo como Sancho Panza. Curioso que los dos personajes principales, manchegos por antonomasia estén encarnados por dos valencianos. El resto del reparto tampoco se queda atrás, con actores que aquí están prácticamente empezando y que luego serían referentes del cine español, como Fernando Rey (que es el Bachiller Sansón Carrasco); Sara Montiel (la sobrina del Caballero de la triste figura) o Manolo Morán. (Veo que en el reparto está también Francisco Rabal, pero no he llegado a identificarlo cuando vi la peli).
Y es que hasta el año 1947, en España no se había producido todavía una versión del Quijote como Dios manda. Le correspondió al director Rafael Gil, uno de los más prolíficos de la historia español, quien ya se ha encargado a llevar a la gran pantalla otros grandes clásicos de la literatura española. El director cumple su papel de trasladar a imágenes el texto literario de Cervantes, sacando la esencia de cada capítulo. Es una muy correcta adaptación del Quijote, realizada con muy pocos medios, aunque no logra la categoría de obra maestra. Las desventuras de Don Quijote y Sancho logran arrancar más de una sonrisa, aunque debo confesar que en algún momento tuve que mirar el reloj.
Y es que hasta el año 1947, en España no se había producido todavía una versión del Quijote como Dios manda. Le correspondió al director Rafael Gil, uno de los más prolíficos de la historia español, quien ya se ha encargado a llevar a la gran pantalla otros grandes clásicos de la literatura española. El director cumple su papel de trasladar a imágenes el texto literario de Cervantes, sacando la esencia de cada capítulo. Es una muy correcta adaptación del Quijote, realizada con muy pocos medios, aunque no logra la categoría de obra maestra. Las desventuras de Don Quijote y Sancho logran arrancar más de una sonrisa, aunque debo confesar que en algún momento tuve que mirar el reloj.
6 de abril de 2012
6 de abril de 2012
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que hacía tiempo que no veía una película tan mala. He estado toda la semana repasando la saga y cuando he llegado a ésta me he puesto hasta de mal humor. Los actores son malos, los diálogos burdos, el argumento previsible. Pero lo que más me irritaba, es que la banda sonora no acompaña a lo que cuentan las imágenes y llega hasta a molestar para ver la película. La excepción es que para algunas escenas recuperan los compases de la banda original de Jerry Goldsmith y se notan las carencias narrativas de los autores de este subproducto. Ya que vive de las rentas de las otras tres películas, por lo menos podrían haberse aprendido cómo estaban hechas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La única sorpresa es que al final el verdadero anticristo no es la niña, cómo se piensa todo el rato. La niña es el vehículo para que Damien en persona renazca de nuevo.
19 de agosto de 2013
19 de agosto de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es complicado valorar lo que hubiera sido esta película, ya que se trata de una obra inconclusa. Es difícil determinar cuánto hay realmente de Welles en el sentido que ha dado Jesús Franco al material rodado en su día y que no se estrenó hasta el año 1992. Franco señala que montó la película siguiendo las instrucciones que Orson Welles le dio, pero hay quien le acusa de haber hecho un sacrilegio. Como Welles no está valorar el resultado de su obra, tendremos que conformarnos con lo que tenemos. Su Don Quijote es una obra extraña, casi surrealista. Al principio se sigue fielmente el texto de Cervantes y la voz de Constantino Romero nos lee aquella famosa frase de: "En un lugar de La Mancha...". Sin embargo poco a poco va intercalando escenas y aventuras que son invención del propio Welles para, a partir de la segunda parte de la película, seguir su propio camino y convertirse en algo diferente. A lo largo del metraje, los problemas de financiación del proyecto son patentes, hasta el punto de que la calidad de la fotografía va cambiando en función de la disponibilidad de presupuesto. No hay una uniformidad en la imagen y las calidades cambian de unas escenas a otras. A veces hay saltos que para mi opinión son improvisaciones del propio Franco para tratar de dar un sentido a todo el material.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Lo primero que me sorprendió es que de repente nos damos cuenta de que la película está ambientada en el siglo XX, cuando al principio habíamos dado por supuesto que era el siglo XVII. Vemos como Don Quijote va a lomos de Rocinante a rescatar a una dama presa de endiablada criatura, para acabar descubriendo que se trata de una jovencita en una Vespino. Poco después, el caballero embiste contra un paso de Semana Santa y los nazarenos le apedrean al grito de "rojo". Con episodios como éstos, Welles aprovecha para ir desmarcándose del texto de Cervantes para contarnos la historia de cómo ven Quijote y Sancho la España de nuestros días (que en la película serían los primeros años 60). El caballero y su escudero visitan los encierros de San Fermín, los toros, las fiestas de moros y cristianos y Sancho Panza se llega a marcar unos pasos de sevillanas durante la visita a Andalucía. Son dos miradas que ven estas celebraciones por primera vez, casi como tratando de transmitir lo que sintió el propio Orson Welles cuando se enamoró de España. Ficción y realidad se entrecruzan, llegando a ser el propio Orson Welles uno de los personajes de la película mientras recorre el país buscando localizaciones para su obra e interactuando con los dos protagonistas. Y es que su película es un trabajo tan quijotesco como el del propio Don Quijote. Un trabajo que le llevó años de su vida hasta el punto de que nunca llegó a terminarlo.
3
7 de septiembre de 2013
7 de septiembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rutinaria película de aventuras donde todo se ve venir desde el principio hasta el final, a pesar de que muchas situaciones del guión no tiene ni pies ni cabeza. El punto de interés es que el papel protagonista que en este tipo de películas quedaba relegado a personajes masculinos recae en Maureen O'Hara. En clave más local, lo que destaca es que la película está rodada en Málaga, aunque la acción no transcurre en España sino en Marruecos. De hecho, en la versión origianl la pelíocula se titula directamente Málaga. Una agente secreta se infiltra en los bajos fondos de Tánger para investigar una red de contrabandistas. En los primeros minutos de la película se intenta dar a la ciudad el mismo tipo de aureola mítica que tiene Casablanca, el film clásico por excelencia ambientado en Marruecos. Sin embargo, aquí tenemos un pastiche en el que lo árabe se alterna con lo andaluz y en los bares se bailan sevillanas mientras la gente se pasea con chilaba. Malos muy malos, buenos que parecen malos, malos que resultan ser buenos, tiros, peleas, persecuciones y persecuciones en un título que conserva parte del encanto aventurero de antaño, pero que ha envejecido muy mal. Lo mejor, la interpretación de Maureen O'Hara. Lo peor, el guión en el que alguno de los giros argumentales no tiene ni pies ni cabeza.

6.6
3,812
7
12 de septiembre de 2013
12 de septiembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo haber visto esta película por primera vez con 13 o 14 años de edad en esos tiempos en que encontrabas de todo en el videoclub y pasó a ser una de mis comedias favoritas. El contraste entre los personajes de Walter Mathau y JacK Lemmon me pareció sublime. Durante mucho tiempo la consideré como una de las mejores cintas de esta mítica pareja del cine. Sin embargo, años después la emitieron en un ciclo de televisión y aproveché para volver a verla. Al leer las reseñas de las críticas de los periódicos, vi que estaba consideraba como una obra menor de Billy Wilder, indigna para un genio como él como película de despedida del cine. Tras este chasco, descubrí al ver la película que ya no me hacía tanta gracia. ¿Había envejecido yo o ella?, ¿por qué tantas películas que te dejaron ese buen sabor de boca, pierden esa magia que tenían cuando las viste por primera vez?, ¿por qué coges tanta manía a la gente que te lo dice a pesar de que en lo más hondo de ti sabes que tienen razón?, ¿hubiera mantenido mi opinión de no haber leído nada o de haberla visto solo? Y ésta es la historia de cómo descubrí que no siempre las películas tienen que gustarte igual que la primera vez que las viste.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando era joven e inocente, vibraba con la escena de la persecución final por los pasillos del hotel. Me parecía muy cómico que dos carcamales como los dos protagonistas protagonizaran esa secuencia al más puro cine de acción.
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