Una de mis películas favoritas. Imperfecta, histriónica, excesiva y sin embargo....desde el primer momento golpea al espectador con una bofetada de autentico sentimiento en esa mirada de mujer devastada, suplicando dignidad, de Schenider al fotógrafo y por ende al espectador. Historia de amor de romanticismo desaforado, que arrasa a quien queda en medio, bordeando a veces el ridículo pero sumergiéndonos de lleno en el fracaso, la sordidez y en el amor como única vía de salvación. Delerue compone una de las músicas mas desoladoras de su carrera y que eleva todavía mas la intensidad de la película. Difícil no quedar fascinado por esa mujer destruida, que desnuda su alma en un personaje durísimo q hace suyo haciendo participe al espectador de sus abismos y esperanzas. Y como se miran esos dos...Otra clase de película.

Tanto ruido, .para esto. Es cansado y cansino querer hacer pasar por buenos auténticos pestiños mediante el uso de efectos especiales a mansalva, ruido, peleas y poco mas. Aquí lo que desgraciadamente hay son soluciones de guión vergonzosas y previsibles (Superman enfurecido y disparando rayos a mansalva que no matan a nadie, todos juntos a una matando a un malo para que se ve que son amiguetes y todos colaboran, etc.), peleas marca de la casa que no son si no una evolución estruendosa de lo que ya hizo en 300, ambientes oscuros para que parezca todo mas solemne...los malos de color negro, tipos enseñando pectorales y abdominales a falta de otra. Una colección de clichés que se quieren hace pasar por estilosos pero que solo son repetitivos. Que si, que poner una canción de Nick Cave viste mucho y es un guiño a un cierto tipo de público como mas enrollado, pero no cuela. Un producto de marketing carísimo y carente de vida. Hay que mirar lo que se hace en esto de los superhéroes porque es en la televisión donde se están haciendo cosas nuevas, sin tanto presupuesto pero con mucha mas vida que este carísimo entretenimiento que encima dura casi cuatro horas. El 5 es por agradecer el esfuerzo de producción y de efectos especiales.

A Winding Refn lo descubrí hace años con su trilogía de Pusher, ambientada en los barrios bajos, muy bajos y cutres, de Copenhague. Muy bien rodada, con pocos medios, llena de furia y personajes nihilistas que hacen lo que sea, sobre todo engañar a otros, para sobrevivir en tan edificante entorno. Esta serie, alejada completamente de las posturas estéticas y morales de esa trilogía, en mi opinión se le ha ido de las manos. De acuerdo que Driver era un impulso nuevo, sobre todo en el plano estético, del cine negro; pero aquí da la impresión de que ha querido crear algo nuevo y se ha olvidado de dos cosas importantes como son el ritmo y la historia. El ritmo puede ser premioso pero tendría que estar justificado, no por puro deleite de la fotografía y del virtuosismo de la cámara. Aquí lo que hace no es hipnotizar, es aburrir e impacientar. Respecto a la historia, el tratamiento de los gánsteres mejicanos no deja de ser mas que otro cliché pero con mas estilo. El intento de creación de una mitología propia queda en eso, un intento porque básicamente no va a ningún lado. La relación del que se queda como jefe del cartel en los USA con su chica es poco creíble y muy desmadrada. En fin, mucho estilo para nada de alma. A favor algunos personajes, como el exagente del FBI y valorar ese intento por hacer algo diferente en la televisión. Si no hubiera olvidado que de lo que se trataba era de contar una historia a lo mejor lo hubiera conseguido. A ver que es lo próximo que hace porque está mu cerca de la irrelevancía y la autocomplacencia.

Yo al Kleber no lo compro. Se que tiene mucho predicamento . Muy festivalero y tal, pero es la segunda vez que me engaña y me da que, por mi parte, se acabó. Es que además hace películas largas. Creo que me he quedado con la metáfora y eso del realismo mágico que en su caso es filmar lo que le venga, desde atardeceres muy bonitos a abuelos en porretas disparando, lo que le salga vaya, que parezca que está contando algo profundo. Soy muy torpe yo por pedir algo de coherencia en el guión o que no haya esos fallos de ritmo, que incluso me importe lo que pase a alguno de los personajes. En fin, tiempo perdido. Y lo peor es que la culpa es mía por verla hasta el final.

De David Lynch me espero cualguier cosa. Películas magistrales (el hombre elefante, una historia verdadera), mediocres (blue velvet), interesantes (wild at heart, carretera perdida, mulholland drive), pestiños (inland empire, eraserhead) casi siempre sobrevalorado por la crítica, pero para lo que no estaba preparado es para esta serie. Con mas de setenta años entrega una experiencia única, una historia que inventa ni mas ni menos que una nueva cosmogonía sobre el mundo moderno y además lo consigue. Y una vez que captas el asunto, da igual todo lo demás. El mundo queda escindido a partir de cierto hecho histórico que marca un nuevo renacer, un nuevo mundo con valores diferentes. Por lo demás puro Lynch, cuidada puesta en escena, sentido del humor socarrón, personajes estrafalarios....Exigente con el espectador, si se persevera, la experiencia no es solo gratificante sino que cuando todo cobra sentido es asombrosa por su ambición y resultado. Además al final de cada capitulo hay una actuación de lo mejor de los grupos independientes americanos del momento. Que si Lynch tiene un mundo....no solo lo tiene si no que explica el porqué y le da coherencia, cosa que no consigue en casi ninguna de sus películas mas experimentales. Una de sus cumbres. Para quitarse el sombrero.