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Críticas ordenadas por utilidad
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7
11 de junio de 2018
11 de junio de 2018
34 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida, pero sin aportar nada novedoso ni fresco a la franquicia, si es que Ocean's 8 puede considerarse parte de ella. Esta versión femenina se alimenta de las mismas bases, las mismas características y hasta un score musical muy semejante al de la trilogía original en su versión masculina. Lo mejor de la cinta es el gran elenco combinado de actrices reunidas, teniendo cada una de ellas su momento de brillo a lo largo de la historia, y soportando inteligentemente el peso de la trama.
6
13 de junio de 2018
13 de junio de 2018
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cinta que prometía una comedia con un mensaje de superación personal y emponderamiento femenino que desgraciadamente se queda sólo en eso: una promesa. Destacan las actuaciones de Amy Schumer y Michelle Williams, pero no son suficientes para sostener una historia que va volviéndose cada vez más repetitiva y que cae en clichés harto conocidos por la audiencia durante su más de hora y media de duración.

5.9
2,940
7
15 de enero de 2025
15 de enero de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Confieso de antemano que no suelo ver producciones de Netflix, más allá de las que van enfocadas a la temporada de premios pero, en este caso, la premisa lucía atractiva desde la sinopsis y lucía muy bien valorada por la crítica, por lo cual me decidí a darle una oportunidad. Aunque por fuera pueda lucir como una historia que ya hemos visto muchas veces antes, vaya por delante el aviso de que aborda esos tópicos comunes con un matiz y, en ocasiones, con giro distinto que es de agradecer. Si disfrutaste películas como Wall Street (1987), Disclosure (1994) y similares, esta propuesta es para ti.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia comienza con una, aparentemente, típica pareja en una boda. Ellos lucen aburridos, hasta que en un momento dado deciden darse una "escapada" al baño para tener relaciones, mismas que finalizan con un objeto metálico cayendo al suelo. Para sorpresa del espectador, se nos revela que es un anillo que el joven en cuestión llevaba en uno de sus bolsillos. Es entonces cuando comprendemos que esta pareja no es casual, ni acaba de conocerse. Tras una muy breve fase, llamémosla de "luna de miel", en donde no pueden ni respirar lejos del otro, nos enteramos que ambos trabajan en la misma firma y en el mismo puesto. Son competencia, vaya. Y, además, por ir en contra de las reglas de la compañía, no le han revelado a nadie que viven juntos, con todo lo que ello implica.
Y, en pocos minutos, comienza la acción. Despiden a la persona que ejerce como jefe inmediato de ambos, con todo y berrinche incluido. Al quedar esa vacante, se abre el conflicto principal de la trama, mismo que irá desencadenando una espiral destructiva que alcanza niveles dramáticos. Nuestra actriz principal (una soberbia Phoebe Dynevor) se entera por el cuchicheo de los pasillos que están pensando en darle el ascenso a su flamante prometido.
Aquí entro en temas seguramente escabrosos, ya que para mí el conflicto que detona todo lo que vendrá después parte de ella, ya que le hace saber esto al personaje interpretado por Alden Ehrenreich, y festejan con champaña. ¿Por qué desde mi perspectiva el conflicto se desencadena aquí? Porque ella genera en él una falsa expectativa, con todo lo que eso conlleva en el mundo de los negocios y también, en los roles de género que aún persisten sumamente arraigados en la sociedad actual.
El siguiente paso es una llamada del mero mero de la empresa en la madrugada. Pero, no lo llama a él. No. La llama a ella. Es entonces cuando, sí, a esas horas, ella se reúne con el patrón, y él le lanza la propuesta laboral, con una buena copita de whisky, que ella rehúsa en un inicio, pero termina aceptando para "no desairarlo". Ella vuelve a casa y, buscando no dañar el frágil ego de su pareja, se disculpa por haber obtenido el ascenso que parecía sería para él, buscando quizás, evitar el consiguiente descenso a los infiernos de nuestra contraparte masculina.
A partir de ese momento, él adopta primero una postura pasivo-agresiva. Parece alegrarse, cuando en realidad la envidia. Finge apoyarla, cuando en realidad busca explicaciones al porqué de su situación. Desde la perspectiva de él, el equilibrio de poder en la relación se rompe y busca restaurarlo a como dé lugar: la presiona para que le hable bien de él a los jefes, para que tome decisiones que piensa que lo pueden llevar a un mejor lugar y, en pocas palabras, en un momento dado hasta le exige el ascenso directamente.
La situación de ella es incómoda también, se siente insegura, trata de servir a dos amos y, seamos justos, eso es imposible. Llegará el momento en el que ella tenga que decidir qué es lo que puede salvar: su deteriorada relación amorosa o una posición por la que ha batallado por más de dos años y que se ganó a sangre, sudor y lágrimas.
Me confieso admirado ante la maestría de la directora para evitar que la cinta caiga en lugares comunes que hemos visto una y mil veces. Para nuestra protagonista quizás hubiera sido un camino fácil aprovecharse de su nueva posición para cambiar de gustos, y hasta de pareja. Es loable el esfuerzo que hace para intentar salvar su relación hasta que la trama llega a un punto en el queda claro que esta está más rota que la copa que estrella en el rostro de de él.
Me parece que el final le hace perder cierto impacto al personaje de ella que, considero, se rebaja al nivel del él para exigirle lo que por propia voluntad no le ofrece: una disculpa en toda regla por haber estado a punto de arruinar su vida en más de un nivel y haber abusado de ella en más de una forma. Impactante, sí. Acorde al resto de la trama, no me lo parece tanto.
Y, en pocos minutos, comienza la acción. Despiden a la persona que ejerce como jefe inmediato de ambos, con todo y berrinche incluido. Al quedar esa vacante, se abre el conflicto principal de la trama, mismo que irá desencadenando una espiral destructiva que alcanza niveles dramáticos. Nuestra actriz principal (una soberbia Phoebe Dynevor) se entera por el cuchicheo de los pasillos que están pensando en darle el ascenso a su flamante prometido.
Aquí entro en temas seguramente escabrosos, ya que para mí el conflicto que detona todo lo que vendrá después parte de ella, ya que le hace saber esto al personaje interpretado por Alden Ehrenreich, y festejan con champaña. ¿Por qué desde mi perspectiva el conflicto se desencadena aquí? Porque ella genera en él una falsa expectativa, con todo lo que eso conlleva en el mundo de los negocios y también, en los roles de género que aún persisten sumamente arraigados en la sociedad actual.
El siguiente paso es una llamada del mero mero de la empresa en la madrugada. Pero, no lo llama a él. No. La llama a ella. Es entonces cuando, sí, a esas horas, ella se reúne con el patrón, y él le lanza la propuesta laboral, con una buena copita de whisky, que ella rehúsa en un inicio, pero termina aceptando para "no desairarlo". Ella vuelve a casa y, buscando no dañar el frágil ego de su pareja, se disculpa por haber obtenido el ascenso que parecía sería para él, buscando quizás, evitar el consiguiente descenso a los infiernos de nuestra contraparte masculina.
A partir de ese momento, él adopta primero una postura pasivo-agresiva. Parece alegrarse, cuando en realidad la envidia. Finge apoyarla, cuando en realidad busca explicaciones al porqué de su situación. Desde la perspectiva de él, el equilibrio de poder en la relación se rompe y busca restaurarlo a como dé lugar: la presiona para que le hable bien de él a los jefes, para que tome decisiones que piensa que lo pueden llevar a un mejor lugar y, en pocas palabras, en un momento dado hasta le exige el ascenso directamente.
La situación de ella es incómoda también, se siente insegura, trata de servir a dos amos y, seamos justos, eso es imposible. Llegará el momento en el que ella tenga que decidir qué es lo que puede salvar: su deteriorada relación amorosa o una posición por la que ha batallado por más de dos años y que se ganó a sangre, sudor y lágrimas.
Me confieso admirado ante la maestría de la directora para evitar que la cinta caiga en lugares comunes que hemos visto una y mil veces. Para nuestra protagonista quizás hubiera sido un camino fácil aprovecharse de su nueva posición para cambiar de gustos, y hasta de pareja. Es loable el esfuerzo que hace para intentar salvar su relación hasta que la trama llega a un punto en el queda claro que esta está más rota que la copa que estrella en el rostro de de él.
Me parece que el final le hace perder cierto impacto al personaje de ella que, considero, se rebaja al nivel del él para exigirle lo que por propia voluntad no le ofrece: una disculpa en toda regla por haber estado a punto de arruinar su vida en más de un nivel y haber abusado de ella en más de una forma. Impactante, sí. Acorde al resto de la trama, no me lo parece tanto.

3.0
3,545
5
17 de octubre de 2018
17 de octubre de 2018
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento principal en el que está basada nunca consigue despegar, el ritmo es lento y, lo que es peor, termina convirtiéndose en un callejón sin salida de menos de 90 minutos que nunca consigue enganchar al espectador.
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