Entiendo que los críticos de cine, periodistas y hombres al fin y al cabo, suspendan en nota esta película. Yo le doy un 9 al guión y a la dirección. La interpretación de la frivolidad por Lea Seydoux, perfecta. Es más, me recuerda a cierta periodista española, que haga lo que haga, siempre con la misma voz y la misma cara. No me parece para nada un retrato de la sociedad francesa, sino de la sociedad en general del siglo XXI, que por temor a enfretarnos a una realidad muy dolorosa y que nos obligaría a cambiar nuestra forma de vida, preferimos centrarnos en nosotros mismos, nuestros valores como individuos y no como sociedad, para pretender vivir el día a día ignorando todo lo que nos rodea y que está podrido. Por supuesto, los medios de comunicación se encargan de que esta máscara de frivolidad se mantenga bien arriba, entreteniendo a todo aquel que por las noches se dice a sí mismo "qué triste es la vida", mientras rechina los dientes de envidia por el coche que se gasta el vecino.
Cierto que la película podría decir todavía mucho más, pero las he visto que con solo sexo han llegado mucho, mucho más lejos.

No puedo añadir mucho más a todas las críticas que aquí aparecen. Estoy de acuerdo con la mayoría. Algunas películas de Isabel Coixet me han dejado descolocada pero siempre han tenido una idea, un mensaje claro al final. Y los personajes han estado perfectamente construidos haciéndote parte de la película y emocionándote. Aquí solo veo una lectura posible que dé algo de sentido a tanto cliché: la idea que el hombre tiene de la mujer japonesa es deshumanizada, cosificada y sexualizada.

Parece que tanto el guión como la película pertenecen a Coixet sólo los primeros 5 minutos. Luego, su todopoderoso productor, el Sr. Almodovar, la ha hecho suya, con un guión vacío, lleno de estereotipos sacados de sus películas, unos personajes anodinos y unas escenas y fotografía con su firma, carentes de toda elegancia y significado. De la trama-thiller ya ni hablamos. Almodovar, hazte tus propias películas y deja respirar a los demás.

Aburrida, repetitiva, predecible y llena de tópicos sociales populistas. Ni siquiera la interpretación del protagonista, casi único actor de la cinta, es buena. Me ha resultado totalmente sobreactuada, y como la película, aburrida y repetitiva, lo que hace que el film resulte largo no, eterno. La banda sonora tampoco ayuda. Recuerda a la banda sonora de Sicario, pero del todo a 100. El personaje principal no produce ninguna empatía. No da pena, ni incita a la rabia, o al enfado o a la reflexión. Sólo me ha desagradado estéticamente. Me parece un intento manido de ganar premios a base de dietas extremas tanto por parte del director como del actor. Tal vez la segunda mitad de la película cambia radicalmente en todos los aspectos y yo me lo he perdido ... lo dudo.