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Críticas ordenadas por utilidad
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6.9
4,878
8
21 de abril de 2024
21 de abril de 2024
79 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Quimera simboliza la tentación y los deseos inalcanzables englobados en un mundo donde convergen lo real y lo imaginario. La directora nos introduce en el suburbio de la arqueología, el mercado negro, para concienciarnos sobre el devenir del ser humano a través de un singular y excéntrico grupo de expoliadores, situados en Italia (probablemente La Toscana, donde se asentó la antigua Etruria).
El personaje principal es Arthur, el hilo conductor de la peli, que posee un don ‘sensitivo’ para encontrar hipogeos etruscos y que además en lo personal, tiene una cuenta pendiente con el mundo de los muertos. Al torturado Arthur solamente le interesa encontrar a su amada Benjamina, por lo que su cabeza pasa más tiempo envuelta en recuerdos que anclada en el mundo terrenal.
En su retorno a casa conoce a Italia, que trabaja para la madre de Benjamina, estableciéndose entre ellos un vínculo especial que le ayudará a salir de su ensimismamiento.
El nombre de Italia simboliza una alegoría: es el lamento de una nación ultrajada que no defiende lo sagrado (su pasado arqueológico), pero también personifica la esperanza y el propósito de un nuevo camino bajo la perspectiva femenina, emulando a la sociedad etrusca (más participativa y pública para las mujeres en comparación con las romanas y griegas). He aquí el alegato feminista de la peli.
-Las Etruscas-
Pero por mucho que nos empeñemos en buscar en la época clásica, no hallaremos mujeres autónomas, empoderadas y en una posición paritaria con respecto a los hombres, eso es una conquista de nuestro tiempo. Aunque es cierto que las etruscas llevaban una vida menos clandestina: el ajuar de sus tumbas podía albergar la misma riqueza o más que la del varón, conservaban sus nombres y apellidos (las romanas eran mujeres sin nombre, incluso las patricias, tomándolo de su padre o esposo), el matronímico reconoce la posibilidad de reconocer hijos legítimos solamente con el nombre de la madre (no pasaba en Grecia), las pinturas murales y las esculturas de terracota, las plañideras (en sus ritos fúnebres), representaciones de mujeres con sus hijos (jamás ha aparecido algo así en Grecia) nos reflejan la cotidianidad de las etruscas, aquéllas que se oxigenaban el pelo y se lo cortaban según la moda.
“Estas cosas no están hechas para ojos humanos”, exclama Italia cuando descubre el saqueo de una tumba. Y es que quizá si el deseo del lucro no hiciera perder la honradez del ser humano, podríamos entender mejor que somos transitorios a nuestro tiempo y que el patrimonio debe ser accesible para todos con un límite, mantenerlo.
En definitiva, es una peli interesante que nos habla de los propósitos, lo que nos ata al pasado (la historia), los sueños y la voluntad de entender el pasado para asimilar el presente y concebir un futuro mejor.
(Y el soundtrack también es chachi)
El personaje principal es Arthur, el hilo conductor de la peli, que posee un don ‘sensitivo’ para encontrar hipogeos etruscos y que además en lo personal, tiene una cuenta pendiente con el mundo de los muertos. Al torturado Arthur solamente le interesa encontrar a su amada Benjamina, por lo que su cabeza pasa más tiempo envuelta en recuerdos que anclada en el mundo terrenal.
En su retorno a casa conoce a Italia, que trabaja para la madre de Benjamina, estableciéndose entre ellos un vínculo especial que le ayudará a salir de su ensimismamiento.
El nombre de Italia simboliza una alegoría: es el lamento de una nación ultrajada que no defiende lo sagrado (su pasado arqueológico), pero también personifica la esperanza y el propósito de un nuevo camino bajo la perspectiva femenina, emulando a la sociedad etrusca (más participativa y pública para las mujeres en comparación con las romanas y griegas). He aquí el alegato feminista de la peli.
-Las Etruscas-
Pero por mucho que nos empeñemos en buscar en la época clásica, no hallaremos mujeres autónomas, empoderadas y en una posición paritaria con respecto a los hombres, eso es una conquista de nuestro tiempo. Aunque es cierto que las etruscas llevaban una vida menos clandestina: el ajuar de sus tumbas podía albergar la misma riqueza o más que la del varón, conservaban sus nombres y apellidos (las romanas eran mujeres sin nombre, incluso las patricias, tomándolo de su padre o esposo), el matronímico reconoce la posibilidad de reconocer hijos legítimos solamente con el nombre de la madre (no pasaba en Grecia), las pinturas murales y las esculturas de terracota, las plañideras (en sus ritos fúnebres), representaciones de mujeres con sus hijos (jamás ha aparecido algo así en Grecia) nos reflejan la cotidianidad de las etruscas, aquéllas que se oxigenaban el pelo y se lo cortaban según la moda.
“Estas cosas no están hechas para ojos humanos”, exclama Italia cuando descubre el saqueo de una tumba. Y es que quizá si el deseo del lucro no hiciera perder la honradez del ser humano, podríamos entender mejor que somos transitorios a nuestro tiempo y que el patrimonio debe ser accesible para todos con un límite, mantenerlo.
En definitiva, es una peli interesante que nos habla de los propósitos, lo que nos ata al pasado (la historia), los sueños y la voluntad de entender el pasado para asimilar el presente y concebir un futuro mejor.
(Y el soundtrack también es chachi)

7.2
34,243
8
29 de enero de 2024
29 de enero de 2024
79 de 128 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bella Baxter es un personaje que te caerá bien o te repugnará. Sin medias tintas, ella es capaz de desarmar a sus rivales con su ironía. El film es como la bomba atómica de 'Oppenheimer': te reventará el cerebro en algunos momentos y en otros te dejará incrédula.
Es cierto que es excéntrica, pero no creo que peque de pedante. Más pedante me parecen Fellini, Antonioni, Woody Allen o Sorrentino. Básicamente si te gustan las propuestas diferentes, excéntricas, algo groseras, estrambóticas, el cinismo y la sátira, te gustará el cine de Lanthimos.
En cuanto al mensaje: Hay una manía persecutoria moralista desde hace años con todo. No entiendo cómo puede haber tanto amargado/a en el mundo. ¿Queréis ver productos culturales con moral intachable?, ¿todos iguales? pues ved: 'Sonrisas y lágrimas' , 'La casa de la pradera', 'Mujercitas', 'Barbie', 'La sociedad de la nieve'... Pero no vengáis con vuestra negatividad a explicar lo que está bien y lo que está mal. ¿A ti te parece que es apología de la prostitución y pedofilia? Pues muy bien, es una sátira retrofuturista, pero sí, tú llevas razón.
ATENCIÓN. Voy a dar la chapa: Hubo momentos que el personaje de Bella me hizo recordar a mí misma en determinadas experiencias. Me ocurrió al salir del cine. Me hizo rememorar cuando estuve enrollada (de primavera a verano) con un tío que me doblaba la edad (yo tenía 19 años recién cumplidos) que me gustaba porque tenía moto y coche, porque era mayor, porque me desnudaba entera para mirarme (y eso me gustaba) pero que cuando me cansé, le dije: "Hay mucha diferencia de edad y no podemos seguir. Además, yo tengo que salir con mis amigas... Pero podemos seguir siendo amigos porque eres un tío de puta madre". Se enfadó y me dejó de hablar. Oooooh. ¿Esperaba que me enamorase simplemente por tratarme bien?
Luego recordé a mi primer novio: Me sentía cómoda estando con él y no me parecía un imbécil como los demás, a primera vista, porque tenía la impresión que todos los que conocía lo eran, o al menos hablaban como si lo fuesen.
Comenzamos a salir en serio, pero al cabo de los meses volví a aburrirme. Yo quería salir, conocer a gente interesante, experimentar el Erasmus... Él era diferente sí, pero también un poco pedante, un vago, un poco plasta, muy aburrido, malísimo en la cama, egoísta y odiaba que saliera por mi cuenta. Sin embargo sus amigos me caían genial, me gustó más su mejor amigo que él. Así que un día quedamos para tomar un café y le dije: "No me pasa nada contigo, es que he estado pensando y creo que no soy para ti porque te voy a hacer daño. Necesito probar más cosas, somos muy distintos. A ver, ¿no esperarás a que te diga un día que nos casemos, no?". Se puso a llorar delante de todo el mundo. Me sentí fatal. Menuda zorra malvada había sido, ¿y todo por puro hedonismo?
Así que no le dejé y aguantamos un tiempo más (le engañé, claro, se veía venir. Pero no pasa nada porque él estaba totalmente en la parra, así que no sufrió). Pero recuerdo que sí me quedé un poco enjaulada con él porque decidí que tenía que ser una buena chica (era lo correcto) porque tenía que salir más con él pero cuando él quisiera, más con sus amigos y dejar a mi círculo "que no me pegaba nada". Y por supuesto, no iba a conocer a otro tío así, una joya (no como yo), que no paraba de repetirme "nadie te va a querer como yo". Y además, todas mis amigas tenían pareja... ¿POR QUÉ LE VAS A DEJAR? Era lo lógico. A su madre y a su hermana les caía fatal, evidentemente. Porque no parecía que me desviviera por la "joya de la casa", y claro, es que a él aún le pelaba la fruta su madre (con los huevos negros, absolutamente patético).
Afortunadamente, me largué a vivir a otra parte y por fin cortamos. Y ahí me descubrí a mí misma: viajé, conocí a muchísima gente, estudié, aprendí muchísimo y por supuesto también del sexo (y de la gente mala también, sí). Pues eso, pensé y actué acorde a lo que era y soy, justo lo que hace Bella Baxter.
Y sí, yo también le he sacado dinero a un tío a cambio de sexo. Negocié lo que consideré que podía y lo que él se dejó. Y no por ello me sentí sucia, aunque moralmente me reprendí porque iba siendo hora de centrarse, no ir tan de soberbia y gilipollas, y entender que me había salido muy bien por pura suerte, una mera casualidad, pero mejor no continuar con esos juegos.
Dice Bella: "Las mujeres somos nuestros propios medios de producción", en realidad ojalá fuese así. Todas hemos aprendido que la mujer ha sido considerada como objeto para satisfacer la "concupiscencia colectiva", e incluso para las religiones representa la degradación infinita del hombre. Pero bueno, también sabemos que los medios de producción pueden ser propietarios y no propietarios ;)
Aún así, entendemos que si el sexo es una de las piezas que mueven la maquinaria del mundo capitalista, y de cualquier sociedad y modelo económico por los siglos de los siglos, quizá "lo empoderante" sea esa utopía que explica Bella con respecto a la prostitución: Lo lógico sería que las mujeres decidamos.
Y así debe ser. ¿O realmente creemos que la desigualdad, la pobreza, la violencia y la trata van a desaparecer simplemente por repetir mantras marxistas? HIJA MÍA, POR FAVÓ....
RESUMIENDO ESTE COÑAZO: ¿Acaso nuestro cerebro no está en constante aprendizaje?, ¿acaso el conocimiento no nos abre a querer experimentar nuevas experiencias?, ¿no somos más felices cuando aprehendemos a que no nos afecten las malas opiniones?, ¿no hemos sido idealistas de jóvenes?
Pues eso es lo que defiende esta película para mí.
Es cierto que es excéntrica, pero no creo que peque de pedante. Más pedante me parecen Fellini, Antonioni, Woody Allen o Sorrentino. Básicamente si te gustan las propuestas diferentes, excéntricas, algo groseras, estrambóticas, el cinismo y la sátira, te gustará el cine de Lanthimos.
En cuanto al mensaje: Hay una manía persecutoria moralista desde hace años con todo. No entiendo cómo puede haber tanto amargado/a en el mundo. ¿Queréis ver productos culturales con moral intachable?, ¿todos iguales? pues ved: 'Sonrisas y lágrimas' , 'La casa de la pradera', 'Mujercitas', 'Barbie', 'La sociedad de la nieve'... Pero no vengáis con vuestra negatividad a explicar lo que está bien y lo que está mal. ¿A ti te parece que es apología de la prostitución y pedofilia? Pues muy bien, es una sátira retrofuturista, pero sí, tú llevas razón.
ATENCIÓN. Voy a dar la chapa: Hubo momentos que el personaje de Bella me hizo recordar a mí misma en determinadas experiencias. Me ocurrió al salir del cine. Me hizo rememorar cuando estuve enrollada (de primavera a verano) con un tío que me doblaba la edad (yo tenía 19 años recién cumplidos) que me gustaba porque tenía moto y coche, porque era mayor, porque me desnudaba entera para mirarme (y eso me gustaba) pero que cuando me cansé, le dije: "Hay mucha diferencia de edad y no podemos seguir. Además, yo tengo que salir con mis amigas... Pero podemos seguir siendo amigos porque eres un tío de puta madre". Se enfadó y me dejó de hablar. Oooooh. ¿Esperaba que me enamorase simplemente por tratarme bien?
Luego recordé a mi primer novio: Me sentía cómoda estando con él y no me parecía un imbécil como los demás, a primera vista, porque tenía la impresión que todos los que conocía lo eran, o al menos hablaban como si lo fuesen.
Comenzamos a salir en serio, pero al cabo de los meses volví a aburrirme. Yo quería salir, conocer a gente interesante, experimentar el Erasmus... Él era diferente sí, pero también un poco pedante, un vago, un poco plasta, muy aburrido, malísimo en la cama, egoísta y odiaba que saliera por mi cuenta. Sin embargo sus amigos me caían genial, me gustó más su mejor amigo que él. Así que un día quedamos para tomar un café y le dije: "No me pasa nada contigo, es que he estado pensando y creo que no soy para ti porque te voy a hacer daño. Necesito probar más cosas, somos muy distintos. A ver, ¿no esperarás a que te diga un día que nos casemos, no?". Se puso a llorar delante de todo el mundo. Me sentí fatal. Menuda zorra malvada había sido, ¿y todo por puro hedonismo?
Así que no le dejé y aguantamos un tiempo más (le engañé, claro, se veía venir. Pero no pasa nada porque él estaba totalmente en la parra, así que no sufrió). Pero recuerdo que sí me quedé un poco enjaulada con él porque decidí que tenía que ser una buena chica (era lo correcto) porque tenía que salir más con él pero cuando él quisiera, más con sus amigos y dejar a mi círculo "que no me pegaba nada". Y por supuesto, no iba a conocer a otro tío así, una joya (no como yo), que no paraba de repetirme "nadie te va a querer como yo". Y además, todas mis amigas tenían pareja... ¿POR QUÉ LE VAS A DEJAR? Era lo lógico. A su madre y a su hermana les caía fatal, evidentemente. Porque no parecía que me desviviera por la "joya de la casa", y claro, es que a él aún le pelaba la fruta su madre (con los huevos negros, absolutamente patético).
Afortunadamente, me largué a vivir a otra parte y por fin cortamos. Y ahí me descubrí a mí misma: viajé, conocí a muchísima gente, estudié, aprendí muchísimo y por supuesto también del sexo (y de la gente mala también, sí). Pues eso, pensé y actué acorde a lo que era y soy, justo lo que hace Bella Baxter.
Y sí, yo también le he sacado dinero a un tío a cambio de sexo. Negocié lo que consideré que podía y lo que él se dejó. Y no por ello me sentí sucia, aunque moralmente me reprendí porque iba siendo hora de centrarse, no ir tan de soberbia y gilipollas, y entender que me había salido muy bien por pura suerte, una mera casualidad, pero mejor no continuar con esos juegos.
Dice Bella: "Las mujeres somos nuestros propios medios de producción", en realidad ojalá fuese así. Todas hemos aprendido que la mujer ha sido considerada como objeto para satisfacer la "concupiscencia colectiva", e incluso para las religiones representa la degradación infinita del hombre. Pero bueno, también sabemos que los medios de producción pueden ser propietarios y no propietarios ;)
Aún así, entendemos que si el sexo es una de las piezas que mueven la maquinaria del mundo capitalista, y de cualquier sociedad y modelo económico por los siglos de los siglos, quizá "lo empoderante" sea esa utopía que explica Bella con respecto a la prostitución: Lo lógico sería que las mujeres decidamos.
Y así debe ser. ¿O realmente creemos que la desigualdad, la pobreza, la violencia y la trata van a desaparecer simplemente por repetir mantras marxistas? HIJA MÍA, POR FAVÓ....
RESUMIENDO ESTE COÑAZO: ¿Acaso nuestro cerebro no está en constante aprendizaje?, ¿acaso el conocimiento no nos abre a querer experimentar nuevas experiencias?, ¿no somos más felices cuando aprehendemos a que no nos afecten las malas opiniones?, ¿no hemos sido idealistas de jóvenes?
Pues eso es lo que defiende esta película para mí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me encanta el final de la cabra ;)

6.8
17,378
5
30 de diciembre de 2024
30 de diciembre de 2024
49 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde pequeña soy tan friki del cine de vampiros, que durante unos años lo que realmente deseaba ser de mayor era vampira. Me veía todo lo de Christopher Lee, de hecho tenía la mente tan esponjosa que la profe del cole ya estaba mosqueada con tanto dibujo vampírico; pero mi madre siempre decía que si los monstruos sonreían todo estaba normal. Unos años después quedé totalmente impactada con el Drácula de Coppola, que vi a escondidas en casa de mi abuela en unas vacaciones escolares, con ese aire de anuncio de colonia de Yves Saint Laurent tan hortera y rococó. Aquello fue el apoteosis de la oscuridad para mí. Marcó el devenir adolescente de un empacho de cine de serie z ochentero y por supuesto de la novela de Bram Stoker, que siendo sinceros solamente mola la primera mitad.
El rostro de este Drácula/Nosferatu se asemeja más al retrato de Vlad Tepes, pero como sabemos, tenía cara de gilipichis. El director ha decidido prescindir de su cara, incidiendo en su oscura silueta y eliminando algo tan importante como la implacable y penetrante mirada del vampiro. El doblaje tampoco ayuda a crear una imagen terrorífica de él; de hecho parece que estás ante un paciente con un cuadro grave de neumonía (me extrañó que no tosiera en ningún momento). El mostacho rumano me dejó patidifusa en el asiento y además, el colega viste un abrigo de oso de los Cárpatos que le da un aire de cazador furtivo putero.
La obra de Murnau se alimenta de la pintura romántica alemana (Friedich, Kersting...) para crear su atmósfera, y de ahí su mérito, pero aquí no encuentro nada nuevo. De hecho también copia a la peli de Herzog y hace guiños a Coppola levemente en algún matiz mal rematado.
Como en todas las adaptaciones de la novela, las actuaciones tienen un toque histriónico característico. Aquí también hay desmesura pero muy sosa. La cara de Lyli Rose durante toda la peli se comprende cuando preguntan: "¿Y cómo son sus menstruaciones?- Muy abundantes." Pero, la verdad es que creo que esta chica tiene potencial, si la exprime alguien con ideas nuevas y un buen guion.
En definitiva, a la peli le falta alma y el vampiro no eclipsa ni estremece. Hacia la mitad de metraje las cosas ocurren porque sí de forma automática y todo va sucediendo deprisa y sin cadencia. La BSO pasa inadvertida (inolvidable la de Coppola) y los exorcismos no aportan prácticamente nada a una historia conocida pero siempre disfrutable y deseada. Los vampiros siempre han tenido un carisma demoledor y atrayente, cautivándonos con su mera presencia para conseguir estremecer, y conste que no hablo de "belleza" sino de magnetismo. Aquí no hay.
Leo a gente que tacha al director de depravado y que abusa del sexo. ¡Por el amor de Jesucristo, ojalá hubiera metido tetas y erotismo de verdad!
(Atención. Tengo lo que buscas. Meto erotismo en spoiler)
El rostro de este Drácula/Nosferatu se asemeja más al retrato de Vlad Tepes, pero como sabemos, tenía cara de gilipichis. El director ha decidido prescindir de su cara, incidiendo en su oscura silueta y eliminando algo tan importante como la implacable y penetrante mirada del vampiro. El doblaje tampoco ayuda a crear una imagen terrorífica de él; de hecho parece que estás ante un paciente con un cuadro grave de neumonía (me extrañó que no tosiera en ningún momento). El mostacho rumano me dejó patidifusa en el asiento y además, el colega viste un abrigo de oso de los Cárpatos que le da un aire de cazador furtivo putero.
La obra de Murnau se alimenta de la pintura romántica alemana (Friedich, Kersting...) para crear su atmósfera, y de ahí su mérito, pero aquí no encuentro nada nuevo. De hecho también copia a la peli de Herzog y hace guiños a Coppola levemente en algún matiz mal rematado.
Como en todas las adaptaciones de la novela, las actuaciones tienen un toque histriónico característico. Aquí también hay desmesura pero muy sosa. La cara de Lyli Rose durante toda la peli se comprende cuando preguntan: "¿Y cómo son sus menstruaciones?- Muy abundantes." Pero, la verdad es que creo que esta chica tiene potencial, si la exprime alguien con ideas nuevas y un buen guion.
En definitiva, a la peli le falta alma y el vampiro no eclipsa ni estremece. Hacia la mitad de metraje las cosas ocurren porque sí de forma automática y todo va sucediendo deprisa y sin cadencia. La BSO pasa inadvertida (inolvidable la de Coppola) y los exorcismos no aportan prácticamente nada a una historia conocida pero siempre disfrutable y deseada. Los vampiros siempre han tenido un carisma demoledor y atrayente, cautivándonos con su mera presencia para conseguir estremecer, y conste que no hablo de "belleza" sino de magnetismo. Aquí no hay.
Leo a gente que tacha al director de depravado y que abusa del sexo. ¡Por el amor de Jesucristo, ojalá hubiera metido tetas y erotismo de verdad!
(Atención. Tengo lo que buscas. Meto erotismo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La parte del consentimiento me dejó muerta. Me gusta el final, pero también me rechina que no muerda en el cuello.
¿Es esto la novedad?
¿Hay realmente deseo en ella? no me queda claro porque todo pasa deprisa.
Quizás la versión porno me guste más:
-Llevo siglos más tieso que el calzoncillo de un pajero.
-Es que eres un pajero, Orlok.
-Me has llamado tú porque eres infeliz, ¿qué me estás contando tía?
-No es verdad, estoy casada.
-Con el mustio. Pero yo te escuchaba en sueños gemir y gritar mi nombre, revolviéndote en las sábanas entre espasmos y temblores.
-Soy multiorgásmica desde que te tengo en mi pensamiento.
-Voy a fo....te hasta el amanecer.
-Déjame ver tu cuerpo putrefacto y tu p...a satánica.
-Te voy a dejar seca a lametazos.
-Espera, voy a descorrer las cortinas para que nos miren los vecinos.
¿Es esto la novedad?
¿Hay realmente deseo en ella? no me queda claro porque todo pasa deprisa.
Quizás la versión porno me guste más:
-Llevo siglos más tieso que el calzoncillo de un pajero.
-Es que eres un pajero, Orlok.
-Me has llamado tú porque eres infeliz, ¿qué me estás contando tía?
-No es verdad, estoy casada.
-Con el mustio. Pero yo te escuchaba en sueños gemir y gritar mi nombre, revolviéndote en las sábanas entre espasmos y temblores.
-Soy multiorgásmica desde que te tengo en mi pensamiento.
-Voy a fo....te hasta el amanecer.
-Déjame ver tu cuerpo putrefacto y tu p...a satánica.
-Te voy a dejar seca a lametazos.
-Espera, voy a descorrer las cortinas para que nos miren los vecinos.

6.5
6,015
7
10 de marzo de 2024
10 de marzo de 2024
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuenta la leyenda que en la isla de Creta existió una criatura enviada directamente por el Dios del mar: El Minotauro.
Aquel monstruoso ser, crecía y crecía, volviéndose incontrolable por puro salvajismo en su condición. Por ello, fue encerrado en un laberinto que construyeron especialmente para él, abandonado por todos; un monstruo sí, pero también una víctima de los actos llevados a cabo por los hombres y la ira que desataron en los dioses. Esa pobre criatura condenada a la soledad por su inexplicable condición monstruosa.
La soledad es precisamente lo que mejor define al Minotauro y que escritores (Cortázar, Mika Waltari, Borges...) han recogido en sus obras. Hay una analogía en los sentimientos de soledad e incomprensión del Minotauro y Mila, que algunas escenas de la peli, evocan para un cierto aire de relato fabulístico.
Técnicamente recuerda a la "Nouvelle Vague": por su cuidada fotografía, por tratar la temática sexual de forma que el espectador no sea capaz de reconocer (pero al mismo tiempo siente que ya la ha visto antes), por seguir una narrativa no lineal y por ensalzar el espíritu artístico.
Elena cuenta una historia de "culpa, vergüenza y deseo" que tiene su lado de fábula metafórica (el título de la peli es por algo) y que divide en 3 partes cronológicamente: la niñez, la adolescencia y la madurez a través de Mila.
Aborda la represión sexual, los traumas, la sexualidad infantil y el machismo adolescente, elogiando la sexualidad masculina en detrimento del deseo femenino ("chicas de valor, de km 0". Como dice la chavalada ahora).
No sabemos qué hace Mila con su vida, qué cosas le interesan, tan solo que está preocupadísima con el sexo y tiene la capacidad de una oruga para generar "erotismo". Se ciñe a lo fácil: ahora tengo ganas/ya no me apetece.
Está encerrada en sí misma, siente culpa, somatiza y tiene pavor al rechazo. Pues nada, TRAUMA.
Los psicólogos venga a forrarse con esta mujer, y los dermatólogos ni te cuento. ÉCHALE COÑO, MILA.
Y bueno sí, me parece que hay una alegoría entremezclada con la fábula, por ejemplo...
Aquel monstruoso ser, crecía y crecía, volviéndose incontrolable por puro salvajismo en su condición. Por ello, fue encerrado en un laberinto que construyeron especialmente para él, abandonado por todos; un monstruo sí, pero también una víctima de los actos llevados a cabo por los hombres y la ira que desataron en los dioses. Esa pobre criatura condenada a la soledad por su inexplicable condición monstruosa.
La soledad es precisamente lo que mejor define al Minotauro y que escritores (Cortázar, Mika Waltari, Borges...) han recogido en sus obras. Hay una analogía en los sentimientos de soledad e incomprensión del Minotauro y Mila, que algunas escenas de la peli, evocan para un cierto aire de relato fabulístico.
Técnicamente recuerda a la "Nouvelle Vague": por su cuidada fotografía, por tratar la temática sexual de forma que el espectador no sea capaz de reconocer (pero al mismo tiempo siente que ya la ha visto antes), por seguir una narrativa no lineal y por ensalzar el espíritu artístico.
Elena cuenta una historia de "culpa, vergüenza y deseo" que tiene su lado de fábula metafórica (el título de la peli es por algo) y que divide en 3 partes cronológicamente: la niñez, la adolescencia y la madurez a través de Mila.
Aborda la represión sexual, los traumas, la sexualidad infantil y el machismo adolescente, elogiando la sexualidad masculina en detrimento del deseo femenino ("chicas de valor, de km 0". Como dice la chavalada ahora).
No sabemos qué hace Mila con su vida, qué cosas le interesan, tan solo que está preocupadísima con el sexo y tiene la capacidad de una oruga para generar "erotismo". Se ciñe a lo fácil: ahora tengo ganas/ya no me apetece.
Está encerrada en sí misma, siente culpa, somatiza y tiene pavor al rechazo. Pues nada, TRAUMA.
Los psicólogos venga a forrarse con esta mujer, y los dermatólogos ni te cuento. ÉCHALE COÑO, MILA.
Y bueno sí, me parece que hay una alegoría entremezclada con la fábula, por ejemplo...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando ella recurre al mar para sanarse, donde encuentra tranquilidad y placidez; o cuando se acerca misteriosamente a las rocas mirando la profundidad de la oquedad, como si algo fuese a salir de allí.
Es una historia triste.
En la escena final se refugia en el mar, se despoja de la ropa y es allí cuando encuentra su paz, donde calma su libido, pero también sabe que flota entre la desesperanza y la soledad. Como el pobre Minotauro. Solamente podemos desear que si bien no apareciese algún Teseo con el que tener una verdadera aventura, que al menos Mila consiga liberarse del propio laberinto en el que está encerrada.
Hubiera preferido otro final, puesto a convertirse en alguna criatura, que fuese una mantis :)
Es una historia triste.
En la escena final se refugia en el mar, se despoja de la ropa y es allí cuando encuentra su paz, donde calma su libido, pero también sabe que flota entre la desesperanza y la soledad. Como el pobre Minotauro. Solamente podemos desear que si bien no apareciese algún Teseo con el que tener una verdadera aventura, que al menos Mila consiga liberarse del propio laberinto en el que está encerrada.
Hubiera preferido otro final, puesto a convertirse en alguna criatura, que fuese una mantis :)

6.6
3,272
7
23 de agosto de 2022
23 de agosto de 2022
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces no es necesario expresar lo solos que nos advertimos y únicamente basta con un simple abrazo para sentirnos conectados con alguien; y básicamente esto podría resumir todo el argumento del film.
Laura es una estudiante de arqueología que decide emprender un viaje hasta Mursmank para ver los afamados petroglifos. Nos presenta a su pareja Irina que le tiende una jugarreta (a mí esta chica inmediatamente me cayó fatal) dejándola tirada en el viaje, y por ello se puede explicar la constante cara de palo de Laura desde la fiesta de despedida que le prepara Irina hasta el propio viaje.
Uno de los alicientes de esta película es que se desarrolla en un vagón de tren, por lo que el viaje dura varios días (está enmarcada en la década de los 90; además hay claras referencias como el walkman, la cámara de video o la película de Titanic) y tendrá que compartir compartimento con Lioha, un joven ruso con pinta de hincha del Spartak de Moscú, que bebe licores fortísimos (impresionante la capacidad de esta gente) y te expulsa humo a la cara mientras te pregunta descaradamente por todo. De hecho, Lioja me cae especialmente bien con esa apariencia de incipiente asesino en serie pero al mismo tiempo tierno. Dos desconocidos muy diferentes entre sí, unidos en un diminuto e incómodo compartimento cruzando la fría Rusia que desembocará en una inesperada conexión entre ambos.
Sin necesidad de emplear el sexo como foco de atracción hacia el espectador, el buen trabajo del director reside precisamente en un guión bien elaborado donde una mera mirada o gesto nos hace entender que ambos protagonistas han conectado sentimentalmente bajo todo ese enigma que les sigue envolviendo a cada uno. Y por supuesto el tren, no hay nada más bohemio que viajar en tren, que nos permite observar las capas de diferentes clases sociales (si tienes menos recursos tendrás que compartir cama con tropecientas personas en un vagón), o las inhóspitas estepas rusas, o la preciosa estación de San Petersburgo.
Laura es una estudiante de arqueología que decide emprender un viaje hasta Mursmank para ver los afamados petroglifos. Nos presenta a su pareja Irina que le tiende una jugarreta (a mí esta chica inmediatamente me cayó fatal) dejándola tirada en el viaje, y por ello se puede explicar la constante cara de palo de Laura desde la fiesta de despedida que le prepara Irina hasta el propio viaje.
Uno de los alicientes de esta película es que se desarrolla en un vagón de tren, por lo que el viaje dura varios días (está enmarcada en la década de los 90; además hay claras referencias como el walkman, la cámara de video o la película de Titanic) y tendrá que compartir compartimento con Lioha, un joven ruso con pinta de hincha del Spartak de Moscú, que bebe licores fortísimos (impresionante la capacidad de esta gente) y te expulsa humo a la cara mientras te pregunta descaradamente por todo. De hecho, Lioja me cae especialmente bien con esa apariencia de incipiente asesino en serie pero al mismo tiempo tierno. Dos desconocidos muy diferentes entre sí, unidos en un diminuto e incómodo compartimento cruzando la fría Rusia que desembocará en una inesperada conexión entre ambos.
Sin necesidad de emplear el sexo como foco de atracción hacia el espectador, el buen trabajo del director reside precisamente en un guión bien elaborado donde una mera mirada o gesto nos hace entender que ambos protagonistas han conectado sentimentalmente bajo todo ese enigma que les sigue envolviendo a cada uno. Y por supuesto el tren, no hay nada más bohemio que viajar en tren, que nos permite observar las capas de diferentes clases sociales (si tienes menos recursos tendrás que compartir cama con tropecientas personas en un vagón), o las inhóspitas estepas rusas, o la preciosa estación de San Petersburgo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Entiendo que al final, Laura no se siente impresionada por los famosos petroglifos, pero ha merecido la pena ir porque está con Lioha. Ese tío es un encanto, me encanta cuando le dice a Laura de ir "a la mierda esa", que claramente le da igual porque no sabe ni pronunciar bien la palabra, pero lo hace por ella. Todavía podemos creer en la magia entre dos personas sin caer en los estereotipos y convencionalismos marcados por la sociedad.
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