Esta película es realmente singular, destacando especialmente la magnífica interpretación de Marta Nieto. Sin embargo, a pesar de sus cualidades, el guion original podría haber sido más profundamente explorado y aprovechado. No me sorprendería que en los próximos años presenciemos un remake americano con serias aspiraciones al Óscar, siguiendo la estela de éxitos como 'Coda' (adaptación de 'La familia Bélier'). Esta tendencia de reinterpretar historias con un enfoque estadounidense y aspiraciones a premios importantes es cada vez más evidente en la industria cinematográfica contemporánea.

No es necesario añadir nada más al título, pues a buen entendedor pocas palabras, pero como me requieren más texto y más estructurado, pues allá voy.
Poor Things es una mezcla única de géneros que nos sumerge en un viaje surrealista a través del siglo XIX con toques de realismo mágico. A pesar de contar con elementos intrigantes y una actuación destacada, la película se tambalea entre sus múltiples géneros y no logra alcanzar su pleno potencial, otorgándole una puntuación de 5 sobre 10.
En esta película, Emma Stone interpreta a Belle Baxter, una joven con un pasado enigmático que es revivida mediante métodos científicos poco convencionales. La premisa nos recuerda a una joven y guapa Frankenstein de corte feminista, explorando temas de identidad, autonomía y poder femenino en un contexto fantástico.
La actuación de Emma Stone es uno de los puntos más destacados de la película. Su capacidad para transmitir la complejidad emocional del personaje y su carisma en pantalla son innegables, lo que le valió merecidamente un premio Oscar por su interpretación. Stone logra dar vida a Belle con una mezcla de vulnerabilidad y determinación que cautiva al espectador.
Sin embargo, a pesar del talento del elenco y la dirección de Lanthimos, "Poor Things" lucha por encontrar un equilibrio entre sus múltiples géneros. La combinación de fantasía, ciencia ficción, comedia, drama, erotismo y realismo mágico resulta abrumadora en momentos, dejando al espectador sin una sensación clara de la dirección de la película.
Además, la narrativa de "Poor Things" se siente dispersa y carente de un enfoque cohesivo. Si bien la premisa inicial promete una exploración profunda de temas feministas, el desarrollo de la trama a menudo se siente desarticulado y poco satisfactorio. Los giros de la trama pueden resultar confusos en lugar de impactantes, lo que dificulta la inmersión del espectador en la historia.
En términos de producción, "Poor Things" ofrece una estética visual impresionante que captura la atmósfera del siglo XIX con detalles meticulosos. La dirección de arte, el diseño de vestuario y la cinematografía contribuyen a crear un mundo rico y envolvente que es un placer para los sentidos.
En resumen, "Poor Things" es una película ambiciosa que se esfuerza por abordar una amplia gama de temas y géneros, pero que lucha por encontrar su voz y coherencia narrativa. Aunque cuenta con una actuación destacada de Emma Stone y una dirección visualmente impresionante, su falta de enfoque y su narrativa dispersa la impiden alcanzar su pleno potencial. Es una película que puede atraer a ciertos aficionados al cine experimental, pero que deja un sabor agridulce para aquellos que esperan una experiencia cinematográfica más satisfactoria.