Es una película que te muestra la amistad, el aprecio y el amor incondicional entre dos personas, el romanticismo clásico de aquel tiempo lejos de ambiciones y la pasión y respeto por un oficio y el arte.

Esta cinta logra transmitir emociones que te hacen sentir empatía con los personajes y te lleva a sentimientos de angustia, emoción, suspenso, nostalgia, felicidad.

Es fácil transportarte a los años 40's aproximadamente y ver la emoción con la que la sociedad de aquel entonces esperaba con emoción la proyección de una película, los cuales, pedían que se repitiera una y otra vez sin aburrirse en ningún momento.

La inocencia de un niño que veía magia en el cine, una amistad que a pesar de la distancia nunca terminó y perduró hasta el final.

Estas enseñanzas que te deja esta película son las que valen la pena conservar.

Esta película muestra el amor a las historias que puedes contar tras un libro y sobre todo, tras una pantalla de cine.
Muestra el amargo sentimiento de olvidar el tiempo pasado de una persona y la sencillez de un niño que te hace enfrentar ese pasado y hacerte ver que está más vivo que nunca.

Así mismo, te hace ver la lealtad bajo una promesa de cumplir un objetivo sea cual sea la adversidad que se presente.

Una enseñanza que deja esta cinta va acorde con nunca dejar de soñar ni olvidar todas esas cosas que te gustan.

Tim Burton se caracteriza por ser un director cuya fantasía abunda sus películas, sin embargo, esto no deja de ser sorprendente y maravilloso. Big Fish es una gran prueba de ella.
La historia es muy bonita con un suave sentimiento de melancolía al final.
Lo único que me sale decir es: valora todo lo que tienes en el momento en que puedes hacerlo y no lo dejes cuando estás a punto de perderlo.
Muy buena producción.