Cuando ví esta pélícula me quedé con una impresión fantástica. El cambio que experimenta el personaje durante la película es extraordinario y es obra, sin duda, de la sublime interpretación del genial Jack Nicholson. No se queda atrán ni mucho menos el papel de Shelley Duvall en el papel de "Wendy" la mujer del personaje que interpreta Nicholson. Es una de estás películas que se denominan "film psicológico", lleno de intriga.

Sinceramente, me parece una de las tres películas que he visto. La he visto una y otra vez pero no me canso de verla nunca. Lo primero que me gustaría destacar es el argumento, muy bien tratado y lleno de acción y contenido que obligan al espectador a prestar su máxima atención en todo momento. La interpretación la calificaría de extraordinaria, especialmente por parte de los dos actores protagonistas, Sean Connery, en su papel de capitán del submarino soviético, y de Alec Baldwin, como un analista de la CIA (aunque la verdad es que del primero no me esperaba otra cosa porque borda todos los papeles), pero sin dejar de lado a los otros dos personajes principales de la historia, Sam Neill, que hace de primer oficial del Octubre Rojo, y del conocidísimo Scott Glenn, ganador de un Oscar por "El silencio de los corderos" y que realiza un papel muy a tener en cuenta. No podemos entenderla como una película puramente bélica, pero si como de muchísima acción (aunque no es como la clásica película de mamporros en la que todo el mundo sale malparado y el bueno siempre acaba ganando), aquí hay un argumento muy sólido y deliberado, con momentos en los que el espectador se mostrará sorprendido y experimentará una sensación de ansia por saber que es lo que va a ocurrir. Para todos los que no la hayan visto, se la recomiendo encarecidamente.