Shyamalan vuelve a sorprendernos con una historia original. Un cuento de hadas bello y magistrálmente rodado por un cineasta que podríamos comparar a los hermanos Grimm. Night sigue rodando a su estilo, planos secuencias largos que hace trabajar a los actores casi como en una obra de teatro sacando lo mejor de ellos, Giamatti está perfecto, Dallas parece sacada del mismo mundo de las ninfas y el propio Night haciendo un gran papel en su película. La crítica le critica a él y el critica a los críticos, yo creo que han sido muy duros, pues Night nunca engaña en sus películas, él lo hace todo dirección, guion y producción, quizás es el marketing que hacen de sus películas lo que nos hace creer que vamos a vivir un gran terror pero no es así, él solo cuenta historias.

Cuando me enteré de la nueva edición del superhéroe de nuestra infancia era reticiente a ver al nuevo Superman pero decidí darle una oportunidad a Bryan Singer. Y lo ha conseguido, Superman vuelve igual de fuerte, Bryan Singer ha conseguido mantener la fidelidad de la primera película (la mejor) aún y todo no teniendo al llorado y desaparecido Christopher Reeve. Pero Brandon Routh un desconocido (al igual que Christopher en aquella época) ha sabido mantener la dualidad de Clark Kent/Superman bastante bien. Kevin Spacey está perfecto como Lex Luthor un villano megalómano perfecto como en su época lo estuvo Gene Hackman, malvado e irónico. Los secundarios por desgracia no destacan demasiado pero tenemos a un genial Frank Langella como el editor del Daily, Perry White. El espiritu del superman de los 80 está hasta en los créditos iniciales, manteniendo su presentación y la música de John Williams. La película en pocas palabras: es que su vuelta no ha sido decepcionante. ¿El fúturo de la saga? Ya veremos.