Me parece muy sobrevalorada, la equipararía con un capítulo de los flojos y previsibles de Black Mirror, solo que más largo y con indudablemente mejor factura técnica.

Alucino que una reflexión/alegoría tan manida sobre el edadismo y su efecto en el show business se esté vendiendo como una crítica rompedora...Si esto ya lo hemos visto mil veces!

Te mantiene entretenido por el shock de ver pinchazos y cositas desagradables constantes, junto con primerísimos planos de culos y demás.