No puedo creer que un director como Álex de la Iglesia no sepa que esta película es una estafa para el espectador. Los diálogos son absurdos, la trama, si es que se puede denominar así al cúmulo de insensateces que se suceden durante 110 minutos en la pantalla es inconsistente, las situaciones se van generando de modo artificial, no llegas a creerte nada de lo que está ocurriendo, las relaciones entre los personajes son forzadas, nada pasa entre ellos de forma natural y por si esto fuera poco las escenas de intimidad están llenas de absurdos tópicos más propias de un director principiante y falto de recursos que del creador de La Comunidad, ¿de verdad estas dos películas las ha hecho la misma persona?.
Yo logré aguantar dentro de la sala hasta el fin de la película pero no fueron ni uno ni dos los espectadores que tiraron la toalla mucho antes.
Hacía mucho que no sufría una decepción tan grande en el cine.