Nos encontramos, en mi opinión, delante de una de las mejores películas de terror que se han hecho, y aquí pueden surgir un conjunto de dudas: lo primero a comentar es que no se trata de una película de terror per se, sino de una película AMBIENTADA en el terror; lo segundo, es que no es algo excelso que destaque dentro del género, ya que este peca de ser poco prolífico.
Drácula de Bram Stocker es una película cuyo argumento resulta notable, pero que destaca sobretodo por su ambientación y por su música. Ambos elementos están muy bien logrados, desde unos vestuarios que pueden parecer excéntricos pero que ayudan a aportar una idiosincrasia muy necesitada, pasando por unas localizaciones que se eligen con cuidado para ser tenebrosas, y una música que, aunque no sea extremadamente buena, acierta en las tonalidades y las ideas musicales (y acierta con creces).
Las actuaciones son correctas, con un Keanu Reeves que resulta inexpresivo (como de costumbre), un Anthony Hopkins que lo hace tan bien como siempre, y un Gary Oldman que está extraordinariamente bien en el papel. De hecho, llegué a pensar que Oldman y Hopkins llevaban todo el peso de las actuaciones, y que el resto de actores simplemente complementaban sus actuaciones desde un segundo plano.
En resumen, nos encontramos delante de una de las mejores películas de terror del cine, aunque sería mejor denominarla como la mejor película "tenebrosa", no de terror.