Cuando lo primero que ves es la ciudad de Los Ángeles, ese pedazo de Lincoln y a Matthew Mcconaughey con chófer propio, uno intuye que la película puede molar bastante.

Lo de Matthew de un tiempo para aquí es impresionante, de un tío encasillado en las típicas comedias románticas (que hay alguna que me gusta bastante) a convertirse en un actor de primer nivel y con papeles geniales en la gran pantalla.

La peli está muy bien, con una trama bastante interesante y un ritmo que no decae prácticamente en ningún momento. En mi opinión, ese final podía haberse resuelto sin tanta vuelta de tuerca, pero bien.

Un gran reparto en el que destaco al propio Mcconaughey, a una buena Marisa Tomei y a William Macy. El que quizás defrauda un poco en su actuación es un joven Ryan Phillippe, una escena en pleno juicio que podría haber sido mucho más espectacular si él no patina.

Brad Furman consigue una obra notable en la que fue su segunda película. Para mí, la mejor que ha hecho.

Acción, robos, Nueva York, muchas caras conocidas y un plan oculto que, POR FIN, hace que Clive Owen me guste en una película. De verdad que lo intento, pero no es que le tenga demasiado afecto a este hombre.

La película está bastante bien, te deja llevar y tiene un buen ritmo. Es entretenimiento lo que encuentras y por espabilado que seas, no es predecible en ningún momento. Me gusta Spike Lee, comparto su estilo y realiza un magnífico trabajo a lo largo de las 2 horas, no vas a ver dos enfoques iguales y capta de maravilla a unos Denzel y Owen especialmente atinados. El que para mí es merecedor del 'MVP' es Russell Gewirtz, con un guion complejo y compacto que no te deja escudriñar nada hasta que a él le apetece.

El casting genial, que voy a decir de Denzel Washington que no esté dicho ya, es un crack en todo lo que hace, esa sonrisa vale oro. Clive lo dicho, aunque muestre poco la cara realiza una actuación bastante buena. Menos me han gustado Willem Dafoe y Jodie Foster, y mira que esta última tiene bastante peso en la película. Por último y no menos importante, un cautivador Christopher Plummer, que desde su aparición en pantalla acapara toda la atención, qué elegancia, por favor.

Spike Lee, como acostumbra, no deja pasar su crítica, esta vez a ciertos individuos de los que ya afortunadamente van quedando pocos. Películas inteligentes y 'casi' redondas como esta quedan pocas hoy en día y es un gustazo encontrarte con cosas así de vez en cuando.