Tras su fracaso “Regresión”, Amenábar nos trae la historia del ilustre escritor Miguel de Unamuno y su relación con el bando fascista al principio de la Guerra Civil Española.
Tal relación se proyecta en el complejo de culpa de Unamuno al haber apoyado tal bando en un principio, dándose cuenta, después, que quizá estaba equivocado.

Con una puesta en escena sencilla, escasa acción y escasos efectos especiales la película nos trasmite una sensación de naturalidad, que lejos de ser aburrida, la obra te mantiene enganchado la hora y cuarenta minutos que dura. Emotiva es la característica que mejor define a la obra, debido sobre todo a lo fácil que resulta empatizar con Unamuno, interpretado de manera perfecta por Karra Elejalde.

Por último, cabe destacar dos cosas: la naturalidad con la que se representa las charlas y discusiones entre Unamuno y sus amigos sobre todo con el personaje interpretado por Carlos Serrano, quien actúa casi como si fuera su contrafigura o antagonista, con ideas opuestas, discutiendo hasta casi llegar a las manos. Y la curiosa caracterización del personaje del General Franco, siendo familiar, tímido, temeroso, casi cómico, algo lejos de los tópicos o prejuicios.