Ni más, ni menos. Si tenemos un par de horas libres para disfrutar en grupo, qué mejor que una película amable, entretenida, con un poquito de amor y aventura. No pidamos mucho más, recordemos que Ron Howard todavía lo puede hacer mucho peor.

Si no fuese por el toque fetichista que se marca al principio de la película ni la hubiese acabado de ver. Un reparto espectacular con un desenlace extraordinario digno de nuestro cine. El guión propio de Paul Auster.

Lo mejor es Paco León y casi no aparece. Mi recomendación es tomarse un omeprazol antes de verla.

Monólogo de Julián López que lo acerca cada vez más al encasillamiento como actor. Horrible Unax Ugalde al que se le ha quedado cara de niño en cuerpo de señor de ¨las tabernas¨. Alexandra jiménes se pasa la película poniendo morritos. Lo mejor el pelazo de Mariam Hernández.

Final lamentable como el bigote de Miguel Ángel Muñoz. A veces funciona soltar una carcajada en alto para intentar meterte en la película, en este caso no.

Viendo las criticas de otros usuarios da la impresión de que vivo en otro mundo. He tenido que ver esta obra maestra en dos turnos, y no por su longitud, sino por el efecto cloroformo que produce.

Marica con restaurante moderno, niños huérfanos (uno macarra en época pajillera, la otra adorable y dulce), marica dentro del armario, histérica buscando pareja y Fernando Tejero, ese actor con multitud de registros (portero, drogado y el papelazo de Los lunes al sol en donde lo bordaba como corto de piel). Todo se mezcla, le ponemos una velocidad extrema y nos sale esta crítica estupenda de como no hacer una película.

Inolvidable e impactante, digna de títulos históricos del cine español como Cha, cha, cha. Americanos temblad, cada día estamos más cerca.

Si a un buen guión le añadimos un ritmo coherente, una dirección atractiva y unas buenas interpretaciones nos sale siempre una película agradable. De corto metraje y con una puesta en escena algo teatral, Bill Condon refleja de maravilla los útlimos días del director James Whale, interpretado de forma magistral por Ian McKellen.