Obra maestra del maestro de Clint Eastwood, en donde en mi opinión es el punto máximo de su filmografía y por ende, mi favorita de él y una de mis favoritas en general.

Un western crepescular, nostálgica, desmitificador de los héroes (héroes con sus miedos, con falta de punteria debido a diversas razones, con poca vision, con dudas), de los hechos (como había anticipado John Ford en The Man Who Shot Liberty Valance) humanizador (como cualquier humano, se pueden enfermar), en donde ningún personaje se encuentra idealizado, en donde ningún personaje ni es tan bueno ni tan malo.

Ese William Munny, aquel despiadiado pistolero en su época que abandonó sus andanzas y el alcohol por su mujer, y en la actualidad viudo, decrepito (caídas de caballos, sin manejo de los cerdos, etc) y padre de dos hijos en una lejana granja en donde trata de pasar sus últimos días con la mayor honradez posible que recuerda su pasado para tenerlo presente y no ser lo que fue en su vida dejada atrás.
Ese Ned Logan (enorme Morgan Freeman) compañero del viejo William, que se decide a acompañarlo en la ultima andanza, el de las venganza de las putas y que trata de vivir una vida parecida a la de William.
Kid refleja la juventud, el querer ser alguien temido, tal vez lo que Ned y William fueron cuando eran jóvenes. Ayudará a William y a Ned, hasta que logra lo que siempre quiso, ser despiadado y ve que eso no es lo que quiere ser. No quiere ser como William Munny.
Little Bill (gigante Gene Hackman), ese sheriff que vive para su casa y no quiere ningún tipo de sobresaltos en el pueblo. Imparte justicia o injusticia con salvajismo y crueldad pero con un fin razonable, que el pueblo siga en relativa en paz.

Y esa escena en el bar. ESA escena en el bar. Como pocas he visto.