Muy deficiente.
En cuanto a aspectos técnicos, poca complejidad en la composición y mucho abuso de los elementos en plano centrado. Normalmente, escenas cortas con poco desarrollo de los personajes. Lo que más me ha cansado, es (a mi juicio) la mala distribución estructural de la tensión. No se cuantas veces he mirado el reloj a lo largo de la película deseando que acabara durante la primera hora y cuarto.

A nivel estético, es desagradable y grotesca. Demasiado explícita en cuestiones que son prescindibles para hacer funcionar la narración (que aún así no funciona). Abusa de forma gratuita de escenas de contenido sexual, se recrea en las diferentes escenas violentas...

De la música, ni voy a hablar porque su calidad y desarrollo no merece ni una buena palabra.

En definitiva: susto fácil, sexo fácil y plano centrado = a... MERCADO.

En mi opinión es una pena, dado que creo que el germen argumental era bueno y se podía haber explotado con mucha más profundidad.

Si se puede señalar alguna bondad, es sin duda la ambientación, los juegos de luces y sombras... en definitiva, la fotografía... Pero cuando uno va al cine, espera ver más que imágenes lúgubres bien conseguidas.

En mi opinión, no supera la visión cinematográfica de un adolescente en plena hormonación que busca entretenerse un rato con sustos y sexo fácil. No es para nada, cine maduro. Dista, y mucho, de ser una película del género que pase a la historia del cine como una obra a la altura de los pies de su predecesora (1922). No me entristece decir que no creo que vuelva a verla en mi vida, y doy gracias por ello.