Una serie de culpas y redenciones. Todo está enfocado a victimizar a los negros y, una vez más, mostrar una familia blanca burguesa aparentemente feliz pero llena de negrura, por supuesto mucho más negra que la familia negra. El guión está trabajado de tal manera que, cuando se presentan debates complejos y parece que se van a enfocar poliédricamente, el resultado sea una culpabilización de los de siempre y un cliché detrás de otro. Es el espíritu Black lives matter que explica los arrodillamientos de blancos forrados que en la vida van a vivir en un barrio negro pero que, como la productora Reese, necesitan culpabilizarse hacia fuera en este buenismo victoriano; como si fuera una penitencia a cumplir. Todo ello envuelto en lloros y sentimentalismo de celofán que no resulta creíble.
Reese cumple en su papel, que lleva haciendo ya un tiempo, de blanca en el fondo trumpiana. Su némesis negra hace un papel lamentable con el mismo gesto toda la serie. El resto cumplen. Al menos el producto está bien realizado.
No espero muchas críticas a este producto bastardo, no hay valor ya para ello

El cine es entretenimiento fundamentalmente. Salvo gafapastas varios, gentes de pose o tipos cool, nadie aguanta películas experimentales o cine necesario que aburra. Y esta peli ofrece entretenimiento a raudales. Un Wick con tipo aparentemente de andar por casa. Tiene ritmo, acción bien realizada y un humor latente magnífico. Cuenta con Bob, protagonista de la seguramente mejor serie del año pasado, la 5ª temporada de Better call Saul, y que está de nuevo magnífico y sorprende. Esa escena del autobús es de lo mejor que se ha visto en cine de acción. Adictiva. Y eso a pesar de un final muy de andar por casa que desmerece algo el resto.
Cojan palomitas y a divertirse.

Hay series que degeneran hacia una especie de metafísica barata de frases grandilocuentes y planos largos y lentos. Que alargan las situaciones hasta lo indecible en medio de la pura nada. Que introducen giros de guión solo por tener para unos capítulos más (esa insufrible Lost, Leftovers, Mr. Robot ...). Debe de ser también la propia HBO y el aire cool que trata de dar para diferenciarse o la influencia del cine indie. El caso es que la 2ª temporada ya no se aguanta. Y puede haber muchas más metiendo vikingos, romanos, los de la Tierra Media, ... Explotar una vaca famélica que no da para más. Se puede uno saltar casi todos los capítulos hasta el final y no se perderá gran cosa.

Ya la anterior temporada producía indiferencia durante parte del metraje, aquí el problema se dispara. Las tramas secundarias, de personajes que cada vez te dan más igual, son más endebles. Lo escatológico es cada vez más repetitivo, ya apenas sorprende. Y el guión es menos agresivo, menos ácido, y se ha visto politizado de manera acomodaticia, algo que va per se contra el espíritu de la propia serie. Se ve ya con poco interés, es lo peor que se puede decir de algo que empezó siendo rupturista.

Como película resulta aburrida, intrascendente, con un guión inane y unos actores que no parecen saber de qué va el tema. Una mínima intriga que enseguida te das cuenta que no va a ningún lado es incapaz de mantener la atención. Porque todo es una excusa para exponer una serie de postales paisajísticas y humanas que reflejan admiración por Gauguin pero que nunca llega a ser cine. Y al principio se disfrutan, pero el cine es algo más, mucho más, y te llega el sopor y el hastío de otro atardecer más. Inaguantable.