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Críticas ordenadas por utilidad
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3
22 de enero de 2017
22 de enero de 2017
151 de 224 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es un sinsentido continuo, empezando por el título: 'La ciudad de las estrellas'. ¿Vamos a ver un homenaje a la ciudad de Los Ángeles? ¿Acaso la ciudad tiene un protagonismo específico en la película? No, nada de eso. Se trata de una historia de amor que sucede en ella, pero la mayoría de las escenas de peso de la trama se desarrollan en interiores. También pretende ser un homenaje a los musicales clásicos, pero se queda en una copia barata de ellos. De hecho, la película mejora cuando se dedican sólo a hablar. A destacar, la actuación de Emma Stone, que salva la película del desastre. El resto es un disparate.
Dicho título en inglés 'LA LA Land', la portada, el trailer… todo sugiere que veremos un musical. Nos la venden como tal. La primera escena consiste en una multitudinaria coreografía, rodada en plano secuencia, de gente que parece encantada de encontrarse atascada en la autovía. Todos cantan, bailan y visten casualmente prendas básicas de todos los colores del arcoiris. Mucho ruido y pocas nueces, ya que en dicho número musical no aparecen los protagonistas ni los secundarios ni tampoco aporta mucho al argumento. Lo que prometía ser un peliculón elegante y bien realizado se revela, repentinamente, como una chapuza mal ejecutada y tremendamente vacía. En ese momento nos invade el tufo a despropósito.
Seguidamente se suceden un par más de canciones olvidables cantadas por Emma Stone y Ryan Gosling… y ya después no volvemos a verles cantar hasta prácticamente el final. En total unas 5 canciones, incluido un tema interpretado por ella sobre su tía de París que nada aporta a la trama y también una canción que es parte de un concierto, cantada por John Legend. Todo se antoja preparado, impostado, artificioso, aleatorio. Tampoco la estructura de la película tiene mucho sentido, dividida en capítulos según las estaciones del año. Algo completamente innecesario dada la simpleza de la trama, ya que saber en qué época del año suceden las cosas tampoco aporta más información… Además resulta curioso que a veces en primavera se ven luces de Navidad.
Damien Chazelle se encarga de que en toda la película aparezcan numerosas referencias al cine clásico y la música del siglo XX: Thelonius Monk, Louis Armstrong, George Michael, Grace Kelly, Marilyn Monroe, Charles Chaplin, Jacques Demy, Hitchcock, Casablanca… Incluso se llegan a rodar tomas en los escenarios de la sobrevaloradísima 'Rebelde sin causa', mediocre película a la que parece querer homenajear y otro caso de absurdo cinematográfico. Es como si el director nos quisiera demostrar que es un culto cinéfilo y amante de la música. Todas las referencias aparecen siempre de forma muy explícita, o bien nombradas por los personajes o bien en fotos o murales en las paredes.
Alguien debería decirle a Chazelle que incluir referentes de la música y el cine cultos y de calidad no hace que tu película sea, automáticamente, una obra maestra. Mucho menos si tus recursos visuales son tan limitados. Parece que al director no se le ocurren otras formas de rodar un número musical que no sea encendiendo un foco que ilumina a quien canta o a quien va dirigida la canción y apagando las luces del resto de la escena. Esto lo repite una y otra vez. En exteriores abusa de los planos abiertos en miradores y de atardeceres. Es el cine al servicio del formalismo, del cartel, del marketing... Por otro lado, el empalagoso e impropio tema principal de la banda sonora que al principio deleita pero luego se reitera hasta la saciedad, provocando que le termines cogiendo una manía similar a la que le tienes a la alarma del móvil.
En cuanto al guión y los personajes, la mayoría de los diálogos son ingenuos e infantiles. Así como el "amor" que viven los protagonistas, con rozamiento furtivo de manos en el cine y todo. Apenas se besan castamente un par de veces los tortolitos. ¿Qué edad tienen? ¿doce años? De los secundarios ni hablo porque salen 2 segundos en pantalla y sólo para justificar los escasos y miserables números musicales. La historia está más que vista, todos los golpes dramáticos ya están más que explotadísimos, los personajes y sus frases son meros clichés. El director abre muchos frentes pero no cierra ninguno: el cine, la música, la nostalgia, el progreso, la frustración personal, el idealismo, los sueños, el romanticismo, el sentido del deber, los dilemas vitales…
Dicho título en inglés 'LA LA Land', la portada, el trailer… todo sugiere que veremos un musical. Nos la venden como tal. La primera escena consiste en una multitudinaria coreografía, rodada en plano secuencia, de gente que parece encantada de encontrarse atascada en la autovía. Todos cantan, bailan y visten casualmente prendas básicas de todos los colores del arcoiris. Mucho ruido y pocas nueces, ya que en dicho número musical no aparecen los protagonistas ni los secundarios ni tampoco aporta mucho al argumento. Lo que prometía ser un peliculón elegante y bien realizado se revela, repentinamente, como una chapuza mal ejecutada y tremendamente vacía. En ese momento nos invade el tufo a despropósito.
Seguidamente se suceden un par más de canciones olvidables cantadas por Emma Stone y Ryan Gosling… y ya después no volvemos a verles cantar hasta prácticamente el final. En total unas 5 canciones, incluido un tema interpretado por ella sobre su tía de París que nada aporta a la trama y también una canción que es parte de un concierto, cantada por John Legend. Todo se antoja preparado, impostado, artificioso, aleatorio. Tampoco la estructura de la película tiene mucho sentido, dividida en capítulos según las estaciones del año. Algo completamente innecesario dada la simpleza de la trama, ya que saber en qué época del año suceden las cosas tampoco aporta más información… Además resulta curioso que a veces en primavera se ven luces de Navidad.
Damien Chazelle se encarga de que en toda la película aparezcan numerosas referencias al cine clásico y la música del siglo XX: Thelonius Monk, Louis Armstrong, George Michael, Grace Kelly, Marilyn Monroe, Charles Chaplin, Jacques Demy, Hitchcock, Casablanca… Incluso se llegan a rodar tomas en los escenarios de la sobrevaloradísima 'Rebelde sin causa', mediocre película a la que parece querer homenajear y otro caso de absurdo cinematográfico. Es como si el director nos quisiera demostrar que es un culto cinéfilo y amante de la música. Todas las referencias aparecen siempre de forma muy explícita, o bien nombradas por los personajes o bien en fotos o murales en las paredes.
Alguien debería decirle a Chazelle que incluir referentes de la música y el cine cultos y de calidad no hace que tu película sea, automáticamente, una obra maestra. Mucho menos si tus recursos visuales son tan limitados. Parece que al director no se le ocurren otras formas de rodar un número musical que no sea encendiendo un foco que ilumina a quien canta o a quien va dirigida la canción y apagando las luces del resto de la escena. Esto lo repite una y otra vez. En exteriores abusa de los planos abiertos en miradores y de atardeceres. Es el cine al servicio del formalismo, del cartel, del marketing... Por otro lado, el empalagoso e impropio tema principal de la banda sonora que al principio deleita pero luego se reitera hasta la saciedad, provocando que le termines cogiendo una manía similar a la que le tienes a la alarma del móvil.
En cuanto al guión y los personajes, la mayoría de los diálogos son ingenuos e infantiles. Así como el "amor" que viven los protagonistas, con rozamiento furtivo de manos en el cine y todo. Apenas se besan castamente un par de veces los tortolitos. ¿Qué edad tienen? ¿doce años? De los secundarios ni hablo porque salen 2 segundos en pantalla y sólo para justificar los escasos y miserables números musicales. La historia está más que vista, todos los golpes dramáticos ya están más que explotadísimos, los personajes y sus frases son meros clichés. El director abre muchos frentes pero no cierra ninguno: el cine, la música, la nostalgia, el progreso, la frustración personal, el idealismo, los sueños, el romanticismo, el sentido del deber, los dilemas vitales…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es como una versión pueril de 'Los puentes de Madison'. Tema aparte es el trasfondo rancio de la historia, donde la madre de ella se preocupa más por si el novio de su hija tiene trabajo que por la situación laboral de ella. O donde el personaje de Stone se deja mantener por el personaje de Gosling, a quien le perdona algo por lo que cortaron porque él va en plan caballero andante a su casa y le transmite un recado. Ojo, que el motivo de la ruptura era que él no asistiera al estreno de la obra de ella porque justo ese día él tiene una sesión de fotos para la banda, a pesar de que el cantante le pregunte si le viene bien ese día. Entonces ella acaba casándose con su plan B, un ejecutivo aparentemente bien posicionado a quien no le ha contado nada de su anterior relación. Porque claro, hay que casarse sí o sí aunque sigas queriendo a tu ex, no sea que te conviertas en una anciana loca en una casa llena de gatos. Y, por supuesto, ella bebe un cóctel y él cerveza. Eso beben las damas y eso los machos alfa de toda la vida de Dios.
Así las cosas, el personaje de John Legend pronuncia las únicas frases con atino de toda la película, criticando a los puristas del jazz (y por extensión de cualquier forma de arte) que con su actitud impiden que perdure en el tiempo, ya que se quedan anticuados. Esto lo hace para convencerle de que entre en su banda de algo así como "jazz fusión", que luego ni es jazz ni es nada, puesto que la canción del concierto nada deja a la improvisación, tan característica de este estilo musical. Esto resume la película. Un incoherente pastiche de lo clásico y lo moderno. Que ni es clásica ni es moderna. Ni es un musical decente… apenas hay números musicales. Le ha salido mal la jugada a Chazelle y ha quedado en evidencia, haciendo, con el género de los musicales, precisamente lo que critica. El vestuario y la ambientación merecen mención especial a este respecto y es que la película es pretendidamente vintage. Todo está manufacturado para gustar. Es como si se hubiera leído un manual de cómo hacer una película icónica y lo hubiera aplicado de forma literal, evidente, forzada. Como una boyband: artificial.
La historia se desarrolla en la actualidad pero muchos personajes, incluido el de Gosling, visten un megamix de épocas entre los años 20 y 50. Es tan absurdo el tema que Ryan Gosling aparece disfrazado de teclista de los 80 para trabajar en una fiesta, pero cuando acaba su jornada se coloca una corbata y unos zapatos de claqué para irse a casa. Pero claro, para el numerito de la farola al estilo 'Cantando bajo la lluvia' no quedaban bien unas bambas y una sudadera. Y es que él tiene trabajitos temporales como músico de medio pelo pero conduce un cochazo de época. Luego está el vestuario de Emma Stone, que a veces es de los 50 y a veces de los 90. Es una chica que trabaja de camarera en una cafetería y comparte piso con 3 amigas (que se visten con los 4 colores del parchís) pero lleva un Toyota Prius y por las noches se pone unos vestidos glamurosos para acudir a fiestas en chalets estupendos. En otro apartado están las escenas líricas donde visitan París o donde bailan flotando en el cielo nocturno… A Baz Luhrmann le quedó de lujo en 'Moulin Rouge'. Lo de Chazelle parece un festival de preescolar, una horterada.
Por último decir que 'LA LA Land' es el reflejo de la gente a la que le va a gustar: una película que se cree profunda pero es superficial, que se cree mejor por ser conocedora de un puñado de referentes clásicos pero por encima, que se cree diferente cuando no es más que un producto de la moda estilística de ahora: combinar lo moderno con lo vintage. Me recuerda al fenómeno de 'Amélie' y seguramente compartan el mismo tipo de público. Y como todas las modas quedará pronto anticuada y todos dirán ¿así llevaba yo el pelo? ¿cómo podía yo llevar pantalones de campana y hombreras? ¿cómo le dimos 7 Globos de Oro a 'LA LA Land' y no a un buen musical como 'Sing Street'? Pues… postureo puro.
Así las cosas, el personaje de John Legend pronuncia las únicas frases con atino de toda la película, criticando a los puristas del jazz (y por extensión de cualquier forma de arte) que con su actitud impiden que perdure en el tiempo, ya que se quedan anticuados. Esto lo hace para convencerle de que entre en su banda de algo así como "jazz fusión", que luego ni es jazz ni es nada, puesto que la canción del concierto nada deja a la improvisación, tan característica de este estilo musical. Esto resume la película. Un incoherente pastiche de lo clásico y lo moderno. Que ni es clásica ni es moderna. Ni es un musical decente… apenas hay números musicales. Le ha salido mal la jugada a Chazelle y ha quedado en evidencia, haciendo, con el género de los musicales, precisamente lo que critica. El vestuario y la ambientación merecen mención especial a este respecto y es que la película es pretendidamente vintage. Todo está manufacturado para gustar. Es como si se hubiera leído un manual de cómo hacer una película icónica y lo hubiera aplicado de forma literal, evidente, forzada. Como una boyband: artificial.
La historia se desarrolla en la actualidad pero muchos personajes, incluido el de Gosling, visten un megamix de épocas entre los años 20 y 50. Es tan absurdo el tema que Ryan Gosling aparece disfrazado de teclista de los 80 para trabajar en una fiesta, pero cuando acaba su jornada se coloca una corbata y unos zapatos de claqué para irse a casa. Pero claro, para el numerito de la farola al estilo 'Cantando bajo la lluvia' no quedaban bien unas bambas y una sudadera. Y es que él tiene trabajitos temporales como músico de medio pelo pero conduce un cochazo de época. Luego está el vestuario de Emma Stone, que a veces es de los 50 y a veces de los 90. Es una chica que trabaja de camarera en una cafetería y comparte piso con 3 amigas (que se visten con los 4 colores del parchís) pero lleva un Toyota Prius y por las noches se pone unos vestidos glamurosos para acudir a fiestas en chalets estupendos. En otro apartado están las escenas líricas donde visitan París o donde bailan flotando en el cielo nocturno… A Baz Luhrmann le quedó de lujo en 'Moulin Rouge'. Lo de Chazelle parece un festival de preescolar, una horterada.
Por último decir que 'LA LA Land' es el reflejo de la gente a la que le va a gustar: una película que se cree profunda pero es superficial, que se cree mejor por ser conocedora de un puñado de referentes clásicos pero por encima, que se cree diferente cuando no es más que un producto de la moda estilística de ahora: combinar lo moderno con lo vintage. Me recuerda al fenómeno de 'Amélie' y seguramente compartan el mismo tipo de público. Y como todas las modas quedará pronto anticuada y todos dirán ¿así llevaba yo el pelo? ¿cómo podía yo llevar pantalones de campana y hombreras? ¿cómo le dimos 7 Globos de Oro a 'LA LA Land' y no a un buen musical como 'Sing Street'? Pues… postureo puro.

8.0
75,247
6
29 de octubre de 2019
29 de octubre de 2019
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra vez una gran actuación. Otra vez un gran presupuesto. Otra vez una gran campaña de marketing. Pero lo que volvemos a tener otra vez es un taquillazo sobrevalorado. Otra vez un guión tramposo y otra vez un director más que discutible.
Como puntos a favor mencionar la convincente actuación de Joaquin Phoenix que le dará el Oscar en 2020, una carismática fotografía y un buen diseño de producción. Por lo demás, no tenemos más que la típica película.
Tenemos una historia (o gancho comercial) que no es original y que, además, no es coherente con la misma. Convenía ambientar al Joker en 1981 para que no haya móviles ni cámaras de vigilancia ni arcos de seguridad y que el trabajo de la policía sea lento. La conveniencia obligaba a que el Joker y Batman se llevaran más de 30 años de edad... y me lleva a pensar lo rápido que se desarrollará la tecnología en tan poco tiempo para llegar de ahí al Batmovil invisible de Nolan y que el Joker siga vivo.
La trama y demás aspectos de la película los comento en la zona SPOILER...
Como puntos a favor mencionar la convincente actuación de Joaquin Phoenix que le dará el Oscar en 2020, una carismática fotografía y un buen diseño de producción. Por lo demás, no tenemos más que la típica película.
Tenemos una historia (o gancho comercial) que no es original y que, además, no es coherente con la misma. Convenía ambientar al Joker en 1981 para que no haya móviles ni cámaras de vigilancia ni arcos de seguridad y que el trabajo de la policía sea lento. La conveniencia obligaba a que el Joker y Batman se llevaran más de 30 años de edad... y me lleva a pensar lo rápido que se desarrollará la tecnología en tan poco tiempo para llegar de ahí al Batmovil invisible de Nolan y que el Joker siga vivo.
La trama y demás aspectos de la película los comento en la zona SPOILER...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tenemos una trama nada original, el típico caso de hombre bonachón pero trastornado que cuida de su madre mayor y acaba matándola y convirtiéndose en un villano masoquista. Por supuesto sin figura paterna y amanerado, siempre tiene que ser amanerado, con ropa extravagante, con pelucas y/o maquillaje. Psicosis (1960) es un claro ejemplo pero también comparte similitudes con De repente el último verano (1959) o La naranja mecánica (1971). Todas llegaron antes... más de 50 años antes.
Se hace obligatorio mencionar la obvia copia que Joker (2019) hace del argumento de Taxi Driver (1976) donde se mjuestra a un perturbado solitario que observa la violencia y desolación en la que se hunde la ciudad mientras anota en su diario todas sus impresiones, hasta que un día decide pasar a la acción y luchar contra las injusticias. Incluso han metido a Robert DeNiro para más descaro. Y esto es lo peor de la película: su guión tramposo. Todo se manipula a conveniencia de que la trama avance. Como cuando los medios llegan directamente a la conclusión de que un payaso ha matado a 3 hombres ricos por motivos políticos. Era necesario para tener la subtrama de la revolución, claro. O como cuando un compañero de trabajo regala un arma a un tarado y acto seguido le delata ante el jefe... Muy inteligente, claro. O como cuando un funcionario se pasa un buen rato buscando un expediente psiquiátrico de la madre de Arthur, lee casi todo en voz alta para decir "lo siento pero no puedo darte esta información", no sin antes acercarlo bien a la rendija para que el Joker se lo robe. O como cuando en la cadena de TV o el teatro no existen los guardias de seguridad ni cachean a los invitados... ni les pasan por el arco de seguridad porque en 1981 no existían, convenientemente, claro.
Tenemos también una iconografía (A.K.A "futuro merchandising") más que trillada con exactamente el mismo propósito que sus referencias: derrocar al poder oligárquico desde una revolución popular enmascarada. Ejemplos clarísimos en V de Vendetta (2005) o La casa de papel (2017). Ya puedes comprar la máscara por 15€.
La banda sonora, que sí consigue su objetivo de acrecentar la tensión, tiene el justo mérito de copiar a Hans Zimmer y no le importa ser machacona y efectista para lograr sus fines. Tampoco le importa rivalizar con una mezcla de sonido llena de sobresaltos forzados. Tampoco le importa utilizar "That's Life" de Sinatra y "Rock and Roll Part 2" de Gary Glitter, dos canciones archiconocidas para sus momentos más climáticos porque era demasiado esfuerzo crear algo nuevo, original y carismático que tuviera coherencia con el resto de la música.
La fotografía es algo bueno a destacar... el uso de la luz, sobre todo el contraluz, es fantástico. Al igual que la paleta de colores. No tan positivo es el hecho de intentar crear poesía visual a toda costa para ensalzar a tu personaje cuando eres incapaz de hacerlo mediante la poesía narrativa por culpa de un guión facilón con frases enlatadas que citarán algunos creyéndose profundos, originales y pícaros como "Solía pensar que mi vida era una tragedia.... Pero ahora me doy cuenta, es una comedia”. Pura poesía de Instagram.
El resto de elementos de la película, sobre todo a nivel técnico, son lo que se espera de una producción de Hollywood de 55 millones de dólares. Del director de Road trip (2000) o la trilogía de Resacón en Las Vegas ni hablo... cine de culto, vaya.
Se hace obligatorio mencionar la obvia copia que Joker (2019) hace del argumento de Taxi Driver (1976) donde se mjuestra a un perturbado solitario que observa la violencia y desolación en la que se hunde la ciudad mientras anota en su diario todas sus impresiones, hasta que un día decide pasar a la acción y luchar contra las injusticias. Incluso han metido a Robert DeNiro para más descaro. Y esto es lo peor de la película: su guión tramposo. Todo se manipula a conveniencia de que la trama avance. Como cuando los medios llegan directamente a la conclusión de que un payaso ha matado a 3 hombres ricos por motivos políticos. Era necesario para tener la subtrama de la revolución, claro. O como cuando un compañero de trabajo regala un arma a un tarado y acto seguido le delata ante el jefe... Muy inteligente, claro. O como cuando un funcionario se pasa un buen rato buscando un expediente psiquiátrico de la madre de Arthur, lee casi todo en voz alta para decir "lo siento pero no puedo darte esta información", no sin antes acercarlo bien a la rendija para que el Joker se lo robe. O como cuando en la cadena de TV o el teatro no existen los guardias de seguridad ni cachean a los invitados... ni les pasan por el arco de seguridad porque en 1981 no existían, convenientemente, claro.
Tenemos también una iconografía (A.K.A "futuro merchandising") más que trillada con exactamente el mismo propósito que sus referencias: derrocar al poder oligárquico desde una revolución popular enmascarada. Ejemplos clarísimos en V de Vendetta (2005) o La casa de papel (2017). Ya puedes comprar la máscara por 15€.
La banda sonora, que sí consigue su objetivo de acrecentar la tensión, tiene el justo mérito de copiar a Hans Zimmer y no le importa ser machacona y efectista para lograr sus fines. Tampoco le importa rivalizar con una mezcla de sonido llena de sobresaltos forzados. Tampoco le importa utilizar "That's Life" de Sinatra y "Rock and Roll Part 2" de Gary Glitter, dos canciones archiconocidas para sus momentos más climáticos porque era demasiado esfuerzo crear algo nuevo, original y carismático que tuviera coherencia con el resto de la música.
La fotografía es algo bueno a destacar... el uso de la luz, sobre todo el contraluz, es fantástico. Al igual que la paleta de colores. No tan positivo es el hecho de intentar crear poesía visual a toda costa para ensalzar a tu personaje cuando eres incapaz de hacerlo mediante la poesía narrativa por culpa de un guión facilón con frases enlatadas que citarán algunos creyéndose profundos, originales y pícaros como "Solía pensar que mi vida era una tragedia.... Pero ahora me doy cuenta, es una comedia”. Pura poesía de Instagram.
El resto de elementos de la película, sobre todo a nivel técnico, son lo que se espera de una producción de Hollywood de 55 millones de dólares. Del director de Road trip (2000) o la trilogía de Resacón en Las Vegas ni hablo... cine de culto, vaya.

7.3
65,062
6
19 de enero de 2014
19 de enero de 2014
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steve McQueen es uno de esos buenos directores vendidos a Hollywood. Voy a explicar por qué me parece que esto, sin ser una mala película, no es una buena película. ¿Dónde ha quedado la profundidad y la sinceridad de su más que genial 'Shame' (2011)?
1. La archiconocida frasecita inicial: "Basada en hechos reales". Bueno, a ver, se llama '12 años de esclavitud', va sobre un negro que pasa de ser un hombre libre a ser esclavo durante 12 años. ¿Alguna obviedad más? Esto es algo que, EVIDENTEMENTE, ocurría en Estados Unidos. No somos ni ignorantes ni tontos, señor McQueen. Ahórrese este tipo de formalidades comerciales.
2. Los negros sufrieron mucho durante el s. XIX en EEUU. Esto lo sabemos todos, ¿no? Aunque existen muchas películas sobre este tema, es cierto que son muy pocas las que muestran el sufrimiento y el día a día de los esclavos. Me parece bien que se quiera profundizar en ello. Me parece bien el hiperrealismo en este caso. Pero eso no es excusa para olvidarse de algo fundamental en un guión de cine: ¿qué nos quiere contar el director? El dolor de los esclavos en sí mismo no es una historia, es un hecho. Como digo, ya sabemos que sufrieron mucho. ¿Algo más? No, no hay ninguna historia en este argumento, más allá del propio calvario de un hombre con muy mala suerte. Esta era mi mayor crítica a 'Lo imposible' (2012) y lo es aquí. Creo que se ha pasado de latigazos, de violencia explícita sin un objetivo claro. Si el QUÉ no es novedoso, el CÓMO sí debería serlo. Pero no, Mel Gibson ya hizo esto antes en 'La pasión de Cristo' (2004).
3. Un lastre fundamental es que conocemos desde el principio el desenlace. Al igual que en el film de Bayona. Dado este caso, el desarrollo de la película debería mostrar algo más que un camino de dolor, el que hay desde el punto de partida hasta el de llegada. ¿Qué ocurre durante esos 12 años de esclavitud? ¿Y qué pasa con la familia de Solomon mientras él está en el sur? Por cierto, son 12 años porque lo dice el título, pero el paso del tiempo se muestra imperceptible tanto en el entorno como en el aspecto y en la actitud del protagonista y del resto de personajes. No hay deterioro físico ni psicológico. Y de los flashbacks, mejor no comentar nada. La película es como una sucesión de episodios inconexos uno detrás de otro. Se pierde el costumbrismo que debería mostrar. El montaje es manifiestamente torpe.
4. Aparte de ver muchos lloros, llantos y cánticos… ¿qué sienten los personajes? No se muestran en ningún momento los pensamientos de los esclavos. Se ha abusado del dolor exterior, el superficial. ¿Dónde está el terror interior? Sólo conocemos los motivos y las creencias del personaje del genial Michael Fassbender. Es el único personaje que me importa de verdad, y también casi la única actuación que me creo. Todos están bastante bien, pero sus personajes no dan más de sí. Yo quiero una película sobre Edwin Epps: su psicología, sus motivaciones, sus problemas conyugales y sus adicciones, sus enfrentamientos y lo perverso que es. Cómo, desde el punto de vista de este diablo, se transmitiría mucho mejor la crueldad de los esclavistas. Esto me parecería mucho más digno de un buen director como McQueen. Lo cierto es, que la película no despierta en mí ni la más mínima emoción. Sólo hastío y cansancio. Esto son sensaciones, no sentimientos. Y si no emocionas, por lo menos debes entretener. Y el irregular ritmo de la película me lo ha impedido en varias ocasiones.
5. La hipocresía de su mensaje. El breve cameo del productor Brad Pitt y su discursito moralizante… La esclavitud sigue existiendo hoy en día bajo otras formas, así que no intentéis hacernos creer que sois (y que somos) mejores personas que esos esclavistas, porque no cuela.
6. El punto que más me fastidia. La banda sonora. Si no nos conociéramos, Hans, la habría recibido de buen grado. Pero señor Zimmer, ¿otra vez el tema principal de 'Origen' (2010)? Estoy harto de escuchar esa pieza, que aunque es muy buena, cansa por repetición. Una película que aspira a conseguir tantos Oscars merece un trabajo más elaborado. No me decepciones, que yo te tenía mucha admiración. Por cierto, diles a tus discípulos como Henry Jackman que no utilicen ese mismo tema para otras pelis como 'Capitán Phillips' (2013). Gracias. Espero algo genial, como tú sueles hacer, para la próxima vez. Ánimo.
Exceptuando a Fassbender, esta película no merece el Globo de Oro ni ninguna de sus nominaciones a los Oscar. Conclusión: muy sobrevalorada.
1. La archiconocida frasecita inicial: "Basada en hechos reales". Bueno, a ver, se llama '12 años de esclavitud', va sobre un negro que pasa de ser un hombre libre a ser esclavo durante 12 años. ¿Alguna obviedad más? Esto es algo que, EVIDENTEMENTE, ocurría en Estados Unidos. No somos ni ignorantes ni tontos, señor McQueen. Ahórrese este tipo de formalidades comerciales.
2. Los negros sufrieron mucho durante el s. XIX en EEUU. Esto lo sabemos todos, ¿no? Aunque existen muchas películas sobre este tema, es cierto que son muy pocas las que muestran el sufrimiento y el día a día de los esclavos. Me parece bien que se quiera profundizar en ello. Me parece bien el hiperrealismo en este caso. Pero eso no es excusa para olvidarse de algo fundamental en un guión de cine: ¿qué nos quiere contar el director? El dolor de los esclavos en sí mismo no es una historia, es un hecho. Como digo, ya sabemos que sufrieron mucho. ¿Algo más? No, no hay ninguna historia en este argumento, más allá del propio calvario de un hombre con muy mala suerte. Esta era mi mayor crítica a 'Lo imposible' (2012) y lo es aquí. Creo que se ha pasado de latigazos, de violencia explícita sin un objetivo claro. Si el QUÉ no es novedoso, el CÓMO sí debería serlo. Pero no, Mel Gibson ya hizo esto antes en 'La pasión de Cristo' (2004).
3. Un lastre fundamental es que conocemos desde el principio el desenlace. Al igual que en el film de Bayona. Dado este caso, el desarrollo de la película debería mostrar algo más que un camino de dolor, el que hay desde el punto de partida hasta el de llegada. ¿Qué ocurre durante esos 12 años de esclavitud? ¿Y qué pasa con la familia de Solomon mientras él está en el sur? Por cierto, son 12 años porque lo dice el título, pero el paso del tiempo se muestra imperceptible tanto en el entorno como en el aspecto y en la actitud del protagonista y del resto de personajes. No hay deterioro físico ni psicológico. Y de los flashbacks, mejor no comentar nada. La película es como una sucesión de episodios inconexos uno detrás de otro. Se pierde el costumbrismo que debería mostrar. El montaje es manifiestamente torpe.
4. Aparte de ver muchos lloros, llantos y cánticos… ¿qué sienten los personajes? No se muestran en ningún momento los pensamientos de los esclavos. Se ha abusado del dolor exterior, el superficial. ¿Dónde está el terror interior? Sólo conocemos los motivos y las creencias del personaje del genial Michael Fassbender. Es el único personaje que me importa de verdad, y también casi la única actuación que me creo. Todos están bastante bien, pero sus personajes no dan más de sí. Yo quiero una película sobre Edwin Epps: su psicología, sus motivaciones, sus problemas conyugales y sus adicciones, sus enfrentamientos y lo perverso que es. Cómo, desde el punto de vista de este diablo, se transmitiría mucho mejor la crueldad de los esclavistas. Esto me parecería mucho más digno de un buen director como McQueen. Lo cierto es, que la película no despierta en mí ni la más mínima emoción. Sólo hastío y cansancio. Esto son sensaciones, no sentimientos. Y si no emocionas, por lo menos debes entretener. Y el irregular ritmo de la película me lo ha impedido en varias ocasiones.
5. La hipocresía de su mensaje. El breve cameo del productor Brad Pitt y su discursito moralizante… La esclavitud sigue existiendo hoy en día bajo otras formas, así que no intentéis hacernos creer que sois (y que somos) mejores personas que esos esclavistas, porque no cuela.
6. El punto que más me fastidia. La banda sonora. Si no nos conociéramos, Hans, la habría recibido de buen grado. Pero señor Zimmer, ¿otra vez el tema principal de 'Origen' (2010)? Estoy harto de escuchar esa pieza, que aunque es muy buena, cansa por repetición. Una película que aspira a conseguir tantos Oscars merece un trabajo más elaborado. No me decepciones, que yo te tenía mucha admiración. Por cierto, diles a tus discípulos como Henry Jackman que no utilicen ese mismo tema para otras pelis como 'Capitán Phillips' (2013). Gracias. Espero algo genial, como tú sueles hacer, para la próxima vez. Ánimo.
Exceptuando a Fassbender, esta película no merece el Globo de Oro ni ninguna de sus nominaciones a los Oscar. Conclusión: muy sobrevalorada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y dicho esto, destacar eso sí las escenas donde se aprecia el talento real de este director:
- El capataz cantando una canción racista mientras obliga a los esclavos a aplaudir y las sucesivas escenas con la canción superpuesta. Genialmente odiosa.
- El plano fijo del ahorcamiento. Asfixiante, bravo.
- La conversación nocturna a la luz de una lámpara, sobre la carta, cara a cara. Pura tensión.
- Los inmerecidos latigazos a la pobre esclava… desgarradores.
- El capataz cantando una canción racista mientras obliga a los esclavos a aplaudir y las sucesivas escenas con la canción superpuesta. Genialmente odiosa.
- El plano fijo del ahorcamiento. Asfixiante, bravo.
- La conversación nocturna a la luz de una lámpara, sobre la carta, cara a cara. Pura tensión.
- Los inmerecidos latigazos a la pobre esclava… desgarradores.

6.8
41,241
4
18 de noviembre de 2013
18 de noviembre de 2013
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabía a qué me enfrentaba, no había oído nada sobre esta película. Solo sabía que era la nueva de Woody Allen y por eso he ido a verla. Gracias a la promoción de unos cines, sólo he pagado 3,5€ (¡olé!), y menos mal.
¿Es de Woody Allen? Pues porque lo pone en esos característicos créditos iniciales. El resto es una peli que bien podría haber protagonizado Jennifer Aniston. Aunque precisamente lo único bueno de la película es la actuación de la siempre genial Cate Blanchett.
Personajes cliché, historia más que trillada, final insulso... Ni diálogos geniales y graciosos, ni reflexiones vitales, ni elementos surrealistas. ¿Qué nos quería contar el abuelo Woody? Se ve que eso de hacer una peli cada año no sale siempre bien. Nunca he sido un super fan de este cineasta, pero tiene sus genialidades, aunque muy de vez en cuando. En esta no hay nada de genial. Nada nuevo. Nada de Allen. Tampoco soy precisamente un admirador de Carlos Boyero, pero creo que es el único que acierta en su devastadora crítica a este film.
Otros, muchos, dicen: "es la mejor película de Woody Allen en los últimos 20 años"... ¿en serio? Yo es que dudo mucho que sea suya, de verdad. Igual le cuesta ya compaginar el clarinete con el cine. No sé, a mi me parece la película más mediocre del director.
Y si no, que alguien me diga qué tiene de bueno, porque yo sólo veo superficialidad, vacío.
¿Es de Woody Allen? Pues porque lo pone en esos característicos créditos iniciales. El resto es una peli que bien podría haber protagonizado Jennifer Aniston. Aunque precisamente lo único bueno de la película es la actuación de la siempre genial Cate Blanchett.
Personajes cliché, historia más que trillada, final insulso... Ni diálogos geniales y graciosos, ni reflexiones vitales, ni elementos surrealistas. ¿Qué nos quería contar el abuelo Woody? Se ve que eso de hacer una peli cada año no sale siempre bien. Nunca he sido un super fan de este cineasta, pero tiene sus genialidades, aunque muy de vez en cuando. En esta no hay nada de genial. Nada nuevo. Nada de Allen. Tampoco soy precisamente un admirador de Carlos Boyero, pero creo que es el único que acierta en su devastadora crítica a este film.
Otros, muchos, dicen: "es la mejor película de Woody Allen en los últimos 20 años"... ¿en serio? Yo es que dudo mucho que sea suya, de verdad. Igual le cuesta ya compaginar el clarinete con el cine. No sé, a mi me parece la película más mediocre del director.
Y si no, que alguien me diga qué tiene de bueno, porque yo sólo veo superficialidad, vacío.
21 de agosto de 2019
21 de agosto de 2019
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tarantino decepciona con una película absolutamente fallida que aúna todos los puntos flacos de su filmografía. Se salva, únicamente, por su factura técnica a nivel BSO, ambientación, etc. y principalmente por las soberbias actuaciones de Leonardo DiCaprio y Brad Pitt.
Lo peor, para mí, la duración y la intrascendencia del metraje. Y es que Quentin acusa gravemente la ausencia de su montadora habitual, Sally Menke, desde Django Desencadenado. Como ya le pasó con Los Odiosos Ocho, ahora nadie le dice qué es lo que sobra y dónde se ha pasado o cuánto nos va a aburrir. Esto, además, se evidencia vergonzosamente en la necesidad del director de abusar de una "voz en off" que sólo aparece al final, forzado por su incapacidad para contarlo con imágenes. Asimismo, con la excusa de la temática del "cine dentro del cine", durante todo el film se intercalan recreaciones de películas de tiros, series de televisión, spaghetti westerns… Literalmente casi media película es como un zapping de falsos rodajes antiguos que no nos interesan y que no tienen nada que ver con la trama. Y con la trama, precisamente, viene lo segundo peor del film.
La película no tiene trama, como ya le pasó con Pulp Fiction, sino que los personajes deambulan por una historia que se entrelaza con otras historias que no nos importan en absoluto y no aportan nada al desarrollo, como la visita de Sharon Tate al cine o los cotilleos de los Polanski. Y ahí está el problema, que no quedan claras las motivaciones del director para rodar esta película, la historia que quiere contar. ¿La de una vieja gloria del cine? ¿La de la familia Manson? ¿La de Dennis Wilson? ¿La de Sharon Tate y Polanski? Yo creo que ninguna de ellas. Todas son una excusa para rodar un montón de escenas imitando a las películas que a él le encantan. No le importaba el resultado final, su propia obra o el espectador que se gasta sus cuartos en ver cualquier novedad de tamaño director. A Tarantino se le antojaba rodar más escenas de nazis y vaqueros siendo acribillados... y eso ha hecho. Todo lo demás es decorativo, exculpatorio. Ni siquiera se puede entender como un compendio de historias sucedidas en Hollywood, porque la atención se reparte sobre cada una de ellas de manera intermitente, irregular y muy desigual. Dichas historias no están bien desarrolladas, están pésimamente relacionadas entre sí y, si las analizamos por separado, ni siquiera están resueltas. Y esto ocurre, sobre todo, por la ausencia de un mínimo montaje y porque Tarantino ha querido, como hizo con Malditos Bastardos, cambiar el desenlace de los hechos reales en los que se basa.
Por último, no lo más importante en cuanto a esta película pero sí lo más grave para un dialoguista como Quentin Tarantino, el guión. No hay historia y no hay guión. El hilo conductor de la película es débil y forzado. No hay ni un solo diálogo o escena memorable como sí los hubiera en Pulp Fiction, Reservoir Dogs o cualquiera de sus otras obras. Ya no digo memorable... es que los diálogos no son siquiera dignos de él. Entiendo que Quentin haya querido declarar su amor al cine, pero desde luego es una mala forma de hacerlo. No puedes hacer de la trama principal un McGuffin para justificar tu momento de onanismo cinéfilo.
Tan solo salvaría unas pocas escenas que sí me han llamado la atención, bien por la gran interpretación de los actores o bien por recordarme al buen Tarantino. Las cuento en la parte de "spoilers", aunque creo que no revelo nada que pueda fastidiar la película antes de verla ni destripo el final.
Lo peor, para mí, la duración y la intrascendencia del metraje. Y es que Quentin acusa gravemente la ausencia de su montadora habitual, Sally Menke, desde Django Desencadenado. Como ya le pasó con Los Odiosos Ocho, ahora nadie le dice qué es lo que sobra y dónde se ha pasado o cuánto nos va a aburrir. Esto, además, se evidencia vergonzosamente en la necesidad del director de abusar de una "voz en off" que sólo aparece al final, forzado por su incapacidad para contarlo con imágenes. Asimismo, con la excusa de la temática del "cine dentro del cine", durante todo el film se intercalan recreaciones de películas de tiros, series de televisión, spaghetti westerns… Literalmente casi media película es como un zapping de falsos rodajes antiguos que no nos interesan y que no tienen nada que ver con la trama. Y con la trama, precisamente, viene lo segundo peor del film.
La película no tiene trama, como ya le pasó con Pulp Fiction, sino que los personajes deambulan por una historia que se entrelaza con otras historias que no nos importan en absoluto y no aportan nada al desarrollo, como la visita de Sharon Tate al cine o los cotilleos de los Polanski. Y ahí está el problema, que no quedan claras las motivaciones del director para rodar esta película, la historia que quiere contar. ¿La de una vieja gloria del cine? ¿La de la familia Manson? ¿La de Dennis Wilson? ¿La de Sharon Tate y Polanski? Yo creo que ninguna de ellas. Todas son una excusa para rodar un montón de escenas imitando a las películas que a él le encantan. No le importaba el resultado final, su propia obra o el espectador que se gasta sus cuartos en ver cualquier novedad de tamaño director. A Tarantino se le antojaba rodar más escenas de nazis y vaqueros siendo acribillados... y eso ha hecho. Todo lo demás es decorativo, exculpatorio. Ni siquiera se puede entender como un compendio de historias sucedidas en Hollywood, porque la atención se reparte sobre cada una de ellas de manera intermitente, irregular y muy desigual. Dichas historias no están bien desarrolladas, están pésimamente relacionadas entre sí y, si las analizamos por separado, ni siquiera están resueltas. Y esto ocurre, sobre todo, por la ausencia de un mínimo montaje y porque Tarantino ha querido, como hizo con Malditos Bastardos, cambiar el desenlace de los hechos reales en los que se basa.
Por último, no lo más importante en cuanto a esta película pero sí lo más grave para un dialoguista como Quentin Tarantino, el guión. No hay historia y no hay guión. El hilo conductor de la película es débil y forzado. No hay ni un solo diálogo o escena memorable como sí los hubiera en Pulp Fiction, Reservoir Dogs o cualquiera de sus otras obras. Ya no digo memorable... es que los diálogos no son siquiera dignos de él. Entiendo que Quentin haya querido declarar su amor al cine, pero desde luego es una mala forma de hacerlo. No puedes hacer de la trama principal un McGuffin para justificar tu momento de onanismo cinéfilo.
Tan solo salvaría unas pocas escenas que sí me han llamado la atención, bien por la gran interpretación de los actores o bien por recordarme al buen Tarantino. Las cuento en la parte de "spoilers", aunque creo que no revelo nada que pueda fastidiar la película antes de verla ni destripo el final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En el primer caso mencionaría a DiCaprio gritándose a sí mismo en la furgoneta del set de rodaje tras olvidarse de su texto y a Rick Dalton apuntando su pistola a la cabeza de la niña del falso western y también a Brad Pitt puesto de ácido. En el segundo caso, he podido entrever al Tarantino de siempre en la intrigantemente tensa escena de Cliff Booth en el rancho de los hippies y en lo que ocurre al final desde que Rick se prepara un Margarita hasta que Cliff vuelve de pasear al perro. Todo lo demás es relleno y caprichos de un director endiosado que un día fue grande pero que cada nueva cita pierde talento e imaginación a marchas forzadas. Una tristeza para este fan de su cine y, en general, cinéfilo desconectado casi por completo de las salas infestadas de secuelas, reboots, remakes, superhéroes y pelis de terror. Ya sólo me faltaba que los grandes del cine que me hacían pagar 8€ por aguantar a maleducados que no saben tener la pantalla del móvil apagada más de 10 minutos seguidos o la boca cerrada... o que van al cine a cenar unos nachos crujientes con salsa muy apropiados para mantener el silencio y no pringarlo todo en la oscuridad, sólo faltaba que ellos me fallaran.
En fin, que fatal todo. Uno se tiene que desahogar.
En fin, que fatal todo. Uno se tiene que desahogar.
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