... y en el vaso de leche.

-Totalmente de acuerdo con la crítica de Bloomsday. Si tuviera que realizar una crítica en profundidaz esta coincidiría casi punto por punto con la del anteriormente citado, así que os voy a ahorrar el tostón... y a mi la pereza.

-Tan solo señalar algo que se le pasó por alto a Bloomsday para dar la puntada final a su crítica y afianzar, aun más si cabe, sus argumentos: El vaso de leche y las galletas.

-Seamos sinceros: Personalmente dudo (y supongo que muchos de vosotros también) que un director de la talla de Shyamalan (e incluso otros no tan buenos) cometa fallos de guión y coherencia tan obvios sin querer. Me refiero al hecho de que los personajes se traguen lo de la ninfa sin apenas cuestionárselo. Está más claro que el agua de la piscina que la intención del autor no es otra que la de contarnos una fábula moderna. Es más, su propósito es rescatar a los niños que la mayoría aun somos (aunque nos esforcemos por ahogar a esos niños) y que vemos la cinta con la misma inocencia, predisposición e ilusión que teniamos de pequeños. No es un secreto que los niños tienen una mente más abierta, es un hecho, y el director a intentado devolvernos parte de esa amplitud de miras, conjugando con genialidad herramientas adultas e infantiles.

-Para rematar la faena, Shyamalan nos lo da mascado en un par de escenas, a saber: Cuando la estudiante coreana le dice al protagonista (sic.) "Oiga señor Heep, mi madre le ve como un desconocido. Tiene que hacer que le vea como un niño inocente, entonces le contará el cuento." Varias escenas mas tarde, podemos ver al protagonista en el apartamento de la coreana en una situación en teoría cómica, pero que para el espectador atento puede suponer una guía a la hora de disfrutar plenamente de la película. Heep está sentado en la salita de la coreana con unas galletas y un vaso de leche, come y bebe con un descuido estudiado, propio de un niño y se recuesta a escuchar la historia ´con el mismo arrobo que lo haría un niño.

-Eso es lo que quiere el director: que vemos la cinta sin prejucios, disfrutando de ella con ilusión. Un tipo de ilusión de la que rara vez gozamos, o nos permitimos gozar.

-Para finalizar: La cinta seguro contendrá errores técnicos en los que no voy a entrar. Pero lo que si es cierto es que esos errores no se encuentran entre los que parecen obvios. No son errores, son aciertos que consiguen por mi parte un aplauso para la genialidad de Shyamalan.

-Saludos y disfrutadla... como los niños que no deberiamos olvidar que somos y que no deberiamos descuidar en un futuro próximo o lejano, pues no todo en esta vida es madurez, ya que a veces, la fruta más sabrosa es la que aun está verde.

(Vaya, pues al final parece que si que solté un "tostón", jeje).