I parte de Justine, sí… II parte de Claire, no.

Melancolía es la sensación final que he sentido por esta decepción evitable en el transcurrir del supuesto drama. La pérdida de la sofisticación en el argumento va en consonancia con el transcurso del mismo. Pretensiones a medias camufladas por la única aprobación de la interpretación de las actrices principales y las pinceladas fotográficas hipnóticas pero interrumpidas.
Drama artificial en un guion desaliñado.

Aunque bajo mi punto de vista empieza fuerte ( y me mantiene expectante toda la primera parte de “Justine”,donde su calidad interpretativa y la dosis de quiebra existencial regocijándose agriamente en la irritabilidad del ambiente, hace que los constantes altibajos pendientes de un hilo de seda oxidado sean un entrante decente.

Sin embargo, a medida que transcurre la segunda parte “Claire”, me ha invadido una sensación embarazosa en la que he tenido que hacer verdaderos esfuerzos para tomarme en serio la supuesta profundidad del argumento y mantener la constante vital a la altura de este director.
Básicamente, ha sido un decrescendo en tres dimensiones inmerso en un dramatismo sobreactuado. Como última apreciación, decir que el final es un claro ejemplo de como quitárselo de encima de mala manera y quedarse tan tranquilo.