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Críticas ordenadas por utilidad
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6.5
11,375
7
29 de octubre de 2016
29 de octubre de 2016
111 de 116 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para que cinco actores dentro de un garaje te peguen al sillón, aunque sólo sea durante 75 minutos, sin ni siquiera pulsar el mando para ver cuánto falta para el final, se necesita algo más que una buena trama. Lograr esa tensión es puro arte dramático. Un guión logrado, interpretaciones extraordinarias, y, sobre todo, la magia de introducirte dentro de ese garaje como un observador interesado, como si también a ti te fuera algo en esa discusión.
Porque la película es eso, una discusión. Y estoy seguro de que cuantos hemos visto esta maravilla, al finalizar la película, hemos tomado partido. De entre los cuatro en liza, el verdadero enigma no consiste en saber quién pagará, sino quién es el auténtico capullo. No siempre coincide.
Porque la película es eso, una discusión. Y estoy seguro de que cuantos hemos visto esta maravilla, al finalizar la película, hemos tomado partido. De entre los cuatro en liza, el verdadero enigma no consiste en saber quién pagará, sino quién es el auténtico capullo. No siempre coincide.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
He borrado mi crítica anterior para rehacerla añadiendo estas líneas en spoiler acerca del final de la película. Quiero reivindicarlo porque me parece el final más justo. Mirad a los cuatro personajes con la cabeza caída sobre la mesa, en silencio. Ya nada será igual entre ellos, después de las horas que han pasado juntos. La empresa no puede continuar, porque ya no podrán trabajar juntos. Realmente, los cuatro han pagado por un delito que los cuatro cometieron, lo cual es más justo que su intención de elegir un chivo expiatorio. Y no ha sido un juez quien les ha hecho pagar; han sido ellos mismos quienes se han ajusticiado al sacar a la luz toda la basura que se había amontonado durante años en el sótano de ese garaje.

6.6
13,515
6
11 de noviembre de 2006
11 de noviembre de 2006
84 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente interpretación de Ford. Coincido en que es uno de sus mejores papeles. Preciosa fotografía; esas calles mojadas y muy enfocadas son el sello de Polanski. La música de Morricone... En fin, para gustos los colores, pero me ha parecido espantosa, más propia de una peli policiaca mala de los setenta. Si cierras los ojos mientras la escuchas, te imaginas pantalones de campana y a Richard Widmark corriendo detrás de un hippie. El ritmo, muy bien llevado; te pega al sillón.
La única pena es que es increíble de principio a fin. Total: un 6.
La única pena es que es increíble de principio a fin. Total: un 6.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una señora que sale de la habitación del hotel ante la llamada de un desconocido...
Una maleta extraviada y un tipo que se lanza a una aventura de narices cuando cuando hay 999 posibilidades de que la maleta se haya extraviado de forma accidental (¡como siempre!) frente a 1 de que tenga algo que ver con el secuestro.
Un montón de cosas en la maleta y la clásica caja de cerillas de un local con un nombre y un teléfono. Se nota que el guionista ha ido al cine.
Unos funcionarios de la embajada americana tontos de remate que le piden que deletree las palabras y le ponen en espera ante un secuestro. Parecen Laurel y Hardy.
Unos policías que ni siquiera se dan cuenta de que hay huellas de Ford por toda la casa del tal Dede y no lo detienen. Para colmo de la estupidez, desisten de interrogar a la chica ante la frase "Esto sigue siendo París", de Ford. Eso es de sainete malo.
Y lo peor es cuando a Ford le golpean estando en pelotas y, en lugar de defenderse, todo su empeño es taparse los cataplines con un osito de peluche para que no los coja la cámara. Ja ja ja ja ja...
En fin, que es un poco increíble.
Una maleta extraviada y un tipo que se lanza a una aventura de narices cuando cuando hay 999 posibilidades de que la maleta se haya extraviado de forma accidental (¡como siempre!) frente a 1 de que tenga algo que ver con el secuestro.
Un montón de cosas en la maleta y la clásica caja de cerillas de un local con un nombre y un teléfono. Se nota que el guionista ha ido al cine.
Unos funcionarios de la embajada americana tontos de remate que le piden que deletree las palabras y le ponen en espera ante un secuestro. Parecen Laurel y Hardy.
Unos policías que ni siquiera se dan cuenta de que hay huellas de Ford por toda la casa del tal Dede y no lo detienen. Para colmo de la estupidez, desisten de interrogar a la chica ante la frase "Esto sigue siendo París", de Ford. Eso es de sainete malo.
Y lo peor es cuando a Ford le golpean estando en pelotas y, en lugar de defenderse, todo su empeño es taparse los cataplines con un osito de peluche para que no los coja la cámara. Ja ja ja ja ja...
En fin, que es un poco increíble.
Serie

7.8
1,267
9
8 de agosto de 2019
8 de agosto de 2019
37 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor de esta serie es su sensibilidad. Es cautivadora.
Fijaos en la importancia de los escenarios: el comedor, con padre e hijo a la mesa; el balcón, lugar mágico de encuentros y conversaciones preciosas; el despacho de Shulem, angustioso y siempre problemático…
Luego está lo onírico: sueños, visiones, espectros… Pero nada atemorizantes, al revés, todos tan consoladores.
En lo personal, el ambiente ultraotodoxo judío siempre me ha llamado la atención, y ha despertado mi curiosidad. He viajado muchas veces a Jerusalén, y siempre, desde la distancia, me ha infundido respeto esa cultura. Nunca he hablado con ninguno de ellos, son inaccesibles para mí en mis viajes, siempre me han despertado un interrogante, porque soy un curioso impenitente. Llegar a sus comedores y a sus balcones, aunque sea desde la ficción, ha sido gratificante para mí. Leo en IMDB que la serie no les ha disgustado; al revés, les ha gustado a muchos, y esto significa que es creíble, lo cual agradezco.
Pero, sobre todo, en medio de la «mugre» de esas calles llenas de papeles, y de esos trajes sucios (que así se ven en la pantalla), hay una sensibilidad para la belleza extraordinaria en todos los episodios. Logran mostrar lo mejor de la condición humana. Y eso vale para judíos ortodoxos, para cristianos, y para cualquier hombre que se precie de serlo.
Siento la poca difusión que ha tenido, y los pocos votos que tiene aquí. Cuando algo es hermoso, merece ser contemplado por muchos.
Fijaos en la importancia de los escenarios: el comedor, con padre e hijo a la mesa; el balcón, lugar mágico de encuentros y conversaciones preciosas; el despacho de Shulem, angustioso y siempre problemático…
Luego está lo onírico: sueños, visiones, espectros… Pero nada atemorizantes, al revés, todos tan consoladores.
En lo personal, el ambiente ultraotodoxo judío siempre me ha llamado la atención, y ha despertado mi curiosidad. He viajado muchas veces a Jerusalén, y siempre, desde la distancia, me ha infundido respeto esa cultura. Nunca he hablado con ninguno de ellos, son inaccesibles para mí en mis viajes, siempre me han despertado un interrogante, porque soy un curioso impenitente. Llegar a sus comedores y a sus balcones, aunque sea desde la ficción, ha sido gratificante para mí. Leo en IMDB que la serie no les ha disgustado; al revés, les ha gustado a muchos, y esto significa que es creíble, lo cual agradezco.
Pero, sobre todo, en medio de la «mugre» de esas calles llenas de papeles, y de esos trajes sucios (que así se ven en la pantalla), hay una sensibilidad para la belleza extraordinaria en todos los episodios. Logran mostrar lo mejor de la condición humana. Y eso vale para judíos ortodoxos, para cristianos, y para cualquier hombre que se precie de serlo.
Siento la poca difusión que ha tenido, y los pocos votos que tiene aquí. Cuando algo es hermoso, merece ser contemplado por muchos.

7.2
3,155
9
11 de abril de 2008
11 de abril de 2008
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sencillamente sobrecogedora. Pocos directores como Wyler saben mostrar ese entramado de negro y blanco que forman la guerra y el amor. Un amor limpio envuelto en el humo de las bombas, unas personas sencillas y bondadosas rodeadas del horror de la guerra, y la lucha de la bondad por abrirse paso entre esas nubes de crueldad. No es fácil llevar eso al cine, y mostrarlo con tanta nitidez. Lo hace Wyler y lo hizo después Douglas Sirk ("Tiempo de amar, tiempo de morir")... Pocos más.
En esta maravillosa película encontramos personajes "Capra", como el jefe de estación y la "simpática" abuela, familias "Ford" como la familia protagonista, pero, sobre todo, es una película "Wyler", una película del mejor Wyler.
En esta maravillosa película encontramos personajes "Capra", como el jefe de estación y la "simpática" abuela, familias "Ford" como la familia protagonista, pero, sobre todo, es una película "Wyler", una película del mejor Wyler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Nunca una casa desvencijada por los bombardeos se ha parecido tanto a un hogar.
Nunca una iglesia destartalada y casi en ruinas ha parecido más iglesia.
Eso sólo lo logran Ford y Wyler.
Nunca una iglesia destartalada y casi en ruinas ha parecido más iglesia.
Eso sólo lo logran Ford y Wyler.
9
26 de julio de 2011
26 de julio de 2011
29 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que no puedo ser imparcial con esta película, porque yo era uno de esos niños, de los hijos de José, o de cualquier otro que vio el cielo abierto en los 70 con el pisito en la Sierra. Además, en la misma sierra, en la de Madrid, y cerca de Cerceda, en Los Negrales. En 1979 yo era un poco mayor que los hijos de José, porque ya tenía 14 años y el pisito lo habíamos comprado hacía ocho. Y, es verdad, no era un chalet (que no todos trabajaban en "La confianza"), sino un pequeño apartamento en el que cada fin de semana cogíamos el balón y salíamos al campo para jugar al fútbol después de ver "Mazinger Z" o "Pipi Calzaslargas". El domingo había que volver a Madrid temprano, después de comer, para no coger los atascos, y lo hacíamos escuchando el Carrusell en la radio del Simca 1200.
Total, que veo la película con 46 añazos.. Y voy y me emociono, y pienso que mis padres también se debieron desilusionar, porque no paraban de hacer cosas (la compra, los arreglos, la limpieza, la comida...) mientras mis hermanos y yo retozábamos por el campo.
Se habla mucho de las palabras de Landa en los pinos, al final de la película... Pero, personalmente, me han impresionado más las que le dice a su mujer en la cama, cuando le cuenta la historia de "Villa Clara": "seguramente, yo soy hoy ese hombre... ¡Y no hay nada! ¡Nada!".
¡Qué grande es Garci!
Total, que veo la película con 46 añazos.. Y voy y me emociono, y pienso que mis padres también se debieron desilusionar, porque no paraban de hacer cosas (la compra, los arreglos, la limpieza, la comida...) mientras mis hermanos y yo retozábamos por el campo.
Se habla mucho de las palabras de Landa en los pinos, al final de la película... Pero, personalmente, me han impresionado más las que le dice a su mujer en la cama, cuando le cuenta la historia de "Villa Clara": "seguramente, yo soy hoy ese hombre... ¡Y no hay nada! ¡Nada!".
¡Qué grande es Garci!
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